Se debe auditar y controlar la calidad del gasto. Se perforaron más de 1.000 pozos desde 2007, pero actualmente llegamos a 500.000 barriles diarios.
A pesar de representar el 10% de la riqueza nacional y el 30% de los ingresos fiscales, el sector petrolero ha tenido un manejo político y poco eficiente en los últimos 14 años.
El Estado, bajo su cuenta y riesgo ha invertido alrededor de $5.000 millones en la perforación de 1.070 pozos; pero la producción diaria de barriles apenas llega actualmente a los 500.000; y su peso en el Producto Interno Bruto (PIB) se ha estancado en el 7%.
Luis Calero, abogado, consultor petrolero y ex funcionario de Petroecuador, explicó que existen informes técnicos contundentes que determinan que cientos de esos pozos fueron innecesarios y su inversión nunca se justificó.
“Es necesario que se haga una evaluación general en toda la Amazonía de cuántos pozos innecesarios se han hecho y a quienes se otorgaron los contratos y en qué condiciones. Se pagaron miles de millones a compañías privadas para ese trabajo”, dijo.
Esa evaluación debe ser una de las primeras tareas del nuevo Gobierno; además de la renegociación de los contratos petroleros, donde las tarifas que paga el país están hasta $20 por encima de los costos de operación.
Henry Llanes, ex asambleísta, dirigente sindical y ex funcionario de Petroecuador, comentó que, con toda la riqueza petrolera, “algo va muy mal para que Ecuador sea más pobre, más endeudado y un crudo comprometido hasta 2026”, dijo.
El reto de duplicar la producción
El presidente electo, Guillermo Lasso, ha recalcado que uno de los pilares de su plan de Gobierno es duplicar la producción diaria de crudo hasta 2025, es decir, pasar de 500.000 a un millón de barriles diarios
Para eso, el primer paso es tener un plan claro de explotación, el cual permita establecer el nivel de inversiones, el tipo de bombas y otras infraestructuras requeridas. Así, se evitan despilfarros y gastos sin criterio técnico y económico.
Según Calero, el país nunca ha tenido una política petrolera integral, lo que ha existido desde la década de 1970, son esquemas diferentes de relacionamiento contractual entre las empresas y el Estado.
En otras palabras, la explotación y la comercialización interna y externa de crudo han sido manejadas a través de decisiones políticas y negocios poco claros.
Así, por ejemplo, en el Gobierno de Rafael Correa, ex funcionarios de Petroecuador denunciaron que, sin ningún sustento, se aumentó la distancia de colocación de las torres de perforación, con lo que los costos pasaron a ser mayores sin ningún beneficio adicional. (JS)
¿Cuál es la mejor modalidad de contratación petrolera?
Henry Llanes, ex asambleísta, dirigente sindical y ex funcionario de Petroecuador, recalcó que la renegociación de contratos petroleros es una tarea urgente.
A su criterio, el único contrato que le generó ingresos al Ecuador, y un proceso de transformación, fue el de asociación firmado con Texaco.
“Le quedaron $23.700 millones al país luego de 20 años; y se pagaron costos de producción que no excedieron el 20% de los ingresos de cada barril”, aseveró.
En ese sentido, Llanes cree que se puede replicar ese modelo, donde la participación del Estado podría llegar hasta el 75%, debido a que ya hay una infraestructura montada.
En los últimos años se ha cambiado cada cuatro o cinco años de modalidad contractual, en muchos casos sin sustentos técnicos y económicos. Sin embargo, Fernando Santos Alvite, ex ministro de Energía, consideró que el presidente Lasso debe apostar al esquema de participación, en el cual las compañías privadas ponen la inversión, extraen el crudo, se llevan una parte de la producción y el Estado se queda con el resto.