El Gobierno presentó la estrategia de clústeres o ecosistemas productivos para impulsar el desarrollo, la innovación y el empleo en 20 sectores de la economía.
Este 10 de febrero de 2022, el ministro de Producción y Comercio Exterior, Julio José Prado, explicó que el Gobierno busca cambiar el panorama productivo ecuatoriano mediante el impulso de 20 clústeres o ecosistemas de negocios.
Según el funcionario, hasta 1994, Ecuador y Costa Rica tenía economías muy parecidas sobre la base de producción de materias primas y casi ningún sector tecnológico.
Sin embargo, el país centroamericano, a partir de ese año, apostó a la diversificación de sus actividades a través de juntar, en torno a productos y servicios específicos, a empresarios, científicos, universidades, gobierno y sociedad civil.
Esa apuesta ha permitido que ahora Costa Rica tenga una creciente producción tecnológica y de valor agregado y no solo los típicos bienes primarios como banano, café, entre otros.
Ecuador, por su parte, no hizo cambios profundos y se mantiene dependiente de exportaciones básica y petróleo.
Prado puntualizó que en el país se va implementado un modelo de desarrollo antiguo donde el «Gobierno sabe lo que le conviene a todo el mundo y ejecuta una política de escritorio».
Los resultados han sido escasos y en el camino se ha dejado de lado el potencial de las universidades existentes para crear el conocimiento necesario para impulsar la economía.
«Nunca otro Yachay. Tenemos que trabajar con lo que ya existe para llevarlo al siguiente nivel y que esas estrategias vayan bien», dijo Prado.
De lo simple a lo complejo
Así, durante los últimos ocho meses se ha trabajado de cerca con el sector privado y la academia para establecer las actividades con más potencial de crecimiento e innovación.
Ya se han dado los primeros pasos para la creación de espacios de cooperación o ecosistemas de negocio. Estos clústeres servirán para la creación productos y servicios con valor agregado a mediano plazo en las siguientes actividades:
Industria forestal; Industria de textil y moda; Café y elaborados; Plástico; Logístico Tecnológico; Chocolate; Arroz; Bebidas alcohólicas; Oleaginosas y aceites; Industrias creativas; Industria láctea; Atún; Súper ‘foods’; Innovación en salud; Financiero; Bananero; Desarrollo inmobiliario; Cáñamo industrial y Minería responsable.
El objetivo final, por ejemplo, es emular experiencias como las del sector cafetero colombiano, donde se comenzó con unir a los productores, estandarizar la calidad de los cultivos, invertir en tecnología, y finalmente producir valor agregado a través de las cadenas de cafeterías de Juan Valdés. (JS)