Rafael Correa y Leonidas Iza se disputan el liderazgo de la izquierda. El Gobierno está en el medio. Pero el diálogo con la Conaie, Feine y Fenocin se convirtió en la verdadera válvula de escape.
Mayo de 2021 es un mes que marcó la actual política nacional. El acercamiento entre Guillermo Lasso, Jaime Nebot y Rafael Correa fue determinante.
El seis de mayo hubo la llamada telefónica. Lasso, Nebot, Correa, Henry Kronfle, Pabel Muñoz, Camilo Samán y César Monge (fallecido) se conectaron para esbozar un primer acuerdo.
Los que ven transparencia en ese acercamiento han sostenido que el único fin era la gobernabilidad. Algo que, actualmente, se ha convertido en un lejano tesoro. Supuestamente no contenía indultos, liberación de personas, reparto de cargos, ni la comisión de la verdad. La última ya bautizada como la ‘comisión de la impunidad’.
El propio Rafael Corea, en ese tiempo, confirmó el acercamiento, pero con bemoles para los optimistas… “Se nos acercaron y dijimos: vamos adelante, veamos algunas condiciones como la Comisión de la Verdad”, dijo el expresidente prófugo.
Los tres titanes de la política ecuatoriana, Lasso, Nebot y Correa, enfrentaron a la opinion pública. Esto hizo que Lasso se aparte de esa iniciativa y la alianza con el Partido Social Cristiano se rompa para siempre por la supuesta traición del Presidente y su “falta de palabra”.
Esa decision ha marcado un periodo de inestabilidad política, la toma de la Asamblea por los opositores, incluidos socialcristianos, y un Gobierno que luce atrapado y sin salida.
Lasso no tiene fuerza en la Asamblea, cada votación es un susto político. No tiene aliados firmes para impulsar leyes. Incluso, al año de mandato, se enfrentó a un pedido de destitución.
Junio del 2022 pesó más que mayo del 2021
Pero nada fue tan contundente como la revuelta de junio, cuando los manifestantes del movimiento indígena, con algo de apoyo correísta, asfixiaron a cuatro provincias (Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha e Imbabura) y provocaron estragos en 10 más, cuando se apagaron 900 pozos, provocaron desabastecimiento de insumos médicos y alimentos… Fue como regresar a cero.
A raíz de ese duro escenario, nació un nuevo titán de la política en Ecuador, el cuarto: Leonidas Iza. El actual líder de la Conaie llegó para quedarse en el tablero electoral. Él ha intentado imponer casa adentro su ideología, el indocomunismo latinoamericano, adorno del puro y simplón viejo comunismo.
Sin embargo, luego de las protestas y de la firma de la Paz se abrió un mecanismo de diálogo inédito, entre el movimento indígena y el Gobierno, con vigilancia de especialistas en mediación de conflictos, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y la Organización de las Naciones Unidas.
Con las reglas claras, el diálogo avanza. Ambas partes están inconformes por el resultado, sin embargo, el proceso de diálogo está a medias. Las palabras de Samuel Lema, máximo dirigente de la Feine, quien es parte del diálogo, lo demuestran. El viernes, luego de la firma del acta de la mesa de Fomento Productivo, dijo: “Aquí no ha ganado el movimiento indígena, no ha ganado el Gobierno, aquí el que gana es el país. Hay que seguir trabajando, que no sean solamente 90 días, sino que continuemos contruyendo y sacando adelante el país”. Es decir, hay acuerdos.
Falta que se instalen cinco mesas y hay la posibilidad de que las conversaciones vayan más allá del 12 de octubre, el día final del plazo que acordaron Gobierno e indígenas.
Esto último por la discusión de nuevas normativas, como la nueva legislación para la consulta previa para proyectos extractivos, que ya es de interés de las dos partes. El inicio de esas conversaciones tiene fecha tentativa: 25 de octubre.
Pero esto responde a un hecho concreto. Hay un intercambio de información inédito entre el Gobierno y los dirigentes indígenas. Conaie, Feine y Fenocin han tenido acceso a datos económicos, tributarios, energéticos que han mostrado la precaria situación nacional y, consecuentemente, se han ajustado las vías adecuadas para resolver los problemas que la Conaie ha puesto sobre la mesa. Así lo mencionó el ministro de Transportes, Dario Herrera.
¿El titán se equivocó?
Entonces, hay más acuerdos, pese a las diferencias, que con la Asamblea. Ahí, en el Parlamento, se observa la recreación de las viejas componendas políticas, con una unión que no produce repulsión, ni a correístas y ni a socialcristianos.
En mayo de 2021, Nebot dijo al medio digital La Posta que solo un idiota puede pensar que Nebot es correísta. Que lo importante no es con quién se conversa sino para qué. Pues ya hay incontables ‘idiotas’ que piensan que ese maridaje va viento en popa. Esa línea política la ha mantenido, en los hechos, con las votaciones conjuntas para tomarse la Asamblea.
También en las reuniones de los operadores de esas agrupaciones, entre copas, según conoció LA HORA, celebrando prematuramente la toma de la Justicia.
¿El titán mayor se equivocó? ¿Negociar con Correa sigue siendo la vía más adecuada para la gobernabilidad? ¿Está dispuesto a soportar más bajas, como la de Henry Cucalón? Preguntas fundamentales para el futuro de la gobernabilidad. Con un adicional: Iza ya es competencia de Correa.
En mayo, Nebot dijo algo que es una verdad incontrastable. El odio nubla el cerebro, aseveró el líder del PSC. Se refería al anticorreísmo. El odio sí, siempre. La Justicia, no. (JC)
Mañana: Los empresarios sienten indefensión.
El diálogo y otros factores pueden apagar la incitación de nuevas protestas violentas