El Gobierno asegura que, a pesar de las emergencias, el orden fiscal se mantiene y existe espacio para gastar en lo que se necesite

El financiamiento barato de los multilaterales, y más recaudación sin aumentar impuestos. son claves este 2023. El orden fiscal facilita gestionar los imprevistos.

Este 2023 ha iniciado con varias emergencias. Al duro golpe del invierno se sumó el terremoto del pasado 18 de marzo de 2023. Además, la conflictividad social con comunidades indígenas ha provocado que varios bloques petroleros se declaren en fuerza mayor y caiga la producción.

Todo esto amenaza con complicar las finanzas públicas. Economistas como Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, han alertado sobre la posibilidad de que el déficit fiscal (más gastos que ingresos) aumente de los $2.600 millones presupuestados a $3.500 millones o hasta $4.000 millones.

Sin embargo, en entrevista con LA HORA, el ministro de Economía, Pablo Arosemena, aseguró que las cuentas están bajo control; y que el orden fiscal permite mayor espacio de maniobra y tener abiertas líneas de crédito si se necesita.

P. ¿Los desastres naturales, incluido el reciente terremoto, sumado a la baja producción petrolera ponen en jaque a las finanzas públicas este año?

Arrancamos el 2023 con un presupuesto más fuerte que el presupuesto del año anterior, es decir, proyectando tener más gasto a la vez de ir bajando poco a poco el déficit fiscal. Esa meta se mantiene. La estrategia de manejo ordenado de la economía y de las cuentas fiscales nos permiten que, en medio de los desastres y las emergencias, se mantengan bajo control las cuentas y tengamos inmediatamente disponibles líneas de crédito. Gracias a la prudencia en el manejo económico, podemos dar una respuesta rápida desde el punto de vista de los recursos, sin meterle la mano al bolsillo a los ciudadanos vía más impuestos.

P. ¿Cuánto cuesta la respuesta a las emergencias y cómo se financia?

Solo por lluvias y el terremoto, se necesita gastar $39 millones para reparar infraestructura educativa. Luego vas sumando vivienda, vialidad, entre otros, y llegas a alrededor de $100 millones. Hay que recordar que la afectación no solo es pública, sino también privada. Además, a diferencia de Gobiernos anteriores como el del socialismo del siglo XXI, estamos activando a tiempo todos los seguros para que se cubran parte de las pérdidas. El mismo fin de semana del terremoto se activó una línea de crédito de $60 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se puede ampliar hasta los $210 millones. Con el Banco Mundial ya nos hemos reunido para tener a disposición, según se necesite, más financiamiento. El tema de Alausí se está evaluando, pero si no seríamos prudentes con el manejo de la economía, estos  golpes imponderables no podrían financiarse ni atenderse de manera inmediata.

P. ¿Cómo se compensan los desajustes causados por las emergencias y la baja petrolera?

En el caso petrolero, el tema es dinámico. La producción se va a ir recuperando en el transcurso del año; y, en el caso del precio, aunque es muy volátil, hay señales de que va a ir al alza. Además, solo $2 de cada $10 de la renta petrolera realmente ingresan al Presupuesto General del Estado. Lo que realmente para la olla de las finanzas públicas son los impuestos. Por otro lado, la gente se olvida que hemos generado importantes ahorros y eficiencias que nos dan margen para cubrir las emergencias de este año. Focalizamos el subsidio de los combustibles al sector industrial camaronero. Esto genera un ahorro de hasta $220 millones, que no estaban contemplados en el presupuesto. A la par, se sigue trabajando en la focalización del subsidio en el sector automotriz. Esto puede generar un ahorro adicional de $400 millones anuales. Hay varios subsidios que están en análisis, pero en estas cosas por estrategia siempre es mejor hablar ya sobre los hechos consumados. Otro ejemplo que la gente se olvida es que hicimos una renegociación histórica de la deuda china. Bajamos la tasa de interés, ampliamos el plazo de vencimiento de los bonos. Casi la mitad del colateral de pago en barriles de petróleo está ahora liberado y se puede vender a precios de mercado. Solo esto da un beneficio en flujo de caja de alrededor de $1.400 millones.

P.  Si los impuestos son la base de los ingresos fiscales, ¿cómo se va a recaudar más sin subir la carga a los ciudadanos?

El Gobierno está comprometido en recaudar más sin subir impuestos. Ya vimos el año pasado que bajando el Impuesto a la Salida de Divisas del 5% al 4% se aumentó los ingresos para el fisco. Lo seguiremos reduciendo hasta cero y eso es quitarle un peso de $1.000 millones al sector productivo y al bolsillo de los ecuatorianos. Solo entre enero y febrero de 2023, la recaudación se triplicó bajando el ICE del 300% al 30% para la compra de armas. Este es el nivel más alto de la historia contemporánea. A pesar de problemas de inseguridad, el caos político y los 18 días de paralización, las ventas fueron $225.000 millones (ajustados por inflación) en 2022. Para 2023, según la última estimación del Banco Mundial, Ecuador crecerá al 3%, lo que es mayor que el 1,3% del promedio para la región. Esto significa más ingresos para todos, incluido el Gobierno. El déficit fiscal es un problema estructural de la economía ecuatoriana. Todos los días estamos trabajando para financiar el presupuesto. Hay nubarrones en el horizonte, pero Ecuador tiene un manejo de la economía con mucha prudencia que nos permite evitar que se complique la navegación.

 P. ¿Se descarta un nuevo acuerdo con el FMI?

Estamos trabajando muy de cerca con todos los multilaterales y tenemos espacio para más financiamiento si lo necesitamos. El cierre exitoso del acuerdo con el FMI en 2022 nos da el aval para esto. Sin embargo, en este punto del camino, hacer otro programa con el FMI no es algo que está en los objetivos del Gobierno. Además, para completar la estrategia de más recaudación sin subir impuestos, y más líneas de financiamiento para afrontar las emergencias, este 2023 la ejecución del gasto será mucho mejor, tanto en calidad como en velocidad. Con esto, el Gobierno apunta a mantener el orden sin descuidar los problemas del país. (JS)

Información preliminar apunta a que se levantará la fuerza mayor en la mitad de bloques petroleros con problemas.
Este 27 marzo de 2023, el precio del petróleo se ubicó en más de $70 por barril.