Ecuador es un destino riesgoso para los inversionistas por tres razones

HECHO. Ecuador Open for Business fue una vitrina, pero luego hay que concretar inversiones

A pesar del discurso pro empresa privada, la llegada de capitales extranjeros cayó más de 57% en el último año.

Durante 2021, Colombia recibió $9.402 millones de Inversión Extranjera Directa (IED). Más del 80% de esos capitales no fueron a industrias extractivas como petróleo y minería, sino a actividades con más valor agregado en industria y comercio.

En Perú, a pesar de los problemas no resueltos de la pandemia y la inestabilidad política, la IED sumó más de $6.100 millones.

En ambos casos, se registró una recuperación con respecto a la caída de 2020.

Sin embargo, la situación en Ecuador es diametralmente distinta. A pesar del discurso pro empresa privada, la inversión extranjera se redujo en lugar de recuperarse, en el último año.

Con datos preliminares, elaborados por el Banco Central del Ecuador (BCE), la IED llegó a $493 millones en 2021. Este monto representa $657 millones menos que los $1.150 millones alcanzados en 2020, en medio de la primera ola de propagación de la COVID-19.

Andrea Mendoza, economista y docente, puntualizó que esa reducción se debe a que están estancadas las nuevas inversiones en el sector minero, luego de que se consolidaran las únicas dos minas a gran escala en el país: Mirador y Fruta del Norte.

“Ecuador todavía es muy dependiente de las industrias extractivas. El actual Gobierno ha dado pasos importantes en la atracción de Inversión Extranjera Directa, pero la mayoría de los acercamientos están todavía en el terreno de las buenas intenciones”, dijo.

Ajustar leyes para mejorar la inversión

A inicios de este 2022 ha habido buenas noticias como el anuncio de la instalación de una planta de Mercado Libre en el país; pero, dentro de la Ley de Inversiones se deben incluir cambios claves para hacer de Ecuador un destino menos riesgoso para los inversionistas internacionales.

“Los incentivos y facilidades son importantes; pero si no se establecen garantías reales, los capitales buscarán mejores opciones. Actualmente, hay recursos que están saliendo de otros países de la región y no se puede desaprovechar esa realidad”, aseveró Mendoza.

¿Cómo Ecuador puede dejar de ser un destino riesgoso?

Óscar Del Brutto Andrade, abogado especialista en litigios y arbitrajes comerciales, explicó que, si la Ley de Inversiones se aprueba tal como la envió el Gobierno, Ecuador seguirá siendo un destino riesgoso para los inversionistas por tres razones.

En primer lugar, en cualquier momento se puede ordenar, sin necesidad de mayores sustentos, la prohibición de salida del país del representante de una compañía.

En segundo lugar, a través de la figura de las llamadas medidas cautelares constitucionales, se permite a cualquier juez paralizar inversiones so pretexto de proteger derechos constitucionales.

En tercer lugar, existe un largo historial de procesos judiciales corruptos, como el de Chevron, los cuales pueden terminar en millonarias indemnizaciones en contra de los inversionistas.

Con todos estos antecedentes, Del Brutto Andrade propone que se añadan cambios claves en el proyecto de Ley, que actualmente está próximo al primer debate en la Asamblea.

Lo primero es que se declare la validez de las cláusulas contractuales en las que se limita el monto de la responsabilidad del inversor. Con esto, las personas que traigan parte de sus capitales al Ecuador podrán calcular el máximo de su exposición y valorar si resulta un buen negocio.

Segundo, se podrían incluir reformas que protejan a los representantes de posibles responsabilidades personales y que limiten la intromisión de medidas cautelares constitucionales en la inversión.

Y, tercero, la ley podría permitir la libre transferencia de las participaciones para que el inversionista pueda vender sus acciones y participaciones, en cualquier momento, a quienes estén en mejor posición de diversificar el riesgo.

“No hay comité o secretaría que pueda atraer inversionistas a un país que genera tantos riesgos como Ecuador. A menos que se tomen medidas para que el inversor se sienta más seguro, seguiremos viviendo en un país en donde, en términos de inversión extranjera, nada pasa”, puntualizó. (JS)