Siete mitos y verdades sobre el sistema tributario en Ecuador

REALIDAD. El pago de tributos no es la norma en la economía ecuatoriana.
REALIDAD. El pago de tributos no es la norma en la economía ecuatoriana.

Desde inicios del año 2.000, la recaudación se incrementó más de 1.300%, pero los contribuyentes son una mínima parte de las personas y las empresas.

En los últimos cuatro años, los ingresos tributarios han promediado más de $14.100 millones al año. Sin embargo, esos ingresos solo alcanzan para cubrir el 35% de los gastos del sector público.

Con la creación del Servicio de Rentas Internas (1997) se disparó la recaudación de impuestos, pero todavía quedan sin resolver los problemas de evasión y el bajo porcentaje de ecuatorianos que aportan al fisco.

Cada vez se recauda más

En los últimos 21 años, la recaudación de impuestos pasó de $1.000 millones (5,2% del PIB) a más de $14.100 millones (15% del PIB) al año. La base de contribuyentes pasó de 92.000 a casi 2 millones.

Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en los países más desarrollados, los tributos directos pagados por las personas solo representan $0,09 de cada $100 recaudados anualmente.

IVA y renta son la base del sistema

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) representa el 55% de todo lo que se recauda cada año (más de $7.700 millones. Por otro lado, el impuesto a la renta llega al 30% de los ingresos tributarios ($4.200 millones). Otros $1.800 millones se consiguen con el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) y el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD). El 3% restante viene de más de una decena de tributos menores.

Los aranceles son un mundo aparte

Dentro de las estadísticas de recaudación, las autoridades no incluyen a los aranceles. Las tasas que se cobran sobre los productos importados representan alrededor de $1.500 millones de ingresos adicionales para el fisco.

En más de tres ocasiones se ha intentado fusionar las Aduanas y el SRI en una sola institución; sin embargo, presiones políticas y económicas no han permitido que se concrete. Las actuales autoridades han reconocido que las Aduanas han sido un botín de contrabandistas y sectores seudo empresariales durante décadas.

Presión tributaria en Ecuador está por debajo del promedio regional

En América Latina, el pago de impuestos y de los aportes obligatorios a la seguridad social representan, en promedio, el 22,9% del Producto Interno Bruto de los países. En Ecuador, el porcentaje llega al 20,1%. Así, 16 economías en la región tienen una presión tributaria mayor.

Si se excluyen los pagos a la seguridad social, esa presión se reduce al 14,6%; pero aún en ese escenario, Ecuador sigue muy por debajo que el promedio regional de 19,2%.

Solo países como Guatemala, Panamá, Paraguay y República Dominicana cobran menos impuestos.

Evadir es la regla

El 8% de las empresas y alrededor de 275.000 personas pagan efectivamente el impuesto a la renta en el país. De cada cien operaciones económicas en un día, solo 40 son formales y tributan al estado (la mayoría es pago IVA).

En los últimos 14 años, se han hecho, en promedio, 2 reformas tributarias al año; pero no se ha atacado el problema de la evasión y el contrabando.

La sociedad ecuatoriana justifica mayoritariamente el no pago de impuestos. Alrededor de 6 de cada 10 lo ven como algo normal.

Impuestos locales y ambientales se cobran poco y mal

En promedio, los impuestos locales (predial y otros) y ambientales representan más del 6% del Producto Interno Bruto (PIB) de los países de América Latina. Sin embargo, el porcentaje en Ecuador no supera el 1,5%, debido a que el cobro se maneja de manera política y sin bases técnicas.

En ciudades como Quito, por ejemplo, el impuesto predial tiene innumerables cuestionamientos de ciudadanos y empresas.

Esfuerzo privado se va en pagar nómina estatal

Durante los últimos cuatro años, de cada $100 recaudados en impuestos, alrededor de $75 se fueron al pago de la nómina en el sector público. En otras palabras, las tres cuartas partes del esfuerzo privado se destinan al sostenimiento de la burocracia; pero la calidad de los servicios públicos no ha mejorado sustancialmente.

De los más de $14.000 millones de ingresos tributarios al año, solo $3.500 millones quedan para otros gastos como inversión, ayudas sociales, subsidios, entre otros. (JS)