La crisis económica y la pandemia provocaron el cierre de negocios. Ante esto, la migración parece la única opción.
El creciente número de ecuatorianos que buscan migrar a otros países, sobre todo Estados Unidos, es consecuencia directa del deterioro del empleo en cinco sectores de la economía.
Antes de la llegada de la pandemia, en septiembre de 2019, las actividades agrícolas concentraban el 29,70% de trabajo, tanto formal como informal en el país. Sin embargo, la crisis golpeó mucho más fuerte en el campo que en las ciudades.
No solo que el 80% de los campesinos vio reducido sus ingresos; sino que las oportunidades laborales experimentaron un retroceso.
La migración como salida
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo total en el sector agrícola se redujo hasta el 25,4%. Esto provocó un retroceso de 10 años en las condiciones de vida y “generó un fuerte incentivo para buscar mejores perspectivas fuera del país”.
Andrea Varea, economista e investigadora en temas sociales, comentó que en ese sector se ve de manera más cruda el impacto del poco acceso al crédito formal.
“Muchos de los migrantes primero intentaron emprender o mejorar su situación a través de un crédito en un banco o cooperativa. Sin embargo, no cumplen los requisitos mínimos o sus ingresos no son suficientes. Por otro lado, las mafias vinculadas a los coyoteros ofrecen préstamos al instante sin ninguna traba”, acotó
Así, miles de ecuatorianos ven una salida en la migración ante una economía ecuatoriana que no les brinda respuestas.
Como ha reportado Diario LA HORA, el costo del viaje a Estados Unidos puede llegar a costar hasta $16.00, pero la travesía está llena de peligros y no existe garantía de cruzar la frontera.
Industria en crisis
Otro de los sectores que ha perdido empleo es la industria. Antes generaba el 10% y se redujo al 7% a escala nacional. Las actividades textiles han sido de las más afectadas, sobre todo en provincias como Tungurahua, Pichincha y Azuay.
A finales de 2020, Javier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textileros del Ecuador (AITE), ya calculaba el cierre de más de 200 negocios pequeños y artesanales (5 a 10 operarios) y otras decenas de bajas en los medios y grandes. Las pérdidas superaron los $500 millones.
Esa misma realidad se replicó en decenas de emprendimientos y talleres que, durante la época de expansión del sector público, se vincularon a las cadenas de proveedores estatales.
“No solo en textiles, sino también en otros insumos, la pequeña y microindustria encontró un buen negocio cuando el gasto estatal iba en alza, pero desde 2015, y con mayor fuerza en la pandemia, ese mercado se redujo en más de 50%”, acotó Varea.
A la par, el empleo en la administración pública pasó del 3,5% al 2% del total generado en la economía ecuatoriana.
Más de 200.000 empleos directos perdidos en turismo y construcción
La actual crisis también ha dejado un saldo en rojo en otras actividades que son importantes generadoras de empleo. En conjunto, el turismo y la construcción perdieron más de 200.000 trabajos formales, lo que generó pérdidas de más de $2.000 millones.
A eso se debe sumar toda la red de negocios informales que vieron una caída de más del 70% de su movimiento habitual, sobre todo en restaurantes y hostales.
De acuerdo con la OIT, alrededor del 40% de los nuevos migrantes viene de esos sectores castigados por la pandemia. El principal problema en Ecuador es que hasta el momento no se ve un plan claro de reactivación económica.
El éxito de la vacunación contra la Covid-19 es una parte muy relevante, pero no será suficiente a mediano y largo plazo, según el organismo internacional.
Por ejemplo, desde la Asociación Nacional de Operadores de Turismo Receptivo del Ecuador (Optur), se cuestiona que, después de más de 100 días de gobierno de Guillermo Lasso, no se vean cambios sustanciales para la reactivación.
Entre los principales temas pendientes están la eliminación del 2% de impuesto a la renta sobre las microempresas, la renegociación de deudas con instituciones públicas, la creación de líneas de crédito a largo plazo y la eliminación de otros impuestos. (JS)
Cuatro ciudades reciben más remesas de migrantes
Las remesas que envían los migrantes podrán sumar $3.600 millones hasta finales de 2021. En el primer trimestre de este año, cuatro ciudades recibieron la mayor cantidad del dinero proveniente de los ecuatorianos en el exterior.
Alrededor del 56% llegó a Guayaquil ($224.34 millones); a Quito, $140,64 millones; a Cuenca $123,87 millones y Ambato recibió $27,78 millones.
Esos montos representan un 22% más que en igual periodo de 2020; pero la diferencia será mayor cuando se publiquen los reportes del segundo semestre de 2021.