Ministro Cucalón asegura que el Gobierno trabaja para superar los próximos dos años, que serán ‘duros’

CELERIDAD. El ministro de Gobierno, Henry Cucalón, espera que la investigación de la Fiscal sobre el archivo de la investigación avance con rapidez.
El ministro de Gobierno, Henry Cucalón.

El Ministro de Gobierno rechazó que los asambleístas intenten avanzar en un juicio político sin tener verdaderas causales. Advirtió que el Ejecutivo mantendrá las vías de comunicación para avanzar en el cumplimiento de los acuerdos con el movimiento indígena.

El Ministro de Gobierno, Henry Cucalón, se ha convertido, desde que llegó al cargo hace 33 días, en una figura clave dentro de las estrategias y acciones del Ejecutivo para aplacar la crisis política que viene desarrollándose desde que el presidente Guillermo Lasso arribó al Palacio de Carondelet.

Cucalón recibió en su despacho a LA HORA para una conversación que permitió hacer un balance sobre la solicitud de juicio político al Presidente, el cumplimiento de los acuerdos alcanzados con los movimientos sociales, el freno a la oposición y el plan para los siguientes dos años.

A juicio del funcionario, están por delante dos años de duro trabajo para superar la crisis económica y social. Dejó claro que seguirán trabajando para evitar que los ataques de la oposición pongan fin a la presidencia de Lasso.

Agregó que espera desarrollar líneas de acción que permitan establecer acuerdos con todos los sectores del país. La seguridad es un tema clave, pues en la actualidad, la delincuencia organizada, la minería ilegal y el narcotráfico estarían tratando de “secuestrar e infiltrar” a la democracia ecuatoriana.

P. El Gobierno sigue apagando incendios y no consigue estar a la vanguardia.

Creo en fomentar la estabilidad democrática, los principios y la institucionalidad. Esa es una agenda permanente en el día a día. Los que juegan a la cámara lenta son los que creen en la desestabilización constante. Todos los días lo hacen a propósito. Y juegan a varias mangas. Una es la Asamblea. Otra es la supuesta calle. También tenemos que contrastar que el Estado no puede ser totalmente reactivo, esa palabra siempre me ha llamado la atención. El hecho de tratar de defender una posición. Pocas veces se puede ver a un Presidente que le anuncian desde hace 45 días en un juicio político y no saben de qué lo van a acusar. Ni siquiera saben cuáles son los causales. Entonces, no es que uno quiera ser reactivo. Usted sabe que esas son palabras mayores, temas de juicios políticos, temas de destitución, entre otras cosas. No es que uno pasa a hacer el juego a ellos. Pero creo que en 32 días que llevo como Ministro, debo ser una de las personas que más declaraciones ha dado.

P.-  ¿No es la oposición la que va marcando la agenda?

Una cosa es marcar. Si tú pones la agenda, cómo cuando en el año 84 la Izquierda Democrática le dijo a Febres Cordero que iban a gobernar desde la oposición… Sí, le marcaron la agenda legislativa. Aquí no están marcando nada, solo hablan de la destitución que no es poca cosa. No es que marcan la agenda, es que alguien me quiere derrocar y pasan todo el día hablando de eso, y la agenda legislativa está parada en todo 2023, solamente por eso. Por esas cosas en la vida, se pierde lo positivo entre tanto marasmo. El día que se estaba aprobando el mamotreto de informe, el miércoles, hace unos días, se aprobó el informe para pedir el debate de la reforma parcial para el apoyo de las Fuerzas Armadas que hoy día se discute en el Pleno de la Asamblea. El tema es interesante porque la propuesta que está pasando no es exactamente la original que presentó el Gobierno, pero no es a lo reactivo, es a la propuesta. Pero comprendo que puede parecer reactivo. Que todo el mundo nos pregunte: ¿y van a votar en el Congreso porque levanten la reserva de Bitácora?. Y sí, la vamos a levantar para que vean a todos los diputados de todos los partidos que han venido, porque realmente los presidentes aquí y en todas partes del mundo reciben hasta a sus adversarios en su oficina. Eso es lo normal. De mis visitas al Presidente de la Corte Nacional vamos a ver un primer paso, no reactivo sino propositivo. Todas las funciones del Estado vamos a reunirnos para adoptar una agenda en común en materia de seguridad. No es poca cosa, porque ha habido bastante frialdad, por decirlo de alguna manera, entre las funciones del Estado, y hay muchas otras cosas más que se pueden tratar a nivel inclusive parlamentario. Quiero avanzar en la agenda laboral, se lo dije a otro Saquicela, al de la Asamblea Nacional. Entonces tenemos algunas cosas, pero, evidentemente, pocas veces un Ministro de Gobierno se encuentra con que todos los días le preguntan sobre un juicio político.

P. ¿Hablar del enjuiciamiento al Presidente es algo que se volvió normal?

Lo volvieron normal dentro de lo anormal. Yo destituí a varios ministros por incumplimiento de funciones, pero un país que se pone a debatir sobre una acusación que no tiene causales… Como diría el maestro Roberto Aguilar: debemos ser el único país en el mundo en que los constitucionalistas salen todos los días en los periódicos, en la radio, en la televisión. Eso habla muy mal del país. Y disculpen que disgregue un poco del tema. Pero si tenemos algunas cosas en materia de política y de coordinación, y tenemos que comunicar mejor, no informar. Que es un concepto mucho más amplio de gestión propositiva, que solamente ir apagando incendios.

P.-  ¿Hasta dónde se va a dejar avanzar a la oposición en el juicio político?

Si no tuviéramos ciertas respuestas, inclusive propositivas y de transparencia, hubieran avanzado mucho más rápido. Ese tema del informe ha sido deslegitimado absolutamente, más allá de la supuesta contundencia de los votos, ha sido absolutamente deslegitimado por la sociedad civil, inclusive con la prensa ecuatoriana, por la gente, por los abogados. Inclusive por gente crítica al Gobierno.

P.-  ¿El informe no lo mató la Fiscal Diana Salazar al decir que no era el mismo que reposaba en sus archivos?

Bueno, es un elemento. Le voy a decir algo y para mí es muy importante. Lo hemos conversado con el Presidente: Ojalá que la Fiscalía avance rápido con ese proceso. Propiamente del caso ‘Encuentro’, que se basa en un audio ilegal. Pero aquí ya nada es ilegal o legal. Aquí, sobre los audios ya no importa cómo se obtienen. Esto sin perjuicio de lo que haga la Asamblea Nacional, que me parece bien que investigue, que hayan insumos al respecto, me parece bien. También ayudaron mucho, unos señores que no saben ni de qué acusar. Yo tengo el mayor respeto por la Asamblea, es más, jamás he negado la facultad que tiene de fiscalizar y de controlar; para eso están, para controlar al Ejecutivo.

P.-  Hoy (martes) se filtraron nuevos audios.

Vienen con la misma novela de antes. ¿Ahí hay una orden del Presidente? Más allá de que el audio es ilegal, pero eso ya para mi amigo (Anderson) Boscán… eso ya no existe. La legalidad traspasó todos los temas de la legalidad. ¿Hay alguna orden del Presidente? Ninguna, son dos oficiales que hablan, etcétera… Pero es que hay un tema más importante y disculpe que sea polémico. Puede llamar el Papa, a quien yo respeto. Es el hecho, no la opinión porque uno tiene derecho a crear sus opiniones, no a crear sus propios hechos. El hecho es que solo un fiscal y un juez archivan. O sea, puede pedirlo quien sea. En ninguno de los audios ilegales dicen que es el Presidente. Asimismo, saludo que la Fiscal ahora haya reabierto la investigación. ¿En un Estado de Derecho, donde hay independencia de poderes, un miembro del Ejecutivo, sea un Presidente, archiva o reabre casos? Pueden venir las opiniones, respetables todas, para las claquetas del WhatsApp. Porque eso está hecho para el WhatsApp.

P.-  ¿Piensan ustedes que hay una estrategia detrás de los audios y quién estaría detrás?

Se lo dije directamente en la entrevista que tuve con Anderson. Creo que todo ciudadano, la prensa tiene derecho a denunciar, y saludo que haya existido una denuncia con relación al caso que se denomina Encuentro. Porque evidentemente han estado detrás de las eléctricas, en varios gobiernos y presidentes, también. Entonces, eso lo saludo. Lo que no estoy de acuerdo es con qué simpleza comienzan a atar cabos y comienzan por conclusiones antes de tener los fundamentos. Y poco más dijeron que el Presidente de República era un narcotraficante. Verbalmente y en las claquetas. Pero cuando van a la denuncia no dicen eso. Se han dado cuenta que una cosa es lo que se dice, y otra son las denuncias. Saludo las denuncias para luchar contra la corrupción, sean de donde sean. No hay nada que esconder. Mi posición es frontal, nosotros también queremos que se investigue, por supuesto. Y ojalá que la Fiscalía lo haga lo más célere posible. Pero tratar de decir que el Presidente está vinculado directamente, que no lo dice ni el papel, peor en el informe de la Comisión. Más allá de lo que digan algunos ir a un  juicio, son palabras mayores.

P.-  ¿Entonces, hasta dónde nos van a dejar avanzar?

El caos es entre ellos porque si usted fija, los abogados, los foros, la opinión pública, que no es todo el país, evidentemente, y las calles están totalmente desentendidos del tema. De hecho, el Gobierno sigue igual trabajando. Tenemos una reunión en Cuenca con todas las autoridades electas que han sido invitadas.

P.-  ¿Es su percepción o usted tiene mediciones de que a Ecuador no le interesa el juicio político?

Se lo voy a poner más fácil. Más allá de las adhesiones que tiene al Gobierno, y comprendo que no son los números de antes, sí le puedo asegurar algo, porque creo que nada es un accidente: Usted sí se ha dado cuenta por qué cierta dirigencia de movimientos sociales no utiliza hoy, no digo mañana, hoy, como amenazaron hace dos semanas y media, la palabra paralización. Porque se han dado cuenta y se cuidan de decir esas cosas.

P.-  Justamente, Leonidas Iza, dirigente de la Conaie, nos dijo que jamás han llamado a un paro. ¿A qué se debe?

Lo voy a decir. No es por nosotros, es por ustedes, por el pueblo, por la ciudadanía, no solamente que hay índices y se siente en el ambiente y principalmente la capital de la República. Puede ser que haya críticas, pero se ha llegado a una madurez de que el caos, el vandalismo, la anarquía, la destrucción de bienes públicos, no le conviene a nadie. Ni a la señora que está aquí al frente vendiendo en su cacerola o vendiendo cigarrillos, ni a los señores que tienen miles de empleados en los centros de distribución de alimentos, a nadie le conviene. Estamos haciendo una labor de pedagogía a favor de la democracia, que es algo que supera y que trasciende al Gobierno. Esto que vemos es la democracia. Cuando usted hace una paralización violenta, donde no permite que lleguen los alimentos al país, donde no permite que lleguen las medicinas, estrategias para atacar convoyes militares, para que cierren los oleoductos, para que no haya agua en Ambato, eso no tiene nada que ver con estar a favor o en contra del Presidente de turno, eso es un ataque a la democracia. Y creo que ha habido una labor de concienciación y de madurez de oficio, de los mismos sectores sociales, gremiales, sindicales, productivos y, creo yo de la percepción de lo que le he escuchado a muchos dirigentes históricos o actuales de la Conaie, no son todos; inclusive en el sector social, que tiene demandas legítimas y justas, y tampoco les conviene un paro porque también terminan siendo perjudicados. Es decir, una paralización con hechos de violencia no le conviene absolutamente a nadie. Mi intención es venir a darle tranquilidad, certeza y estabilidad al país.

P.- ¿Usted cree que la crisis está demorando o tienen por delante dos años duros?

No. Todos los dos años van a ser duros en lo que resta. Porque a mí me gusta mucho la historia política, tengo aquí poco tiempo y he sido una adquisición de muestra de apertura política. Pero señores, yo no conozco un régimen que lleve, en 21 meses, tres intentos de derrocamiento. Esto es muy anecdótico, inclusive cuando el Presidente estaba en mejores condiciones. Ese fue el plan original. Siempre va a ser difícil, siempre va a haber problemas, pero es lo que estamos tratando de desactivar con una mezcla de imagen propositiva, de pedagogía y un poco de reactivo… asumo esa parte también. Lo que se venía era la tormenta perfecta, que no solamente afecta al Gobierno, sino a la democracia. Hace dos semanas no se sorprendieron cuando un dirigente de la Conaie, que ya sabíamos que iba a decir que no se cumplió ni un solo acuerdo, no anunció la fecha de levantamiento. Ustedes saben que los levantamientos tienen una fecha. Es decir, yo estoy el sábado y anunció el levantamiento para el lunes, porque se necesita movilizar.

P.- El movimiento indígena lo acusa de haberlo dividido. ¿Es así?

Creo que eso se debe a que hemos tenido diálogos a puertas abiertas con todos, menos el señor (Leonidas Iza). Lo llamamos pero su Vicepresidenta dijo que lo iba a pensar y luego no dijeron nada más. Hay que entender también la cosmovisión, cómo es su manejo. Pero hemos recibido a líderes históricos de la Conaie, a dirigentes de la Fenocin, los hemos recibido a todos. Sí pienso que tenemos que seguir trabajando lo que está ahí, en los acuerdos, porque por más que él se haya levantado del diálogo, es mi obligación como Gobierno continuar. Una cosa es la tarima, pero esto hay que continuarlo porque aquí hay ecuatorianos y muchas de las cosas que ellos reclamaron, pese a que no estuve de acuerdo con la forma, benefician a todos los ecuatorianos, no solamente a ellos. Hay algunas entelequias inimaginables. Pero voy a darle un giro a lo que él (Iza) dice es el típico maniqueísmo del blanco y negro. Le doy más peso a los ciudadanos, pese a las formas, porque pudo haber existido un reclamo legítimo, porque siempre va a haber un nivel de insatisfacción, y eso lo está viviendo todo el mundo en América Latina, pero ellos lo han canalizado. Que él (Leonidas Iza) crea que no puede reagruparse para hacer lo que quiere hacer, no es por nosotros, es por los ciudadanos. El mundo no está en esa conexión y mi impresión es que cierto liderazgo indígena tampoco está en la misma línea.

P.- ¿Qué piden los movimientos sociales para continuar?

Básicamente nos dicen que esto (los acuerdos) tienen que continuar. En general no quieren que terminen porque hay demandas legítimas. Además, el Gobierno sigue manteniendo relaciones con los movimientos sociales por trabajo, acreditaciones, temas que tienen que ver con bienes. Hay relaciones normales del Estado, así como las tiene el Estado con las universidades. Hay un tema en particular que me llamó la atención, en positivo. Parte de los acuerdos es crear seis extensiones de universidades indígenas, eso está muy avanzado. Entonces, hay que conversar. Todos, menos ese señor (Iza), van al Senescyt, van a las mesas porque hay que trabajar, el Estado no se puede parar. Y un tema en particular, que es la joya de la corona, la Universidad Amawtay Wasi, que ya está formada y financiada. Es una universidad paradigma del mundo indígena donde, corrígeme si no me equivocó (a su asesora), el señor Iza mandó una carta la semana pasada, suscrita por él, preguntando al Gobierno si los fondos que están allí, en lugar de que lo tengamos en una cuenta de inversión, pudiesen pasar a gasto corriente. Quería que le diéramos información al respecto. Ojalá que tengamos más contactos porque la Conaie es la Conaie, más allá de que podamos tener diferentes estilos y visiones. Pero la Conaie es la Conaie.

P.-  ¿Hay un gran porcentaje de la población que no se identifica con la Conaie?

Asumo que la gran mayoría de los ecuatorianos estamos a favor de las reivindicaciones conceptuales que ellos han peleado toda la vida. Pero así como con ellos, tengo que reunirme con las cámaras empresariales, con los gremios, con los sindicatos. Esa es parte de la labor que tiene un Gobierno. Uno puede estar en contra de las prácticas, pero no de lo que representan como organización y la Conaie es una institución importante. Creo, y ojalá no me equivoque, ojalá que la Conaie tomé un sendero de izquierda y que en algún momento vaya a haber un Presidente. Ojalá que no llegue ningún maniqueista.

P.- ¿Cuántos acuerdos se han cumplido, teniendo en cuenta las críticas del movimiento indígena sobre las cifras?

Los de educación y los que tienen que ver con temas laborales, están mucho más avanzados que otros. Y ahora en el último corte se nos ocurrió que un tercero nos ayude en esto. Como país no puedo perder el tiempo entre que el Gobierno dice que vamos por el 80% y la otra parte dice que vamos por el cero. Eso no le hace bien al país. Vamos a pedir que un tercero nos ayude. Yo visité a la Iglesia católica, que hizo un gran trabajo en el tema, pero ellos dicen que van a seguir detrás, no quieren el mismo rol de mediador. Estamos viendo una tercera institución civil, que tanto los dirigentes de la Conaie e Indígenas, como nosotros, confiemos. Un tercero que nos diga cómo van los acuerdos. Sí creo que algunas cosas benefician y siempre el diálogo puede ser una buena herramienta. Lo que no me gusta es que llegamos a esto cuando tenemos el agua hasta el cuello.

P.- Algunos políticos del Partido Social Cristiano están buscando la salida del Presidente Lasso…

No puedo caer en el facilismo de pensar que porque alguien quiere enjuiciar a un Presidente ya es desestabilización. No, esa es una facultad constitucional, es una herramienta constitucional. Jamás diré eso, he ejercido la fiscalización. En mi segundo período como asambleísta participé en todos los juicios políticos, como asambleísta y en varios como interpelante. Lo que sí he rechazado es el manoseo de cómo quieren llegar a un enjuiciamiento al Presidente de República, acomodando causales y generando escenarios y situaciones. Y si se refiere específicamente al Partido Social Cristiano, yo, así no estuviera en este despacho, no estuviera de acuerdo con la actitud que han tomado y con la fundamentación para llegar a un juicio político del Presidente. No digo que no fiscalicen, no digo que no hagan lo correcto, que tumben a un ministro, no tengo problema. Yo lo hice. Pero en este tema particular, no hay causal, no hay fundamento alguno. Qué pena que no me entendieron en 2017, y menos ahora. Para mí no tiene parangón, no tiene base alguna, querer comparar de fondo y de forma, que lo han cogido como muletilla para ver si me meten a mí en el ring, coger al caso de Glas y compararlo con el caso del presidente Guillermo Lasso. Primero me parece infame, por la característica de las dos personas. Y me parece de un desconocimiento absoluto del derecho político constitucional. Veo que los que estaban conmigo en 2017 no leyeron lo que yo decía, y peor el periódico. En el caso de Glas soy totalmente consecuente porque tratan de encontrar una contradicción, que no hay. La prensa de la época nos criticó y nos dieron palo porque nos habíamos demorado. Y siendo abogado y conociendo que no hace falta un enjuiciamiento penal previo para ir al político. El hecho cierto es que cuando comenzamos el juicio, firmé el juicio el 7 de noviembre del año 2007. El señor (Glas) había sido desaforado, que es el término político, para ser enjuiciado penalmente el 28 de agosto. Es decir, estaba procesado, ni siquiera investigado, estaba procesado por petición del fiscal, en prisión preventiva y encarcelado. Acá el señor Guillermo Lasso, el Presidente, ni siquiera consta en la denuncia de La Posta y me quieren tratar de sorprender estos legisladores del PSC diciendo que es el mismo caso.

P.- ¿Hay dirigentes del PSC que dicen que el Presidente tiene que salir porque no ha hecho nada y tiene que quedarse el Vicepresidente?

El viernes me hicieron esa pregunta, y ya veo quien lo dice. Bueno… que reformen la Constitución y que pongan eso como la cuarta causal. Porque eso es lo último de las ocurrencias del populismo. Decir que como no ha hecho nada, que es un juicio de valor, ya se tiene que ir. Pónganlo como causal.

P.- ¿Su gestión en corto tiempo ha sido la de reconstruir los enlaces?

Tengo varias cosas… aunque por ahí me han acusado de que mi único rol es ser abogado del Presidente de la República. No. Tengo este que lo heredé con mucho gusto y me critican de que el Ministro de la política se va a esconder,  como se escondieron otros que no dan la cara. Ese no es mi estilo y peor en el Parlamento, donde me siento como pez en el agua. Tengo este tema (enjuiciamiento), tengo el tema de la seguridad, que ya saqué el primer debate que estaba congelado. Hoy (martes) lo tienen que debatir, está el tema de la seguridad integral, con relaciones con todas las instituciones del Estado. Soy el que me reúno con las instituciones del Estado, estoy para fortalecer la institucionalidad.  Adicionalmente tenemos el fortalecimiento del tema de municipalismo, mañana (miércoles) doy, antes que el Presidente, un discurso de orden con todas las autoridades electas en lo municipal, soy municipalista y autonomista también. Encima tengo que coordinar las acciones del Ejecutivo, porque sí hay que mejorar la gestión. Y otro frente, evidentemente, es defender al Presidente en el Parlamento. Pero no es mi única función, como dicen yo soy el abogado, como si fuera un defecto. soy el abogado y les voy a contrastar absolutamente todo, cada estupidez que digan; cada ejercicio de irracionalidad, se lo voy a contrastar.

P.- ¿Se pueden establecer nuevos puentes con el PSC y el correísmo?

Al principio dijeron algo de que ¿de nuevo un acuerdo? Lo he cambiado por lo fundamental. Creo en la unidad de propósitos. Uno de los temas que se puede trabajar es la seguridad. Ese es el nicho que encuentro en el que todos podemos ceder algo, porque en el tema de la inseguridad no es que las cifras están altas por el levantamiento de la delincuencia común. Hablemos las cosas como son, el crimen organizado está a las puertas de tomarse la institucionalidad y todo lo demás. Eso es lo que tenemos que evitar.  En eso, la ciudadanía, los gremios y la prensa jugó un rol muy importante en concientizar a la gente. No solamente el asalto que está recrudecido, como todos los diciembres, que se roba más antes de la Navidad. No, señores, aquí el crimen organizado, el narcotráfico, la minería ilegal quieren tener secuestrado al Ecuador, o sea, es el proceso colombiano de los 80 o 90, el proceso mexicano, y eso tenemos que enfrentarlo entre todos. Creo que ahí podemos encontrar un punto medio, algo se está haciendo. Debemos volver a encontrar este acuerdo mínimo que los ecuatorianos. Esta es una política a largo plazo, con articulación del Ejecutivo, de las leyes. Una política de Estado debe ser el tema de la seguridad, ahí se puede trabajar. En materia laboral también podemos encontrar ciertos puntos de convergencia, que alguien quiera un nuevo Código y tener un código integral, dadas las actuales condiciones del Parlamento, va a ser muy complicado; pero sí podemos encontrar ciertos puntos de ejercicio de lo que denomino madurez de racionalidad. Espero que lleguemos a la madurez y que no haya, de aquí en adelante, no solamente el tiempo que falta, que no haya violencia, que los jueces no terminen dirimiendo los problemas de los políticos. Eso no le hace bien absolutamente a nadie. Ojalá que, así como nosotros tenemos la capacidad de recapacitar, de dar signos de apertura, también el otro lado ponga de su parte. Usted ha visto lo que pasó con la asambleísta que merece todo el respeto, la asambleísta Mireya Pazmiño, ofrece un catálogo de opciones para que el Presidente se vaya, porque tiene un catálogo, ya que hasta la incapacidad. ¿Esa es la solución? ¿Esa es la propuesta?.

P.- ¿Ministro usted tiene plan para los próximos dos años?

El plan de Gobierno es seguir gobernando los dos años que le hacen falta, por supuesto. La renuncia está totalmente descartada. No está en ninguna variable del Presidente. Eso es desconocer el carácter del Presidente. Y hay un problema en la clase política, permanentemente lo subestiman. Los conozco cómo si los hubiera parido. Ya lo daban por perdido hace rato y ha durado más que lo que han dicho los eternos que saben de política. Dijeron que iba a durar menos que (Jamil) Mahuad.

P.- En los audios (del martes) se menciona de pasada al Banco Guayaquil. Lo mismo se mencionó en la Asamblea. ¿Qué hay con la banca?

La banca está en el mejor momento del mundo. Y eso es bueno para el país, no para los banqueros. Eso es estabilidad. El tema es quién lo dice y para qué lo dice. Lo único que a mí me importa es que haya estabilidad en el sistema financiero y en la sociedad. Tal vez los que tienen afanes de venganza, caos, pescar a río revuelto, quieren atentar contra la estabilidad del sistema financiero para causar caos. Eso es lo que quieren. No digo que eso se escuche en la grabación. Eso es lo que quieren.

P.- El señor Jaime Nebot se ha silenciado desde que usted llegó al Gobierno. ¿Cómo está esa relación?

¿Usted cree que se ha silenciado? ¿Usted cree que todo lo que hacen los diputados es a sus espaldas? Hay diversas maneras de actuar. El día que me iba a posesionar como Ministro de Estado, que fue la tarde del 9 de febrero, lo llamé. Lo llamé por teléfono para decirle que iba a aceptar y que me iba a posesionar como ministro. Y me dijo que yo lo conocía, que sabía que él sabía diferenciar lo político de lo personal, que yo he sido testigo de cómo ha manejado sus relaciones personales hasta con sus adversarios; punto y aparte. Le dije, yo sé que no vamos a llegar a ningún acuerdo con usted, pero yo sí, como parte de mi labor como Ministro de Gobierno, tengo que conversar con los asambleístas. Pero no por conversar… ya hay un acuerdo, porque hay leyes, hay cosas del día a día, uno va a las comisiones y se sienta al lado de los diputados. Me los conozco de memoria y no porque me siente al lado ya llegaste a un acuerdo. Él dijo, muy en la línea de la doctrina que profesa, que es su estilo simplista, usted no tiene por qué preocuparse. Dijo que cuando haya algo bueno, será bueno, y cuando vaya algo malo, será malo. Así que no hay necesidad de hablar. Siempre lo bueno es bueno o malo. Sé lo que tengo que hacer. Y más allá de la anécdota, ya que usted me pica cartas, le agradezco mucho al abogado Nebot la oportunidad de haber sido secretario en la Alcaldía. Creo que hicimos un gran trabajo y aportamos un grano de arena en el desarrollo de Guayaquil. También le agradezco haberme dado la confianza de ser dos veces asambleísta, pero, si me conocen bien, sabrán que yo no era un social cristiano típico, tenía otra formación, otra manera de expresarme, otro origen social y otro norte. (GV/ILS/JC)