FAE gestiona el traslado del radar de Montecristi a Latacunga

Geovanny Espinel, comandante general de la FAE pide traslado de radar a Base de Latacunga
Geovanny Espinel, comandante general de la FAE, pide el traslado del radar a la Base de Latacunga.

La hipótesis que se maneja es que la explosión del radar se debió a un “elemento externo”. Hay procesos administrativos disciplinarios contra 25 militares de la FAE.

A la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) le urge trasladar el radar que está ubicado en el cerro Montecristi (Manabí), al Centro de Mantenimiento de Radares que opera en la Base Aérea de Latacunga (Cotopaxi).

El aparato, que fue instalado el 27 de octubre de 2021 para el control de vuelos ilegales relacionados con el narcotráfico, sufrió una explosión la madrugada del 7 de noviembre de ese año.

“Esperamos que en el menor tiempo posible logremos sacar el radar del cerro Montecristi al centro de mantenimiento porque la humedad puede estar dañando los elementos que todavía se encuentran en buenas condiciones”, dijo Geovanny Espinel, comandante general de la FAE. 

En Latacunga, los técnicos podrán realizar el análisis de cada una de tarjetas que permiten su funcionamiento para saber el estado en el que se encuentran.

Para ello, los militares realizan las gestiones ante la Fiscalía provincial de Montecristi (que custodia los equipos) para obtener el permiso y poder mover el radar a Latacunga para los chequeos correspondientes. “El radar se está deteriorando”, alertó Luis Hernández, ministro de Defensa.

Las hipótesis

Cinco meses después de la explosión del radar, la FAE descartó que el daño se haya producido por una falla interna en el artefacto. Un elemento externo habría ocasionado el daño, pero todavía no se conoce con certeza quiénes serían los responsables.

Espinel detalló las tres hipótesis que analizó la Junta Investigadora de Accidentes (JIA), conformada el 9 de noviembre de 2021 para determinar las causas del daño.

La hipótesis dos señala que la explosión se produjo por un elemento externo o ajeno a cualquiera de los componentes del radar.  “Las personas que realizaron la investigación dicen que existen múltiples fuerzas y daños ocasionados por la explosión y ningún componente alertó de la falla crítica porque fue súbito y de manera  instantánea”, contó Espinel.

 Lo que se descartó

La primera y la tercera de las hipótesis fueron descartadas. La primera consistía en que hubo una explosión por mal funcionamiento de la bomba de engrasado. Esta posibilidad quedó desechada  por existir sistemas de protección ante la evidencia de sobrepresión.

La segunda probabilidad mencionaba que la explosión fue ocasionada por un mal funcionamiento de los anillos deslizantes. Esta suposición también quedó desestimada porque los componentes no se encuentran en el área donde ocurrió la destrucción.

Informe de INDRA

El informe preliminar de  la empresa española INDRA, fabricante del radar, dice que existen daños en diferentes componentes. Sin embargo, la FAE requiere que esta compañía le de a conocer la cuantificación monetaria de lo que significará el daño para poder trabajar con el seguro para la recuperación o reposición del radar.  Espinel reconoció que este procedimiento tomará tiempo porque se trata de elementos de alta tecnología.

La investigación interna

El proceso investigativo realizado por las Fuerzas Armadas inició el 7 de noviembre con una denuncia ante la Fiscalía que aún mantiene abierta una indagación. “Ellos están realizando los procesos correspondientes y nosotros estamos a la espera de que culminen para tomar las acciones correspondientes a nivel interno”, informó Espinel.

Mientras tanto, al interior de la FAE se realizan procesos administrativos disciplinarios para 25 militares de la FAE por presuntas fallas en la toma de decisiones en el ámbito de la seguridad física. De ellos, 16 son oficiales y nueve son servidores aerotécnicos.

“El espíritu de cuerpo está para la guerra”

El comandante de la FAE apuntó que “por ningún concepto” van a permitir que actos de corrupción se “mantengan”, sino que se aplicarán los procesos de manera frontal y con todo el rigor de la ley  y en base a los reglamentos de disciplina militar. “El espíritu de cuerpo está para la guerra y para hacer las cosas unidos, pero jamás para esconder situaciones porque los malos elementos y los que sigan dando novedades y estén al margen de los valores propios como militares tendrán que salir de la institución siguiendo el debido proceso”, aclaró.

Sistema de defensa aérea

La FAE requiere que el sistema de defensa aérea sea reestructurado con la movilidad de los radares con los que cuenta la entidad para poder enfrentar amenazas.

Pero el comandante aclaró que la provincia de Manabí no se encuentra sin ningún tipo de vigilancia. La FAE cuenta con la Base Aérea “Eloy Alfaro”, Ala da Combate 23 desde donde despegan aviones y la fuerza de reacción inmediata para salir a interceptar a los tráficos aéreos no identificados.

En coordinación con las Fuerzas Armadas también se han colocado sensores de vigilancia móviles en la provincia que forma parte del sistema de defensa área que cuenta con radares y aviones, aseguró. (SC)