La lucha contra la inflación es de mediano y largo plazo

Bolsillo. El aumento de precios de productos básicos preocupa a los ciudadanos.
Bolsillo. El aumento de precios de productos básicos preocupa a los ciudadanos.

El Gobierno ya redujo a cero los aranceles de los insumos más importantes y subsidia los combustibles más usados en el país.

En medio del creciente descontento social y el paro impulsado por la Conaie, se hace cada vez más evidente el impacto de la inflación en el bolsillo de los ecuatorianos.

Se levantan reclamos para que el Estado aumente más el gasto social o para que suba el ya elevado subsidio a los combustibles más utilizados, como las gasolinas extra y súper.

El ministro de Economía, Simón Cueva, explicó que se ha ordenado la casa para, precisamente, destinar más dinero a los bonos y ayudas sociales. También para pagar deudas pendientes con sectores como la salud pública y el IESS. Para eso se tiene presupuestado un gasto total de al menos $1.200 millones.

A eso se suman los esfuerzos para fortalecer el monto invertido en las áreas sociales en su conjunto). Hasta finales de 2022, el objetivo es llegar a los $14.303,39 millones. De ese total, más del 71% se va en bienestar social ($1.981,66 millones), Salud ($3.377,33 millones) y Educación ($4.856,43 millones).

Cueva recalcó que una de las razones de fondo por las que Ecuador tiene la segunda inflación más baja de la región es que, desde octubre de 2021, se congelaron los precios de la gasolina extra y el diésel.

“Desde el mes de octubre se decidió congelar los precios de las gasolinas extra y diésel. Esos son los productos que más consumen los ecuatorianos. El mantener estables estos precios ha permitido algo que quizá es más difícil de percibir. Ecuador tiene una de las inflaciones más bajas del mundo y la segunda más baja del continente americano”, dijo.

Ese esfuerzo, de acuerdo con el ministro, representará al menos $3.000 millones de gasto adicional solo durante este año. El presupuesto inicial era de menos de la mitad.

Con respecto al pedido de la Conaie sobre reducir aún más los precios congelados de la extra y el diésel, Cueva puntualizó que es completamente inviable y restaría recursos para las mismas áreas sociales que se dice defender.

El funcionario recalcó que se sigue trabajando en optimizar las ayudas sociales, las cuales cubren al 30% más pobre de la población.

“Se han tomado medidas para reducir el impacto en los sectores más vulnerables. No todo está resuelto. Hay cosas que seguir mejorando en temas de calidad y eficiencia de gasto, pero no se ha descuidado al sector social”, afirmó.

Ayudas directas

Alberto Acosta Burneo, editor de la revista Análisis Semanal, recordó que la mayor parte de la inflación que estamos viviendo es importada, sobre todo en productos como trigo, petróleo y todos sus derivados, fertilizantes y plásticos.

“No tiene una causa monetaria como en otros países, es decir, no es resultado que el Gobierno de turno esté imprimiendo billetes para gastar más. Donde más campo de acción tiene el Gobierno es en el apoyo del abastecimiento de fertilizantes, y en programa de abastecimiento subsidiado de fertilizantes para pequeños agricultores”.

Con esto coincidió Santiago García, docente de la Universidad Central y presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, quien añadió que esas ayudas deben ser temporales y bien focalizadas.

El ministro Cueva aseguró que desde el ministerio de Agricultura se trabaja para importar y entregar fertilizantes y urea a más bajo costo. Sin embargo, todavía no hay anuncios concretos.

Reducción de aranceles

Organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha recomendado que, para reducir el impacto de la inflación y el aumento de la pobreza, se establezcan medidas como la eliminación de impuestos y aranceles.

Ante consulta de LA HORA, la Subsecretaría de Desarrollo Industrial y Territorio del Ministerio de Producción explicó que, desde 2021, la mayoría de los insumos que han sido afectados por la subida internacional de precios no cuentan con aranceles.

“Por ejemplo, fertilizantes, urea y otros insumos agrícolas tienen arancel cero.  La última reforma hizo mucho énfasis en reducir aranceles para materias primas, insumos y bienes de capital.   Hay muy pocas excepciones, cuyos productos finales podrían mantener aranceles bajos todavía, pero eso responde a sensibilidades de producción nacional.  Es decir, los insumos más importantes para la producción agrícola ya están libres de cargas”, se detalló.

Por otro lado, para la reducción de aranceles de bienes terminados, desde el Ministerio de Producción se recalcó que la mejor forma es a través de acuerdos comerciales.

Las soluciones de fondo son de largo aliento

Santiago García, docente de la Universidad Central y presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, explicó que para fortalecer la débil estructura productiva del país, y reducir las ineficiencias que aumentan los costos de producción, se deben realizar al menos dos medidas de mediano y largo plazo.

Por un lado, se debe consensuar una buena política de precios mínimos. “Esa política debe establecer precios de sustentación, pero de mutuo acuerdo y que sea flexible, de acuerdo con las circunstancias. Es decir, no controles de precios, pero sí condiciones mínimas que sean cumplidas por todos”, dijo.

Por otro lado, de la mano de la fusión de la CNF y Banecuador, se debe capitalizar a toda la banca pública para que pueda ofrecer verdaderos créditos productivos. De lo contrario, esa fusión solo será un cambio de membrete.

A todo eso se debe sumar asistencia técnica y el indispensable fomento a la asociatividad.