Aunque los cálculos macroeconómicos digan que no estamos en recesión, las variables del día a día de los ciudadanos cuenta otra historia. Julio José Prado explica que una buena reforma tributaria para financiar gasto de 2025 sería fatal para la economía.
Julio José Prado, expresidente de la Asociación de Bancos Privados y exministro de Producción, analiza, en entrevista con LA HORA, cuál realmente es la situación de la economía ecuatoriana y si el sistema financiero está o no en un punto crítico
¿Qué está pasando realmente con la economía ecuatoriana? ¿Estamos o no en recesión?
El panorama actual se puede resumir en la siguiente frase: no es una recesión, pero se siente como una recesión.
No es una recesión porque, según las cifras y cálculos del Banco Central, la economía está creciendo poco, pero está creciendo. Por lo tanto, no hay dos semestres consecutivos de crecimiento negativo o decrecimiento.
Pero, en todas las variables reales del comportamiento del día a día de las personas, se siente una recesión.
Hay una dicotomía entre las variables macroeconómica que dicen que no hay recesión; y las variables del día a día que dicen todo lo contrario. (caída de venta de vehículos, menos ventas en más del 50% de las actividades económicas, menos demanda por electrodomésticos, entre otros).
El Banco Central cambió este año el año base y la forma de calcular el crecimiento económico. No digo que esté mal, pero eso influye en la dicotomía entre cifras macro y la realidad en la calle.
Hay evidentemente una recesión, una caída de las ventas. En varios sectores hay decrecimiento por encima del -10% en ventas; y se llega al -18% en sectores fuertes como vehículos, manufactura o incluso el sistema financiero.
Las menores ventas generan menos liquidez y más pagos que se posponen.
P En este escenario de crisis económica real, ¿El sistema financiero, y más específicamente los bancos están en una situación crítica?
El sistema financiero (bancos y cooperativas) tuvo un primer semestre de 2024 muy complicado.
Los depósitos registraron una caída constante hasta abril. Esa caída venía desde los últimos meses de 2023. No se lograba conseguir liquidez a nivel internacional porque el riesgo país se mantuvo alto.
Además, no se estaba logrando colocar crédito porque la gente decía para qué voy a pedir financiamiento si no estoy vendiendo y tal vez no pueda pagar. Las personas que quieren un crédito en un entorno así son las más riesgosas.
Se registró un aumento de las tasas pasivas (depósitos) en niveles que no se habían visto en mucho tiempo: 10% en bancos y más del 12% en cooperativas.
Como consecuencia de esas tasas pasivas tan altas, las tasas activas (créditos) subieron al nivel máximo permitido.
En junio, julio ya agosto, debido a una mayor liquidez en la economía (créditos del exterior y pagos desde el Estado) se comenzó a ver una caída lenta de las tasas pasivas y las activas.
Se ve una ligera recuperación y algunos bancos ya han anunciado que van a dar más crédito. Sin embargo, el sistema financiero va a cerrar un año malo. La rentabilidad será mucho menor que antes, pero no llegará a ser negativa.
P ¿Qué pasaría si este o el próximo Gobierno deciden que meterle más impuestos a los bancos sigue siendo la solución a los problemas fiscales?
En el Ecuador, la peor solución es caerle al sector bancario nuevamente con más impuesto, simplemente porque no se entiende que es bueno que un banco tenga rentabilidad; y que esa rentabilidad se reinvierte para dar más créditos.
Yo creo que es un error no solo del sector político, sino también de ciertos grupos y gremios empresariales que no terminan de entender bien el valor de la banca.
Sería un error, por ejemplo, cerrar 2024 y volver a pensar que la banca puede aguantar un impuesto tan fuerte como el que se le puso a inicios de este año.
Ese impuesto del 25% ha hecho que haya bancos que realmente la tienen complicada y que van a salir adelante seguramente, pero a costa de despedir personal, colocar menos créditos, reducir líneas.
En un entorno de crisis, no entender que la banca tiene que estar estable, tiene que estar bien, y que no se le puede seguir metiendo la mano simplemente porque uno ve en el balance y hay plata, más temprano que tarde termina generando problemas serios a la sostenibilidad del sistema financiero.
Si es que el gobierno actual, o, pero aún el próximo decide que en los bancos está el dinero y ahí es donde tienen que sacarle, muy rápidamente se va a encontrar con bancos que no tienen ya no solo rentabilidad reducida de 5% a 6%, sino que pueden tener rentabilidad negativa. Ahí sí estamos hablando de problemas mucho más serios.
No evitar la tentación política y productiva de meterle la mano a la banca, y creer que por ahí se solucionan las cosas, sería un error muy grave en el mediano plazo.
P ¿Los bancos en el Ecuador necesitan más o menos regulaciones y controles?
Yo soy partidario, y más habiendo sido presidente de la Asobanca, de un buen control y una buena regulación en el sistema bancario. En otros sectores, uno puede decir que menor regulación te hace que más libre y genera más competencia.
En el tema bancario, necesitas una buena regulación, pero el problema es que en el Ecuador regulamos con base en lo que cree el gobierno de turno, la presidenta de la Junta Financiera, o el gerente del Banco Central.
No son regulaciones que estén apegadas a las mejores normas internacionales. Las normas internacionales de Basilea son muy distantes de las que se tienen en Ecuador.
Pero definitivamente, si es que se cree que la reserva de liquidez de las políticas públicas en el Ecuador va a ser meterle la mano a un sector específico, en este caso al sistema financiero (sumando a las cooperativas), se estará creando un suelo débil para el desarrollo económico del país.
A los bancos se le debe exigir que cubran bien sus patrimonios, que tengan un nivel de cobertura adecuado porque la morosidad está subiendo.
Si los políticos a finales de año dicen que hay que ponerle más impuestos a la banca porque generaron rentabilidad en medio de la crisis, el resultado será muy costoso para los ecuatorianos.
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P En este contexto, ¿El peor error que puede cometer este o el próximo Gobierno es lanzar una nueva reforma tributaria?
Lo peor que podría ocurrírsele al Gobierno es una nueva reforma tributaria para subir impuestos. Ya se están comenzando a escuchar que por ahí que se está pensando en una fórmula sobre un aumento del impuesto al patrimonio de ciertas personas, un nuevo impuesto a ciertas empresas o sectores, o convertir el impuesto que se le puso al sistema bancario en un impuesto permanente.
Cualquiera de estas tres medidas lanzaría al Ecuador inmediatamente a una recesión aún más fuerte en 2025.
P ¿Hay formas de sacar al Ecuador de la crisis o el país está destinado a seguir recurrentemente con una economía que genera poco empleo y desarrollo?
Hay una serie de ejemplos en América Latina, donde países con las mismas bases débiles del Ecuador han podido progresar y disparar su economía. Pero para eso se requiere una serie de elementos políticas a mediano y largo plazo sobre desarrollo, competitividad, el rol de la empresa privada y el Estado. Eso evidentemente va a tomar más tiempo.
Ahora, en el corto plazo, tienes dos opciones para reactivar la economía. Por un lado, permitirle al sector privado, a través de menos impuestos y cargas, que sea el motor del crecimiento y de la inversión.
Por otro lado, se puede hacer que el Gobierno descargue algo de gasto público, algo de liquidez y de inversión inmediata para que la reactivación llegue.
Las dos opciones pueden llegar a ser válidas desde un punto de vista de política económica. Pero ¿Cuál es más probable en este momento?
Yo creo que, una vez que ha retirado liquidez de la economía y ha subido los impuestos, no va a poder bajarlos inmediatamente porque además hay un acuerdo con el FMI, hay unos desembolsos que tienen que seguir llegando.
No solo que el gobierno no va a poder bajar los impuestos, sino que para el próximo año va a tener que conseguir $1.000 millones más, sin contar lo que pueda pasar con el ITT y el sector petrolero.
Ya de entrada el próximo año iniciamos en contra el partido de los temas fiscales.
Yo creo que, a muy corto plazo, dado que se retiró dinero de la economía y eso fue al sector público, la única medida rápida para poder hacer reactivación productiva es a través de gasto público o la inversión pública.
Ojalá fuera la segunda, es decir, más inversión pública a través de Gobiernos locales y el Gobierno central.
Otra vía es ponerse al día con los proveedores que están atrasados para arreglar la cadena de pagos. Ahí hay dos vías bastante rápidas.
Pero para eso se requiere que los proyectos que se vayan a ejecutar en esta segunda parte del 2024 ya se hayan contratado ya, ya se hayan subido al portal del Sercop desde hace varios meses.
Si no se ha hecho esto, se va a ir el año sin mayores inversiones.
P ¿La solución de que sea la inversión privada la que mueva el carro de la economía no es factible a corto plazo?
La solución de más gasto e inversión pública es la única factible en los próximos seis meses. Para el próximo gobierno, se tendrá que realmente los incentivos para la producción. No me refiero a subsidios para el sector privado, sino a comenzar a encontrar espacios donde se pueda bajar algo de los costos de producción. Haber subido el ISD no ayuda de ninguna forma. El próximo año deberá buscarse un equilibrio entre inversión pública y privada. (JS)