La Ministra de Gobierno, Alexandra Vela, aseguró que se busca eliminar la tabla de consumo de drogas. Sin embargo, colectivos sociales han mencionado la equivocación de criminalizar el consumo y más aún con la situación carcelaria que vive el país. Josué Berrú Negrete, psicólogo clínico, analizó el tema con LA HORA.
Luego de 8 años de haberse instaurado la tabla de drogas en el país, ¿fue útil o no cumplió con su objetivo?
Se hizo un mal uso de esta tabla. Si el presidente, Guillermo Lasso, quisiera derogar o eliminar el efecto de esta tabla lo podría hacer con un decreto, ya que no está en ninguna ley.
La misma Corte Constitucional se pronunció. Dijo que el uso es para diferenciar entre una persona que comete un delito y se dedica al microtráfico y otra que tiene una adicción a una sustancia, que es un problema de salud pública, mental y física. Entonces, la lucha contra las drogas, que ha sido predominante en América Latina – influenciada por la política de drogas de Estados Unidos- ha fracasado.
Y no puedo decir que la tabla de drogas haya solucionado un problema. Se debe cambiar el enfoque. Pero, eliminarla no es el camino, al contrario, empeoraría la situación.
¿Qué faltó para frenar el consumo de drogas?
Países con ingresos altos destinan alrededor del 6% del presupuesto a la salud mental e incluso en estos países es un presupuesto deficiente.
En Ecuador, el presupuesto no llega ni al 1% y ese es el problema principal. No ha habido una estrategia de salud pública para atender este problema, que debe ser tratado desde una perspectiva no patologizante, porque es muy fácil tachar a las personas que tienen una adicción.
¿Qué se necesitaría para mejorar esta situación?
Lo que ha faltado es una política pública de atención, basada en enfoque de género, derechos humanos y evidencia científica. Incluso, a pesar de que no estamos listos para dar el paso -más con un Gobierno de tinte conservador- el camino es la despenalización del consumo de drogas. En los países en los que se ha dado ese paso, el consumo problemático ha disminuido y también ha bajado la tasa de personas en condiciones de vulnerabilidad y pobreza, que terminan siendo encarceladas por el microtráfico.
¿La eliminación de la tabla ayudará -como se menciona desde algunos sectores- a controlar el microtráfico?
Lo que va a hacer es criminalizar la pobreza. Probablemente no serán los consumidores de estratos altos los encarcelados -que quizá tendrán un acceso a una mejor defensa pública-, sino los estratos bajos, como ya sucede. La mayoría que está en las cárceles por tráfico de drogas son de estratos medios y bajos
Lo que se debería hacer -como lo menciona la Corte Constitucional– es considerar que la tabla de referencia es una de las tantas herramientas para poder distinguir entre: la conducta delictiva del microtráfico y la del consumo. Eliminar es un despropósito, porque quitaría uno de los insumos que tienen los jueces para tomar esta decisión.
¿De dónde debería venir esta propuesta?
Desde la Asamblea. Pero, con honrosas excepciones, la nuestra no está dotada de legisladores a la altura de los debates y demandas sociales. Más bien la sociedad civil deberá impulsar este debate, escuchar a los colectivos sociales y profesionales de la salud, ver la realidad a través de personas que tienen una dependencia a las drogas y elevar esto a las instancias pertinentes.
Eso sí, hay que hacerlo basado en evidencia. Tampoco se puede negar que algunas de estas sustancias, como el alcohol que es totalmente legal o el tabaco, generan problemas de salud física y mental.
¿Se ha trabajado en propuestas de rehabilitación y prevención del consumo?
Existe un plan nacional de salud mental, y hay centros de salud públicos y privados que se especializan en tratar adicciones. Pero eso es lo que se debe fortalecer realmente.
En las ciudades donde más alto es el índice de consumo, los niveles de desigualdad son más elevados. A veces estas decisiones, como decir que eliminar la tabla eliminará el microtráfico, son parches y la gente cree que el Gobierno está tomando las riendas del asunto.
¿Qué pasaría con los consumidores en el caso de que se elimine la tabla?
Va a quedar a discreción de los jueces y entre ellos también falta un enfoque de derechos humanos. Quedarían más vulnerables, porque tienen una enfermedad y es injusto que el Estado los lleve a un nivel mayor de vulnerabilidad, en lugar de atenderles. Son ciudadanos que tienen derecho a la salud.
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