La evasión de impuestos está relacionada al contrabando y la informalidad

PROBLEMA. El 26% de los ingresos tributarios se pierden por contrabando.
PROBLEMA. El 26% de los ingresos tributarios se pierden por contrabando.

El país pierde $7.600 millones al año. El 59% de ese monto es por economía informal y el creciente contrabando. Un 13% viene de evasión por paraísos fiscales.

En las últimas semanas, el debate público se ha concentrado en los paraísos fiscales y el nivel de evasión de impuestos que se puede producir a través de ellos. Sin embargo, el país pierde cada año millones en ingresos por al menos cuatro principales vías.

No solo evaden impuestos las grandes fortunas y empresarios que esconden parte de su patrimonio, cuando no lo declaran a las autoridades; sino también la mayoría de pequeños y medianos empresarios y ciudadanía en general.

Pérdidas por no pagar impuestos

Según estimaciones de organismo internacionales, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), cada año el fisco ecuatoriano pierde alrededor de $7.600 millones por el no pago de impuestos.

De ese total, un 26%, es decir al menos $2.000 millones, se debe al creciente contrabando de todo tipo de bienes y productos. Cada día salen y entran al país, en promedio, más de 5 millones de artículos contrabandeados. (Ver recuadro)

De acuerdo con la Transnational Alliance to Combat Illicit Trade (TRACIT), durante la pandemia se han disparado las operaciones de contrabando de fármacos, alimentos y bebidas alcohólicas.

Esa realidad es una pérdida no solo para el Estado, sino sobre todo para los productores formales del país, los cuales pierden mercado y reducen sus posibilidades de generar ingresos y mejorar su calidad de vida.

La informalidad es un mal negocio

Con la economía mayoritariamente en la informalidad, y con millones de trabajadores precarios que pagan poco o nada de impuestos, cada año se ahonda el hueco de ingresos perdidos para el fisco.

Así, esta realidad es responsable de casi el 33% de la evasión, es decir, de alrededor de $2.500 millones.

En Quito, por ejemplo, no solo que se ve un fenómeno creciente de desempleo, en la mayoría de los casos juvenil; sino que además la economía informal ha crecido más del 10% en los últimos cuatro años.

Verónica Balseca, economista, explicó que la falta de empleo de calidad es uno de los peores negocios para el Ecuador.

“Todos perdemos y todos somos responsables. En el caso de la evasión, es cierto que hay un impacto relacionado con los ricos que no pagan; pero la realidad es más compleja que eso. La cruzada nacional debe ir por el aumento del empleo”, dijo.

Evasión de las élites

No todas las empresas offshore son negocios fantasmas (empresas de papel para esconder ingresos y patrimonios. La filtración de los Pandora Papers cae, en muchos casos, en la generalización de que todos los activos y dineros que van a paraísos fiscales son un robo e impuestos perdidos para los países.

Esa generalización es falsa. Se estima que alrededor del 45% de las empresas offshore, que no son más que negocios creados fuera del lugar de residencia del contribuyente, son realmente ficticias.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la evasión a través de ese mecanismo asciende a $600.000 millones al año a escala mundial. En el caso de Ecuador, el perjuicio ronda los $1.000 millones, sobre todo vinculado a la no declaración de dineros de la corrupción, negocios vinculados al narcotráfico, venta ilegal de armas y otros delitos.

La lupa, en los últimos días se ha puesto sobre el presidente de la república, Guillermo Lasso, debido a que cinco años tuvo 10 empresas offshore en lugares considerados paraísos fiscales.

El primer mandatario se ha defendido diciendo que declaró y pagó todos los impuestos relacionados con los recursos y activos que sacó afuera en su momento.

En países como Colombia, donde se ha puesto en la lista de los Pandora Papers a varios expresidentes, periodistas participantes de la investigación han reconocido que no han podido verificar si los recursos en empresas offshore se declararon. Además, argumentan que ese no es su papel sino develar la utilización de esos mecanismos, sean legales o no.

En Ecuador si se declaran los activos que se ponen en el exterior, la legislación tributaria vigente obliga a seguir pagando impuestos por las ganancias y utilidades que se generen.

Balseca cuestionó que la mayoría de las noticias se ha concentrado en publicar los negocios en paraísos fiscales de cantantes, personalidades conocidas y políticos, sin discriminar si hay delitos de por medio o no. Asimismo, poco se ha revelado sobre evasión vinculada al narcotráfico, desvío de fondos públicos y corrupción.

Según el actual Gobierno, la corrupción y los malos manejos en el sector público generaron pérdidas de alrededor de $70.000 millones en los últimos 14 años. La pregunta aquí es cuánto de ese monto se fue a engordar fortunas mal habidas en paraísos fiscales.

Subfacturación y contabilidad engañosa

Finalmente, alrededor de $2.100 millones al año se evaden a través de mecanismos como subfacturación, emisión de facturas falsas, contabilidad engañosa, declaración de gastos ficticios, creación de empresas fantasmas dentro del país.

Esas prácticas permean toda la estructura económica del país, y no solo se concentran en las grandes empresas. Se estima que la evasión del impuesto a la renta fluctúa entre el 45% y 60%, es decir, el gran reto del país es hacer que paguen todos los que deben hacerlo.

Napoleón Santamaría, abogado tributario, aseguró que, si se hacen bien las cosas y se refuerzan los avances hechos en la lucha contra la evasión, a mediano plazo se podría ver un aumento en la recaudación de unos $700 millones a $800 millones. (JS)

ENTRE 5% y 50% es la pérdida por el contrabando, que afecta a los  empresarios que aportan con el país.

Contrabando de artículos

Combustible y gas: $700 millones
Productos agrícolas en bruto: $300 millones
Productos agrícolas procesados: $200 millones
Textiles: $200 millones
Aparatos tecnológicos: $250 millones
Tabacos: $100 millones
Medicinas: $50 millones
Fuente: CEPAL