Los comuneros de Santa Rosa, Pasa y San Fernando se tomaron las instalaciones este miércoles 22 de junio.
El frío y la llovizna acompañaron en su recorrido a los cientos de personas que bajaron desde las comunidades indígenas de las zonas altas de Ambato que bajaban con la idea fija de tomarse la Gobernación de Tungurahua.
Los comuneros de Santa Rosa, Pasa y San Fernando llegaron al centro de la ciudad pasadas las 13:00 cuando se encontraron para caminar juntos hacia su meta.
Rompieron el cerco
Alrededor de las 13:40 los manifestantes empezaron a caminar por varias calles del centro de la ciudad hasta llegar a la avenida Cevallos y Castillo, entre las calles Sucre y Quito, donde se encontraron con los primeros obstáculos.
Esto no los detuvo, pues unos empezaron a retirar los obstáculos y otros a trepar para llegar hasta la Gobernación.
Ya en la intersección de la Sucre y Castillo se reunieron todos manifestantes quienes con gritos de protesta, así como con el “fuera Lasso fuera” que se ha escuchado desde el inicio de la movilización nacional convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), hicieron una pausa para poder agruparse y encontrar la forma de tumbar el vallado ubicado en las afueras de la Gobernación de Tungurahua.
Nuevamente por la fuerza, pero sin generar enfrentamientos con la fuerza policial, a las 14:25 lograron entrar a la Gobernación de Tungurahua, en donde aseguraban que no dejarían el lugar hasta no recibir una respuesta positiva, del Gobierno Nacional, a los 10 puntos planteados por la Conaie.
Esta es la segunda ocasión, en menos de una semana, en la que los movimientos indígenas se toman la Gobernación de Tungurahua. Ellos ingresaron al lugar de manera pacífica el viernes 17 de junio y dos días después el gobernador Fernando Gavilanes les pidió salir del lugar para que el lunes 20 se retomen las actividades laborales en el lugar. (NVP)
El paro nacional convocado por la Conaie inició el lunes 13 de junio de 2022.
Los dirigentes indígenas señalaron que no permitirían que se infiltren vándalos.
Los dirigentes aseguraron que se harán responsables de cuidar los bienes dentro del edificio.