El ITT representan más del 13% de la producción de Petroecuador

El ITT es el cuarto bloque petrolero más productivo del país.

Dejar de explotarlo, a un promedio de $75 por barril para 2023, representaría una pérdida de casi $4 millones diarios o más de $1.400 millones al año. Esto aumentaría en más del 89% el déficit fiscal. 

El Tribunal Contencioso Electoral (TCE) de Ecuador, tras ocho años de litigio, aceptó este pasado martes 6 de septiembre del 2022 que se validen las firmas de respaldo para convocar una consulta popular contra la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, ubicado en el corazón de la selva amazónica ecuatoriana.

A través de una sentencia, el TCE, máximo organismo de control legal en su ramo, ordenó al Consejo Nacional Electoral (CNE), organizador de comicios, que en el plazo de 15 días declare válidas las firmas de respaldo recogidas en 2014 por el colectivo Yasunidos para la consulta contra la explotación petrolera del Yasuní.

Dicho grupo ambientalista aseguró que la resolución pone fin a la “sistemática vulneración de derechos” y al “fraude” cometido por el CNE durante estos últimos ocho años.

Yasunidos presentó en 2014 más de 800 mil firmas de respaldo para consultar a los ecuatorianos si están de acuerdo en dejar bajo tierra las reservas de crudo descubiertas en el llamado eje ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini) del Yasuní, considerada como una de las zonas de mayor concentración de biodiversidad del planeta.

Además, la consulta intentaba proteger a pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario, pese a lo cual los tres gobiernos sucesivos han continuado con las operaciones de extracción de crudo, bajo el argumento de hacerlo con la mayor responsabilidad ambiental posible.

Sin embargo, Fernando Santos Alvite, ex ministro de Energía explicó que, en primer lugar, el enfoque de la consulta se debería redefinir antes de llegar a las urnas porque se estaría preguntando sobre un hecho pasado.

¿Está de acuerdo o no en mantener el petróleo de los Bloques 31 y 43 del Yasuní-ITT bajo el subsuelo?”, es la pregunta de la consulta popular que podría coincidir con las elecciones municipales y provinciales de febrero próximo, señaló Piedra.

Esa pregunta, según Santos Alvite,  ya no tiene sentido el ITT ya se está explotando desde hace años, lo que significa que en los hechos las reservas del crudo no se han quedado bajo tierra.

Además, y tal vez es lo más importante, el ITT representan más del 13% de la actual producción total de Petroecuador; la cual se ubica en los 384.950,93 barriles por día.

Actualmente, los campos Ishpingo,Tiputini y Tambococha producen  51.242 barriles diarios. Eso representa, si se toma el promedio proyecta de $75 por barril para 2023, casi $4 millones al día en ingresos, o más de $1.400 millones anuales.

En el caso de que se dejara de explotar el ITT, esos $1.400 millones serían una pérdida para las arcas fiscales, que si no se cubren con otros ingresos o menores gastos, podrían aumentar en más de 89% el déficit fiscal para el próximo año.

Así, en última instancia, lo que ya no se produciría en el ITT tendría que cubrirse con más deuda pagadera por las próximas generaciones de ecuatorianos.

Asimismo, no solo se pierden los barriles no extraídos, sino que un porcentaje de los ingresos se va directamente como preasignaciones a los Gobiernos locales. En otras palabras, menos producción petrolera significa menos recursos para municipios, prefecturas y juntas parroquiales.

Si se quieren mantener esas preasignaciones, otra vez se vuelve al mismo dilema: O se aumentan ingresos vía más impuestos u otros mecanismos; o se reducen gastos en otro sectores del aparato estatal, según Raúl Miranda, economista.

Sin embargo, El abogado Pablo Piedra, que ha patrocinado la causa de dejar el petróleo bajo tierra, indicó que la importancia de la consulta “va mucho más allá del interés económico que pueda haber”, pues aseguró que los seres humanos “estamos en medio de una de las mayores crisis climáticas mundiales.

“Lo que se busca es proteger la biodiversidad de este parque que ya ha sido sometido a una destrucción por la construcción de carreteras, plataformas y otras obras petroleras», añadió el letrado.

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