A pesar de que sirve para asegurar un patrimonio y ahorrar para emergencias, este tipo de producto financiero es poco conocido en Ecuador.
Cualquier persona debería preguntarse ¿Cómo voy a proteger a mi familia o patrimonio que les dejo a mis familiares, si muero prematuramente? Ante ese evento, lo mejor es asegurarse con un seguro de vida.
Una de las grandes enseñanzas de la pandemia es la importancia de proteger los impactos patrimoniales que ocasionan las afectaciones a la salud y la vida de nuestros seres queridos.
Si bien la pandemia causó muchos daños en términos generales, a escala global también enseñó algunas cosas de gran valor como la importancia de proteger la vida y el patrimonio.
Quedó claro que la planeación financiera y la aceptación de la existencia de riesgos, puede ser el salvavidas que permita afrontar momentos inesperados, sin afectar la calidad de vida y la tranquilidad de las personas y las familias.
De ahí nace la importancia de invertir en un seguro de vida, pues este es un instrumento financiero que ayuda a reducir la incertidumbre económica sobre el futuro.
Es un aliado fundamental, ya que por medio de una póliza de seguro (a corto, mediano y largo plazo), se logran mitigar los impactos que sobre el patrimonio de las personas y sus familias pueden traer situaciones como la muerte o la incapacidad total y permanente que, muy pocas veces se contemplan.
“Este tipo de productos les permiten a las personas recuperarse de un evento que le afecte directamente su economía; adicionalmente, en caso de fallecimiento, los beneficiarios cuentan con los fondos suficientes para los gastos funerales, permite a los hijos darles continuidad a sus estudios, y garantiza el bienestar y calidad de vida de los beneficiarios con todas las implicaciones económicas que esto signifique” explicó Carlos Vera, experto en seguros.
A pesar de las ventajas, menos de 8% de ecuatorianos y del 2,5% de ecuatorianas tienen seguro de vida, según un último estudio del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
¿ Qué se debe tomar en cuenta para contratar un seguro de vida?
1.- Es preciso aclarar que no existen precios fijos para los seguros de vida ya que, cada uno es definido por la persona que está interesada en adquirirlo. El valor o la prima a pagar cada mes surge a través de una consultoría donde se analizan las necesidades y se determinan variables como el estilo de vida, el objetivo y tipo del seguro, la edad del interesado, entre otros.
2.- Mientras más temprana sea la edad de adquisición del seguro de vida, las primas mensuales serán más económicas en comparación con edades avanzadas (comparando las mismas cualidades del seguro). En otras palabras, la edad recomendada está entre los 28 y 40 años, debido a que en ese periodo es la fase más productiva y sana de una persona. Así, se podrán negociar mejores condiciones; además, se puede acumular un mayor patrimonio que podrá ser utilizado por la familia o beneficiarios en caso de muerte o enfermedad grave.
3.- Los tipos de seguros pueden variar ya que puede beneficiar a la familia, pareja, hijos u otras personas importantes; en caso de que el asegurado fallezca o, por el contrario, de no ser contratada una cobertura por fallecimiento, se podrá contar con protección en caso de accidentes o enfermedades graves.
4.- Los seguros están pensados con el fin de proteger y brindar estabilidad financiera a las personas y familia en caso de presentarse el fallecimiento del asegurado. Esto es especialmente importante para los hombres y mujeres cabezas de hogar o con varias personas bajo su responsabilidad. Además, el dinero pagado mensualmente en primas, y que se invierte para generar rentabilidad, se puede utilizar cuando ocurren eventos y gastos imprevistos.
5.- Para contratar un seguro de vida, las personas pueden solicitarlo a través de su agente de seguro o contactando directamente a la aseguradora. Los pagos pueden negociarse para que sean anuales, semestrales, trimestrales o mensuales. En promedio, esos pagos pueden ir entre $30 a más de $200 mensuales. (JS)