Aunque cuatro de los cinco sentenciados por el asesinato de Fernando Villavicencio se declararon inocentes, el juez dictó penas que van de los 12 a los 34 años de cárcel, aunque no es algo definitivo porque sus abogados apelarán. Conoce más sobre las edades, ocupaciones y recursos legales que le quedan a los sentenciados.
Cuatro de los cinco sentenciados por el asesinato de Fernando Villavicencio hablaron en el último día del juicio. Todos se declararon inocentes y se acogieron al silencio para no responder las preguntas de la Fiscalía.
Pese a los alegatos de los abogados defensores que remarcaron supuestos errores en la cadena de custodia del celular de alias Ito, quien disparó contra Villavicencio y luego murió abatido, el tribunal dictó sentencia para los cinco vinculados de acuerdo a su grado de participación.
El juicio permitió conocer más detalles sobre quiénes son los señalados de planear y ejecutar el magnicidio, que este 9 de agosto de 2024 cumple un año.
En una visión global, los sentenciados tienen un promedio de edad de 29 años, la mayoría tiene educación privada y un perito determinó sus rasgos psicológicos.
De Carlos Angulo, alias Invisible, se dijo que tiene 31 años, con instrucción secundaria, aunque durante el juicio mencionó que fue a la universidad.
Afirmó que su ocupación era albañil y que vivía al sur de Quito, antes de ir a la cárcel. Es el procesado con más antecedentes penales y el único que ya estaba en prisión antes de que se cometiera el crimen. De hecho, la teoría de la Fiscalía es que alias Invisible organizó el asesinato desde su celda.
Su sentencia por el asesinato de Fernando Villavicencio es de 34 años 8 meses, como autor mediato.
Laura Castillo, por otra parte, tiene 24 años y solo terminó la primaria. Fue la única que no testificó en el juicio.
Dijo que su ocupación era comerciante de calzado y vivía en Conocoto – Valle de Los Chillos. Su historial delictivo es amplio. De hecho, dos meses antes del asesinato a Villavicencio fue detenida por posesión de armas, pero quedó libre. La Policía la estaba investigando por delincuencia organizada, pues se la identifica como microtraficante de drogas y parte del grupo delictivo Los Lobos.
El perito psicológico dijo que tiene personalidad narcisista y paranoide, con mayor tendencia a la conflictividad y al resentimiento. Castillo fue sentenciada a 34 años 8 meses, como coautora.
Erick Ramírez, de 31 años de edad, con instrucción educativa secundaria, era mecánico y vivía en el Comité del Pueblo, norte de Quito.
El peritaje psicológico lo describió con un trastorno antisocial, aunque no hay rasgos de conducta agresiva. Consume drogas y tiene antecedentes por robo. Fue sentenciado a 12 años, como cómplice.
Víctor Flores, de 38 años, es el único extranjero (colombiano) de los sentenciados. Solo terminó la primaria, pero dijo que era constructor y que vivía al sur de Quito, en Quitumbe.
Se le determinó un trastorno límite de la personalidad, ya que presenta rasgos de conductas impredecibles con tendencia agresiva. Consume drogas y tiene antecedentes por tenencia de armas y robo. Fue sentenciado a 12 años, como cómplice.
Alexandra Chimbo es la más joven de los sentenciados. Tiene 21 años, su instrucción educativa es primaria y trabajaba como empleada doméstica. Vivía en el sector de Atucucho.
Tiene personalidad masoquista. Tiene ánimo bajo, sin conducta agresiva; pero con posibles actitudes destructivas. Un hecho fundamental: fue abusada por su padrastro y es madre soltera.
Ella fue sentenciada a 12 años, como cómplice.
Sentenciados por el asesianto de Fernando Villavicencio apelarán
La sentencia impuesta el 12 de julio de 2024 puede ser apelada, ya que es de primera instancia.
César Palma, abogado de Castillo, dijo que apelarán una vez que se notifique la sentencia, proceso para el cual el tribunal tiene 10 días.
Se conoce que los abogados de los otros cuatro procesados también apelarán, aunque no lo han hecho público.
El recurso de apelación pasa a la Corte Provincial, donde se decide si se ratifica la sentencia o no. Una instancia más allá es la casación, que ya es un recurso extraordinario –es decir– el último.
¿Qué es la teoría del fruto envenenado, con la que los abogados de los procesados dicen que se rompió la cadena de custodia en el caso de Fernando Villavicencio?
Uno de los errores más resaltados por los abogados defensores de los cinco procesados es el de la cadena de custodia del celular del sicario de Villavicencio. De hecho, la Fiscalía reconoció el error, aunque dijo que esto no compromete la legalidad de la prueba.
Los abogados mencionaron que usar este celular cae en la teoría del fruto envenenado, que –según el derecho– son pruebas de un delito obtenidas de manera ilícita, manipuladas.
El error al que hacen referencia es que el celular del sicario es un iPhone A1778. Sin embargo, el perito lo ingresó como A17178. Es decir que el número no coincide.
Los peritos indicaron que una vez que notaron la equivocación se ordenó corregir el número de serie del teléfono; pero que no se repitió la pericia de explotación de información.
La fiscal Ana Hidalgo reconoció el error, pero dijo que se pidió la inmediata corrección.
Esta confusión de números podría ser considerado un vicio, según los abogados de los defensores, quienes hablaron de una manipulación a la cadena de custodia del celular de donde la Fiscalía extrajo chats entre alias Ito y alias Invisible.