Recursos públicos se gastaron mal en la infraestructura vial

PROBLEMA. El mal estado es la regla en gran parte de la red vial ecuatoriana.
PROBLEMA. El mal estado es la regla en gran parte de la red vial ecuatoriana.

Más de $15.000 millones se destinaron en los últimos 14 años, pero la mayoría de la red ni siquiera está adecuadamente asfaltada. Se necesitan inversiones crecientes hasta el año 2040.

Entre 2007 y 2017, a pesar de la publicidad oficial y las grandes sumas de dinero que se invirtieron, la red de carreteras en el país no mejoró sustancialmente. Se asfaltaron 1.712 kilómetros de vías, pero el 82% de esa red continuó desatendida y en condiciones que, en el mejor de los casos, ni siquiera permite un tránsito adecuado de manera permanente.

De acuerdo con un último informe del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), durante esos años se gastaron más de $1.500 millones al año, es decir más de $15.000 millones en total.

El 99% de esos recursos salió del Estado (gran parte vía endeudamiento caro). El aporte del sector privado, vía concesiones, no superó los $64 millones anuales.

El enfoque estuvo en las grandes carreteras como la Ruta Spondylus, en el litoral ecuatoriano; la Troncal Amazónica, que comienza en la frontera con Colombia; la Troncal de la Sierra, y el Proyecto Multimodal Manta-Manaos.

Sin embargo, la calidad de las obras es baja; por lo que en poco tiempo se necesitó crecientes montos para mantenimiento. El problema es que nunca se previó el financiamiento para ese mantenimiento.

Además, un análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) apunta a que entre el 15% y 30% de ese gasto se perdió en una combinación de corrupción e ineficiencia. El mal manejo no solo corresponde al Gobierno Central, sino también a los Gobiernos locales.

Creciente brecha de infraestructura

Antes del inicio del gobierno de Lenin Moreno, el llamado stock de infraestructura ya era bajo. Así, se tenía $1.600 por habitante. La media regional llegaba a $2.180; mientras los estándares de países desarrollados se ubicaban en $12.890.

Los bajos estándares nacionales solo han empeorado en los últimos cuatro años, debido a que la falta de recursos en el sector público ha afectado directamente a la inversión, no solo vial sino también en otro tipo de obras.

La administración de Guillermo Lasso busca revertir esta situación a través de alianzas público-privadas. Sin embargo, Rodolfo Domínguez, consultor internacional en desarrollo económico, explicó que el malgasto y la corrupción de años anteriores han provocado que se necesiten grandes cantidades de recursos para poder cubrir la brecha de infraestructura.

De acuerdo con el estudio de la CAF, Ecuador necesita inversiones anuales de $3.600 millones en promedio hasta 2040. Ese monto es necesario para cubrir las necesidades del creciente parque automotor.

En 2017, el país tenía 1,71 millones de vehículos de todo tipo; pero el número llegará a 5,4 millones en los próximos 19 años.

Además, también es indispensable alrededor de $800 millones anuales para mantenimiento de toda la infraestructura existente. Desde Moreno, el presupuesto disponible para mantenimiento no superó los $300 millones.

Los recortes se mantienen para el presupuesto 2022, donde solo cinco centavos de cada $100 tiene como destino la obra pública. (JS)

Resultados de la mala inversión

  • El malgasto en la inversión en infraestructura es uno de los factores que explican que Ecuador haya crecido, en promedio, menos del 1% del PIB desde 2015.
  • En el ferrocarril se gastó casi $600 millones, entre 2012 y 2016, pero el proyecto generó pérdidas de más de $160 millones.
  • De una extensión de 42.000 kilómetros de carreteras en el país, solo 7.398 kilómetros están adecuadamente asfaltados.

El Gobierno tiene siete proyectos prioritarios en obras públicas

Durante el reciente foro ‘Ecuador Open for Business’, el ministro de Transporte y Obras públicas, Marcelo Cabrera, explicó que se han determinado siete proyectos prioritarios para ser concesionados al sector privado.

Los primeros en la lista, que se espera delegar en 2022, son el Viaducto Sur (Guayaquil) y la rehabilitación del ferrocarril. Solo para este último se necesita una inversión de $2.500 millones para convertirlo en una infraestructura rentable que no solo se destine a actividades turísticas, sino también para transporte normal de pasajeros y carga.

Otros proyectos en carpeta son el corredor interportuario Montecristi- La Cadena; el corredor logístico Loja-Catamayo; la concesión del puerto de Esmeraldas; la vía Cuenca-Molleturo- El empalme, entre otros.