En sus primeros 30 días aún no hay señales claras de a donde apuntará la agenda legislativa y cuáles serán los temas prioritarios para un país que atraviesa una crisis económica agravada por la pandemia del Covid-19.
La Asamblea Nacional (AN) cumplió sus primeros 30 días de labores. Las idas y vueltas a la hora de conseguir consensos, deserción de asambleístas, escasas sesiones de pleno y una variada agenda protocolar, ha sido la constante en este arranque.
Desde el primer día se notó que al interior del legislativo no existían acuerdos mínimos para elegir la Presidencia. Cuatro nombres no lograron los votos necesarios. Finalmente, fue Guadalupe Llori, con 71 votos, quien se llevó el triunfo.
La designación de las dos vicepresidencias e integrantes del Consejo de Administración Legislativa (CAL) fue menos atropellada. No así la elección del secretario y prosecretario, e, integrantes de las 15 Comisiones, que requirió de un trabajo más exhaustivo a la hora de lograr los votos necesarios.
Poca actividad plenaria
En lo que va de este periodo, los legisladores han sido convocados en tres ocasiones para las sesiones plenarias. Además, de dos sesiones adicionales que no implican debate de leyes. Una para elegir sus autoridades y otra para la ceremonia del cambio de mando presidencial.
Las 15 Comisiones legislativas se han convocado en 38 ocasiones. Su trabajo básicamente ha girado en la elección de sus autoridades, establecer sus agendas y en pocas ocasiones requirieron la comparecencia de autoridades del Ejecutivo.
La Asamblea del periodo pasado (2017-2021) en sus primeros 30 días de trabajo sesionó en cinco ocasiones. Esto se suma a las ya sesiones establecidas por ley para la elección de autoridades y el cambio de mando presidencial. Las Comisiones, que eran 12 en aquella ocasión, se reunieron 43 veces.
Para Nathalie Arias, legisladora de CREO e integrante de la Comisión de Desarrollo Económico, el trabajo de este primer mes ha servido para “sentar las bases en concreto” de lo que será el trabajo del legislativo.
Apunta al diálogo entre bancadas como la piedra angular que les ha permitido llegar a acuerdos. “Hemos tenido varias reuniones para conocer el trabajo que quedó pendiente”, acota. Menciona que hay más de 400 proyectos en espera que serán direccionados a las 15 Comisiones. “Este es un trabajo que se realizó con las 5 bancadas. Esto ha tomado su tiempo. Son varias sesiones de trabajo para que se vea reflejada la representación de los ecuatorianos”, puntualizó.
Darío Solano, especialista en comunicación, considera que la Asamblea atraviesa por un momento de evaluación ciudadana respecto a lo que pueda o no hacer en estos 4 años. Acota que se debe tener en consideración que de por medio se ventiló un pacto político que involucra al Ejecutivo y Legislativo; este -señala- condicionará el trabajo legislativo «en una suerte de garantizar votos para leyes que necesitan» aprobar desde Carondelet.
A su criterio, la Asamblea no tiene tiempo para pasar en procesos de planificación de agendas o en viajes protocolares. La razón, el país necesita reactivarse económicamente y en este proceso requiere de un parlamento activo que tenga claro el camino que debe seguir con la aprobación de leyes en beneficio de la ciudadanía.
Sin aprobar leyes
Cinco son las leyes que durante este periodo se han publicado en el Registro Oficial, todas heredades de la anterior legislatura. La última, es la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales.
El 14 de mayo, día de inicio del actual parlamento, entraron en vigencia Ley Orgánica Reformatoria a la Ley Orgánica del Servicio Público de Energía Eléctrica; Ley Orgánica de la Defensoría Pública; Ley Orgánica de Extinción de Dominio; y, Ley de Creación de la Universidad Bolivariana del Ecuador.
Las Leyes para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y el proyecto de Ley de Vivienda de Interés Social, son dos de los temas que se encuentran en debate. (AS)
Cinco son las sesiones plenarias convocadas en la actual Asamblea.