Entre divisiones internas el Concejo quiteño elegirá vicealcaldesa

CONCEJO. Luz Elena Coloma (d.), eventual candidata, dice que el puesto debe ocuparlo alguien de confianza del Alcalde.
CONCEJO. Luz Elena Coloma (d.), eventual candidata, dice que el puesto debe ocuparlo alguien de confianza del Alcalde.

La alternabilidad y paridad de género, luego de las reformas al Cootad y al Código de la Democracia, entran en juego por primera vez en la conformación del legislativo quiteño.

Los 21 integrantes del Concejo Metropolitano tienen previsto reunirse este 23 de julio para elegir una vicealcaldesa.

El número de concejalas en Quito subió de ocho a 10 en los últimos 30 días. Paulina Izurieta y Amparo Narváez fueron principalizadas y ocupan los puestos de Mario Granda, fallecido a causa de  Covid-19, y de Santiago Guarderas, respectivamente.

Cumplimiento obligatorio

La obligatoriedad que sea una mujer la segunda autoridad obedece a las reformas al Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (Cootad), vigentes desde febrero de 2020. El artículo 317 establece que en caso que la primera autoridad sea hombre, «obligatoriamente se elegirá de entre sus consejeras o concejalas a una mujer como viceprefecto o vicealcaldesa».

En el artículo 57 literal O, del Código de la Democracia, se dice que el Concejo Metropolitano tiene, entre otras atribuciones, la de “elegir entre sus miembros al vicealcalde o vicealcaldesa (…) para lo cual se deberán tener en cuenta los principios de paridad y alternabilidad” con el alcalde.

Y en este caso, puesto que Guarderas reemplazó a Yunda en la Alcaldía, corresponde obligatoriamente la designación de una vicealcaldesa.

Diez potenciales candidatas

El movimiento con mayor representatividad femenina en el Concejo es el de Fuerza Compromiso Social (5 ediles). A él pertenecen Soledad Benítez, Gissela Chalá, Blanca Paucar, Mónica Sandoval y Brith Vaca. Pero el fraccionamiento interno dejaría a este bloque únicamente con cuatro integrantes, lo que hace difícil que impongan su fuerza numérica para obtener el cargo.

Bajo esa premisa, las opciones se abren para todas las ediles presentes en el legislativo quiteño. Sin embargo, Gisesela Chalá es actualmente la segunda vicealcaldesa. Entre sus planes no está renunciar a su posición, lo que la eliminaría de la competencia. No obstante, su coidearia Brith Vaca señala que la posición de Chalá no sería un impedimento para su designación, puesto que al ser «una nueva administración» se tiene que «reestructurar» todo el Concejo Metropolitano. Revela que no hay aún una decisión tomada al respecto ni tienen una candidata para apoyar. Sin embargo, Vaca sentencia sobre ella misma: «Yo soy de retos y estoy capacitada para hacerlo».

Luz Elena Coloma (CREO) no descarta su nombre como posible candidata a la vicealcaldía. «Obviamente lo aceptaré (…) Estoy dispuesta a asumir», acota. Pero recalca que, «es importante lo que el Alcalde considere para la gobernabilidad». Agrega que si eso implica apoyar a una candidata de la Revolución Ciudadana (Compromiso Social) no habría inconveniente. «No se trata de imponer. Es un puesto de confianza y es importante la voz de él (Guarderas)».

Analía Ledesma (Izquierda Democrática) asegura  con convicción tener los 12 votos para conseguir el puesto. «Duro y de frente voy por la vicealcaldía (…); tengo todas las credenciales y la única que tiene los votos en este momento» asegura al tiempo de indicar que posee la capacidad para unir a todas las tendencias que convergen en el Concejo Metropolitano.

Mónica Sandoval (Compromiso Social) coincide con Coloma sobre que este debe ser un puesto de «confianza» y discrepa con Ledesma al asegurar que no cree que ya exista alguien con los votos necesarios. Apela a su experiencia para asegurar que hasta «minutos antes de la votación» todo podría cambiar.

Confirma que no hay un consenso en su movimiento para apoyar a algún nombre y tampoco si ellos postularán a alguien. (AS)