El 10% más rico de ecuatorianos tiene un patrimonio financiero promedio de $425.000. Alcanzar ese nivel de riqueza no es imposible, pero tampoco sencillo. La clave está en el ahorro y la inversión.
El capitalista no es el que consume más; sino el que ahorra e invierte más para acumular capital y poder producir más.
Las sociedades más prósperas tienen, dentro de sus bases estructurales, una cultura financiera que valora el ahorro, que no es más que posponer el consumo presente, para tener mejores condiciones de vida a través de más capital y más productividad.
En este sentido, una de las principales falencias de sociedades como la ecuatoriana es que tiene bajos niveles de educación financiera y una relación tortuosa con el dinero.
Si no se ahorra ni se invierte, se vuelve cuesta arriba la movilidad social y se vive al día.
Andrés Viteri, economista y consultor en finanzas personales, explicó que, aunque parezca imposible, una familia de clase media en Ecuador puede llegar a acumular el patrimonio promedio del 10% más rico si ahorra e invierte.
“No hay fórmulas rápidas, menos inmediatas. Se necesitan hábitos financieros y perseverancia. Esto aplica tanto para las personas como para los países. El más rico no es el que más gasta, sino el que más ahorra e invierte porque al final acumula más capital y puede producir y crecer más”, puntualizó.
¿Qué se necesita para tener el patrimonio promedio de los más ricos?
En promedio, el 10% más rico de los ecuatorianos tiene un patrimonio financiero de $415.000, según el último informe de Credit Suisse. Ese patrimonio financiero incluye el dinero y las inversiones que acumula una familia.
Como ya ha analizado LA HORA, en Ecuador existen grandes diferencias de ingresos; pero no se tienen los super ricos de otros países. Solo 350 personas, o menos del 1% de la población, gana $1 millón o más al año.
La pregunta que aparece es si es posible amasar un patrimonio financiero similar al 10% más rico si no se es parte de ese segmento de la sociedad.
Todo depende de los hábitos financieros y de cuánto del ingreso mensual y anual se destina para ahorro e inversión.
Así, si se ahorra, entre todos los miembros de una familia, alrededor de $2.000 anuales, o $166 al mes, y se invierte con una rentabilidad de al menos 7%, se podrá amasar un total de activos financieros equivalente al patrimonio del 10% más rico del Ecuador.
Actualmente, una inversión en un depósito a plazo fijo (a un año o más) está generando un rendimiento de hasta 9,63% en el sistema financiero.
Con ese nivel de retorno, y ahorrando $150 al mes, se podría acumular más de $473.000 en 35 años.
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Existen varias vías de inversión que van desde las acciones en el mercado de valores (hasta 20% de rentabilidad al año) hasta los fondos de inversión (entre 7,5% y 8% de rentabilidad al año).
Una buena estrategia es combinar varias fuentes de inversión para cubrirse de riesgo e ir ganando capital con el tiempo.
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En un país como Ecuador, marcado por la inestabilidad y un sistema de seguridad social frágil y precario, invertir para tener un patrimonio para la vejez y para legar a los hijos no es para nada una mala idea; sino lo que se debe hacer siempre, dijo Viteri. (JS)
Se necesita un cambio cultural para volver a la esencia del capitalismo
El español Miguel Anxo Bastos, profesor universitario, economista, politólogo y conferencista, aboga desde hace mucho tiempo por recuperar la cultura que permitió los mayores éxitos del capitalismo.
A través de su cuenta de X, por ejemplo, Bastos dice que los antiguos no hacían capitalismo porque fueran capitalistas. “Nuestros abuelos, cuando ahorraban y creaban, no era porque leyeran a Mises ni a Hayek (pensadores liberales), era porque tenían una serie de valores que les llevaban a ahorrar, invertían”, puntualiza.
Ese sistema de vida frugal, de acuerdo con Bastos, es el que llevó a la acumulación de capital y el que llevó a crecer.
“A nosotros no sé qué nos pasa. También seguramente sea por falta de cultura económica. La gente moderna, los jóvenes, no saben de estas cosas. Ven que no hay trabajo y no saben de quién es la culpa. Y ellos quieren llevar su vida hedonista, viviendo bien, carpe diem, me voy de vacaciones, cojo un vuelo barato. Para mí era inimaginable”, apunta.
Esa forma de vida le despierta dos preguntas a Bastos: ¿de dónde viene? ¿Y se va a poder mantener esa forma de vida en el futuro?
En países como Ecuador es cierto que hay bajos ingresos ligados a la alta informalidad; pero una buena porción de la población, que tiene cierta capacidad de ahorro, no tiene ni cultura ni conocimientos financieros, apuntó Rocío Verdesoto, consultora en finanzas personales.
Los bajos niveles de ahorro formal tienen directa relación con el escaso acceso al crédito en un país que necesita más negocios financiados y con capacidad de crecimiento.