Los precios en el país son de los que menos han subido en la región en los últimos dos años. La eliminación del subsidio a los combustibles no es la causa de la crisis en la producción agrícola.
Durante 2020, en medio del primer golpe de la pandemia, la inflación aumentó en la mayoría de los países de América Latina. Sin tomar en cuenta a Venezuela, donde el costo de la vida sube sin control, el promedio en la región fue de más del 8%.
Sin embargo, el índice de precios en Ecuador cerró el 2020 en -0,9%, es decir, se registró un decrecimiento que incluye a productos agrícolas como el arroz, la cebolla, entre otros.
Al contrario del discurso político de actores como Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaei), el problema está más por el lado de la baja productividad, la especulación y los intermediarios y menos en la inflación.
Luego de la reunión del 4 de octubre de 2021 en Carondelet, Iza salió a decir que no se puede acordar nada hasta que el ejecutivo se comprometa a dar marcha atrás en la eliminación del subsidio a los combustibles.
“El bolsillo de los ecuatorianos está castigado por la continua alza de precios”, ha repetido el dirigente indígena. Sin embargo, al mismo tiempo exige que el Gobierno cierre fronteras y ponga control de precios porque el valor de los productos agrícolas se está desplomando.
Romina Luque, economista, explicó que, en promedio, los combustibles representan el 9% de los costos productivos. En el caso de la agricultura el porcentaje baja al 3,2%.
“Los controles de precios no sirven de nada si se sigue produciendo de manera ineficiente, sin tecnología y poco acceso al crédito. En Colombia y Perú, con gasolinas mucho más caras, se generan más quintales de arroz y más baratos por hectárea que en Ecuador”, acotó.
Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un productor peruano genera lo mismo que tres ecuatorianos. El país es poco competitivo y, además, más del 80% de las ganancias se van a los intermediarios y especuladores.
Seguimos en el círculo vicioso
Se produce caro, pero la economía nacional no puede comprar a los precios que necesitan los productores para cubrir sus costos. En este contexto, sectores como el de los arroceros amenazan constantemente con paralizaciones para que el Estado solucione sus problemas y ponga precios sin sustento a la realidad del país y hasta les compre la mayor parte de la producción.
Mientras tanto, nada se dice de los problemas estructurales. El resultado es que tenemos un campo empobrecido y poca voluntad de buscar soluciones reales.
En el último año y medio, se ha disparado el precio de los insumos en el agro y otros sectores productivos. Sin embargo, la razón no tiene que ver con los combustibles internos o los impuestos, sino con la crisis internacional de los fletes y el transporte.
Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera zona, recordó que desde hace varios años ya están con tarifa 0% más del 90% de los insumos y materias primas para el sector.
En este contexto, lo que se necesita es eliminar tramitología e intermediarios en la cadena productiva más que pensar en control estatal y subsidios.
¿Cuándo subió la canasta básica?
Durante los últimos 4 años de Rafael Correa en el poder, el costo de la canasta básica pasó de $628,27 a $709,18. Es decir, cada año hubo un incremento promedio de más de $22, a pesar de tener precios del petróleo a la baja y subsidio completo a los combustibles.
El periodo de Lenín Moreno cerró con un costo de $710,95, lo que implica un aumento total de menos de $2 o $0,44 cada año. Todo esto en medio del desmonte del subsidio y la crisis de la pandemia.
En los primeros cuatro meses con Guillermo Lasso, la canasta se ha cotizado en $712,85, es decir, $1,9 adicional o $0,44 cada mes. Sin embargo, una comparación más ajustada a la realidad se deberá hacer al menos cuando complete su primer año.
