El crédito se reduce en los segmentos corporativo y empresarial con consecuencias en la actividad y el crecimiento económico

HECHO. Las empresas deben proyectar un escenario restrictivo y con menos dinero.
HECHO. Las empresas deben proyectar un escenario restrictivo y con menos dinero.

Los depósitos crecen menos y la poca liquidez interna se desvía para cubrir parte del mayor gasto público, en lugar de convertirse en más créditos para el sector productivo.

La sangre en las venas de toda economía productiva es el crédito. Pero el nivel de crédito depende del ahorro y la liquidez interna; además de las fuentes externas de financiamiento.

En el caso de Ecuador, durante más de dos años, el sistema financiero privado ha prestado a mayor ritmo del que crecen los depósitos; pero esta realidad está cambiando con fuerza este 2023.

“Los excedentes de liquidez que existieron, y que se acumularon durante la pandemia, ya han sido utilizados en otorgar créditos. Entonces se ha llegado al límite del otorgamiento de crédito, pero existe una demanda por financiamiento”, explicó Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal.

En este escenario, los primeros perjudicados han sido y seguirán siendo las empresas. El crédito corporativo y el empresarial están a la baja porque no existe la suficiente liquidez interna para prestar y el fondeo externo está fuera del alcance, con un riesgo país de más de 1.800 puntos.

Esa falta de liquidez ha provocado que las tasas de interés máximas suban. Al inicio de este 2023, la tasa de interés máxima para el crédito corporativo subió en 43 puntos hasta 9,29%, y, en el caso del crédito empresarial, la subida ha sido de 47 puntos hasta 10,36%.

Andrea Brito, economista y analista financiera, comentó que el sistema financiero ha tenido que subir la tasa de interés que paga por los depósitos a plazo, con el objetivo de atraer más dinero de los ciudadanos.

Esto encarece el fondeo interno; pero por el otro lado, la política de techos máximos de tasas de interés para los créditos solo les permite ajustarse hasta cierto punto para cubrir los mayores costos.

“El resultado final es que hay menos para prestar, sobre todo en financiamiento corporativo y empresarial que es el que tiene los techos máximos más bajos. Todavía existe espacio de maniobra en los préstamos de consumo que tiene una tasa máxima mayor, que supera el 16% anual”, dijo.

El resultado final son empresas con menos capacidad para invertir, expandir operaciones, contratar más personal, entre otros.

Así, bancas de inversión como Fitch ya han calculado a la baja el crecimiento económico del Ecuador para 2023. A pesar del optimismo del ministro de Economía, Pablo Arosemena, que asegura que se crecerá al 3,1%, esa banca internacional apunta a que no será mayor al 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB).

Escenario adverso

Los problemas de falta de liquidez ya se comenzaron a sentir en junio de 2022; pero este 2023 se agravan porque el Gobierno entra en la competencia por levantar financiamiento en el mercado externo.

Ante los mayores compromisos de gasto público, y los recursos adicionales que se necesitan para enfrentar los estragos de las lluvias y el terremoto, el Gobierno necesita más dinero del presupuestado.

Los organismos multilaterales pueden prestar hasta un límite y las altas tasas de interés a nivel internacional, junto con el elevado riesgo país, hacen imposible financiarse vía emisión de bonos u otro tipo de créditos.

Así, ante un faltante de al menos $1.000 millones, Acosta Burneo recalcó que al Gobierno no le toca otra opción que “sustituir financiamiento externo por la banca local, lo que elevará la competencia por ahorro interno y presionará aún más al alza las tasas de interés”.

En otras palabras, el mayor gasto público se financiará quitando espacio de créditos sobre todo a las empresas. En lugar de préstamos corporativos y empresariales, parte de la liquidez del sistema financiero privado se irá a invertir en bonos de deuda pública.

Acosta Burneo añadió que no solo existen más gastos, sino menos ingresos públicos. En enero y febrero de 2023, los ingresos presupuestarios bajaron -12,9%: -40% los petroleros por menor precio del crudo y menos producción) y -1,9% de ingresos tributarios. (JS)

Blindados de la crisis bancaria externa

Existen pocos canales de integración del sistema financiero local con el internacional. Esto blinda al país de cualquier tipo de contagio de la crisis bancaria internacional.

El 85% de los pasivos del sistema financiero ecuatoriano son obligaciones con el público. Es decir, más de 8 de cada 10 dólares de fondeo vienen de los depósitos del mercado interno.

Por su parte, apenas el 14% de los fondos disponibles vienen del exterior.

Además, la dolarización obliga a ser prudente y tener liquidez extra (no existe prestamista de última instancia).

Así, aunque los bancos han utilizado parte de sus reservas para dar más crédito, esta estrategia tiene un límite y se produce una situación contradictoria: el sistema financiero ecuatoriano está solvente y blindado contra las turbulencias externas; pero tiene un campo estrecho para levantar más recursos para prestar a la economía real.

Por eso, Andrés Izurieta, economista, puntualizó que se necesitan reformas para internacionalizar el sistema financiero ecuatoriano, sin dejar de lado las políticas de reservas y manejo de la solvencia.

Esto es importante porque se debe atraer ahorros e inversión del exterior para inyectar liquidez al mercado interno.

La liquidez, o más exactamente la falta de ella, es una de las principales razones por las que las empresas quiebran o se quedan en niveles micro sin capacidad de crecimiento.