Hincapié, el baluarte de la defensa tricolor

Denzel Dumfries (i) de Países Bajos disputa un balón con Piero Hincapié de Ecuador.

Con 20 años, el esmeraldeño es el líder de una línea defensiva que solo ha recibido un gol en los últimos ocho partidos.

DOHA.- Piero Hincapié tiene un rostro un tanto infantil, pero el descaro de un veterano. Frente a Países Bajos, el defensa del Bayer Leverkusen no dudó en encararse con Virgil van Dijk, todo un ganador del premio al mejor jugador del año, muestra de la personalidad fuerte de esta promesa del fútbol ecuatoriano.

Hincapié, el segundo elemento más joven de la benjamina del Mundial de Catar, empieza a convertirse en el rostro de la línea más fuerte de la Tri: la defensa.

Si Enner Valencia, el más veterano del grupo, se ha convertido en el elemento imprescindible del equipo por su aportación ofensiva, Hincapié emerge como el baluarte de una defensa que en los últimos ocho partidos solo ha recibido un gol.

A sus 20 años, el joven de Esmeraldas fue uno de los responsables de que una de las selecciones más ofensivas del mundo apenas encontrara grietas en la defensa ecuatoriana.

El seleccionador, Gustavo Alfaro, que a menudo alaba la madurez de su joven equipo, no parece albergar dudas sobre la valía del jugador del Leverkusen, un nombre que se va abriendo camino entre las agendas de los grandes clubes del continente.

Hincapié ya sabe lo que es disputar grandes competiciones internacionales y si con su club alemán descubrió las más duras en clubes, no parece que el Mundial esté generándole una gran presión.

Atrevimiento y confianza

Ante Catar no le pesó el ambiente del partido inaugural contra los anfitriones y fue el mejor de la defensa de cuatro alineada por el «profe».

Tampoco le afectó jugar ante una grande del mundo como Países Bajos, donde sacó la cabeza por encima de sus compañeros, esta vez en un dispositivo de tres centrales y dos carrileros.

Todo le vale a este prometedor defensor, versátil, capaz de una gran contundencia frente a los delanteros y de vistosa elegancia a la hora de sacar el balón jugado.

Su técnico en Alemania, el exfutbolista español Xabi Alonso, no pierde ocasión de ensalzar las virtudes del jugador que tiene a sus órdenes, lo mismo que Alfaro.

En septiembre pasado, cuando Alfaro ultimaba la nómina de jugadores que llevaría al Golfo Pérsico, viajó a Leverkusen para visitar al jugador que ya conocía bien de las eliminatorias sudamericanas. Allí, Hincapié fue uno de los elementos esenciales que convirtieron a Ecuador en la única selección que fue capaz de ponérselo complicado a Brasil y Argentina, contra quienes sumaron dos empates.

Al borde de conseguir una histórica clasificación para octavos de final, la segunda en la historia de Ecuador, el central es ya una pieza clave de un equipo que ha ilusionado a todo un país.

Si la Tri suma un punto contra Senegal en la última jornada de la fase de grupos, Hincapié habrá conseguido el objetivo primero con el que llegaron a Catar.

Él encarna como nadie el espíritu de la selección esculpida por Alfaro, asentada en la calidad, en la juventud y en el descaro de unos futbolistas que, como repite una y otra vez su seleccionador, lo único que tienen prohibido es no soñar. EFE