Flota pesquera china amenaza nuevamente a la reserva de las Islas Galápagos

Las actividades ilegales de esa flota se han convertido en un problema recurrente

El Gobierno de Ecuador comunicó al su par de China su preocupación porque una flota pesquera de ese país se está aproximando a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Galápagos.

 

El Gobierno de Ecuador anunció que mantiene una vigilancia permanente sobre el desplazamiento de una flota pesquera extranjera que se encuentra en aguas internacionales y que aparentemente se dirige a un sector adyacente a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de las Islas Galápagos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores, en un comunicado, señaló que en las últimas semanas algunas embarcaciones de dicha flota se han aproximado a unas 70 millas náuticas de la ZEE, al suroeste de las islas Galápagos, en faenas de pesca de calamar gigante.

La Cancillería ecuatoriana indicó que ya ha comunicado de manera oficial a las autoridades de Pekín su preocupación por la situación y ha pedido que dicha flota, que suele estar integrada por embarcaciones de China y de otras naciones asiáticas, se mantenga fuera de los límites de la ZEE.

La diplomacia ecuatoriana también ha exhortado a su par de China a que se cumplan las normas y regulaciones establecidas para «garantizar la sostenibilidad de la especie y no afectar a los ecosistemas marinos».

La Cancillería espera mantener abierto un canal de comunicación que permita procesar la preocupación ecuatoriana y asegurar la adopción de medidas que garanticen que la flota pesquera internacional realice actividades pesqueras en aguas internacionales fuera de la ZEE, con sujeción al derecho internacional y al respeto a la soberanía de Ecuador.

La presencia de la flota pesquera internacional suele repetirse cada año y genera preocupación en países suramericanos del Pacífico como Ecuador, Perú y Chile.

Además, las autoridades ecuatorianas y grupos ambientalistas han expresado su preocupación por la presencia de la flota pesquera en zonas próximas a Galápagos, que suelen ser corredores de especies marinas migratorias, algunas de ellas en peligro de extinción.

En agosto de 2017, Ecuador detectó una gran flota de pesca ilegal cerca de la Reserva Marina de Galápagos, compuesta por 297 buques, uno de ellos, el Fu Yuan Yu Leng 999, fue incautado entonces por las autoridades ecuatorianas.

Esa embarcación había sido capturada a 34,5 millas náuticas (63,9 kilómetros) al este de la isla San Cristóbal, la más oriental de las Galápagos, con 300 toneladas de pesca, incluidas especies protegidas como tiburones martillo, en peligro de extinción e incluidos en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Situado a unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales ecuatorianas, el archipiélago está formado por 13 islas grandes, 6 menores y 42 islotes, y por su biodiversidad es considerado un laboratorio natural que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.

Una traba para el acuerdo comercial

Juan Carlos Morejón, economista e investigador en temas de integración comercial, explicó que los persistentes problemas con la flota pesquera china representan una bandera roja no solo para el ecosistema marítimo de Galápagos; sino también para las aspiraciones de firmar un acuerdo comercial con ese país asiático.

» El canciller Holguín dijo hace más de tres meses que había la voluntad política de que los procesos sean más rápidos de lo normal; pero la negociación no se puede hacer a costa de seguir permitiendo pesca ilegal en zonas prohibidas. Se han hecho grandes esfuerzos por ampliar la zona exclusiva, pero falta consistencia», dijo.

Durante el primer trimestre de 2022, las exportaciones ecuatorianas a China fueron las de más alto crecimiento, en comparación a otros destinos importantes como la Unión Europea y Estados Unidos.

Por eso, el Gobierno ecuatoriano debe jugar bien sus cartas cuando se comiencen las negociaciones para el tratado comercial, con el fin de despejar dudas sobre la posibilidad de que se entreguen permisos especiales o la concesión de puertos a empresas y flotas pesqueras chinas. La industria pesquera nacional sería una de las principales afectadas.