La fachada de la Iglesia de San Francisco se intervino sin permiso

POLÉMICA. La fachada de la Iglesia de San Francisco luce con una capa blanca, por los trabajos de restauración.
POLÉMICA. La fachada de la Iglesia de San Francisco luce con una capa blanca, por los trabajos de restauración.

A través de redes sociales los ciudadanos se «quejan» por la capa de pintura blanca colocada sobre parte de la estructura. El IMP dice que es un trabajo planificado de conservación.

La alerta se hizo pública a través de redes sociales. Álvaro Mejía Salazar publicó en su perfil personal que la fachada principal de piedra del zócalo del Convento de la iglesia San Francisco, edificación que data de 1537 y cuya construcción tomó más de 150 años, fue cubierta con una capa de pintura color blanco.

La primera institución en reaccionar fue el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), que se encarga de la conservación del patrimonio de la ciudad. Mediante un corto comunicado explicó que los «trabajos de intervención y conservación» responden a la necesidad de «disminuir» la «afectación de la fachada por los humedales que esta presentaba».

El IMP aclaró además, que la capa blanca de pintura fue colocada sobre un «revestimiento de HORMIGÓN que asemeja un zócalo almohadillado», es decir, no se trata del material original con la que se construyó San Francisco. El trabajo, a su criterio, no afectaría la «característica patrimonial del inmueble».

Un trabajo sin autorización

El 22 de mayo de 2020, Raúl Codena Valdiviezo, director ejecutivo del IMP, envió el trámite N° GADDMQ-IMP-2020-1664-O a Darío Gudiño Carvajal, director Metropolitano de Gestión Territorial, solicitando un informe favorable para los trabajos de mantenimiento, reforzamiento, e impermeabilización de varios inmuebles patrimoniales y trabajos de mantenimiento del espacio público e imagen urbana en el Centro Histórico.

Los inmuebles a intervenir, se dice en el documento, eran la Iglesia Santa Bárbara; los monasterios de Santa Clara, Santa Catalina y La Concepción; los conventos de San Diego, San Carlos; el Palacio de la Circasiana, entre otros.

La respuesta, de parte de Gudiño, con el informe técnico favorable, llegó mediante Oficio Nro. STHV-DMGT-2020-1450-O, el 27 del mismo mes y en el mismo no se toma en consideración la fachada del convento de San Francisco.

La concejala Luz Elena Coloma, presidenta de la Comisión de Áreas Históricas y Patrimonio del Municipio de Quito, asegura que esta intervención se hizo «sin seguir el procedimiento adecuado» y el más «mínimo cuidado en pedir los permisos» correspondientes.

Menciona que evidentemente es un trámite «administrativo y técnico» y al tratarse de una fachada también tenía que ponerse en conocimiento de la Comisión que preside. “Cualquier obra adicional no especificada requiere de un permiso adicional”, enfatiza.

Angélica Arias, exdirectora del IMP y exviceministra de Cultura, en el gobierno de Lenín Moreno, indica que «cualquier tipo de intervención», sin importar su tamaño, «debe contar con los permisos correspondientes» y con estudios técnicos que contengan, entre otros parámetros, una evaluación histórica y actual del inmueble.

Califica como una «falta grave» que estos trabajos se hayan realizado sin permisos previos y saltándose las «instancias de aprobación».

Explica que revertir el proceso de la pintura es posible pero que sería «muy agresivo» afectando «igual o más que estando con la pintura sobre ella». Dice que no se trata de una pared cualquiera puesto que con el pasar de los años esta piedra genera una especie de protección natural sobre la superficie, quitarla, «causa una afectación a la piedra de manera profunda».

Consecuencias a futuro

Arias indica que este tipo de intervenciones pueden poner en riesgo la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad que ostenta Quito desde el 8 de septiembre de 1978 por parte de la UNESCO, que permanentemente hace una verificación que la conservación se realice de forma técnica.

Comenta que, en la etapa de construcción de los túneles del Metro de Quito, cuyo trazado atraviesa el Centro Histórico, se solicitaron informes técnicos y se envió una delegación de expertos para verificar que se cumplan con todos los parámetros de conservación. «Quito nunca ha estado en la lista de patrimonio en peligro», asegura.

Este diario buscó la versión de Patricio Chacón, restaurador encargado del proceso de impermeabilización de la fachada de San Francisco, pero indicó que para dar una explicación del trabajo realizado requiere una autorización previa institucional. También se buscó la versión de Raúl Codena, director del IMP, pero hasta el cierre de esta edición no se tuvo una respuesta. (AS)