Las industrias de carne de pollo, pavo, cerdo y huevo denuncian que no tiene suficiente materia prima para abastecer la demanda hasta abril 2022.
Esas industrias utilizan el grano como una de sus principales materias primas para la alimentación del ganado y los animales (a través de balanceados).
Hasta abril 2022, se requiere la importación de al menos 225.935 toneladas de maíz para suplir lo que no se produce localmente. Sin embargo, los trámites de importación son engorrosos y costosos; además, desde la Asamblea se presiona para que no se eliminen todos los permisos.
«El sector de la proteína animal en el país está bajo una seria amenaza en virtud de que existen presiones desde la Asamblea Nacional para que el ministerio de Agricultura deje sin efecto las autorizaciones que se dieron de manera legal para la importación de maíz«, explicó Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de la Industria y la Producción (CIP).
Esas presiones, de acuerdo a Wilson Hidalgo, presidente de la Asociación de Ecuatoriana de Alimentos Balanceados (Afaba), vienen de los legisladores de la Comisión de Soberanía Alimentaria, y buscan -a su parecer- favorecer a un grupo reducido de especuladores y acaparadores.
La crisis mundial de los contenedores y fletes ya ha venido complicado las importaciones desde el año pasado, por lo que un embarque puede demorar hasta 2 meses. Pero a esta situación difícil se ha sumado la poca agilidad para las licencias; y ahora -lo que denominan- manipulaciones políticas.
«Sin ningún fundamento técnico, sino solo consideraciones políticas, nos quieren dejar en manos de especuladores y acaparadores. Solo ellos tiene reservas y quieren vender el grano cada vez más caro», acotó.
El maíz de producción nacional ya es caro normalmente. En Colombia y Perú, el quintal no supera los $13,96; pero acá se comercializa a $20. Los gremios de la industria cárnica aseguran que los especuladores amenazan con subir el precio a $25.
«El no poder importar el maíz dará como resultado de que muchas pequeñas industrias quiebren», señaló Hidalgo.
Proteccionismo a producción nacional ineficiente
El maíz es solo uno de los productos agrícolas que tienen una pesada tramitología y continuas trabas para la importación.
Jorge Josse, director de la Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (Aprobal) denunció que a nombre de defender a la producción nacional se ha establecido, desde hace varios años, una política de licencias previas que encarece todo.
Esa política obliga a que se pidan una serie de permisos y habilitaciones para cada cargamento de materias primas que se quiera importar.
Así, por ejemplo, se limita la compra en el exterior de harina de trigo, la cual es necesaria para las industrias agropecuaria y camaronera.
Esas industrias requieren 1,1 millones de toneladas al año, pero decenas de las licencias de importación están represadas porque se quiere defender y mantener altos los precios de la producción nacional que no supera las 50.000 toneladas-
Esa misma situación se repite con el trigo, que es base para la elaboración del pan. (JS)
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