El proceso de vacunación se hunde en medio de decisiones políticas y falta de planificación

CONTRARRELOJ. Moreno y el nuevo ministro Salinas tienen un mes y medio para cambiar el rumbo de la vacunación.
CONTRARRELOJ. Moreno y el nuevo ministro Salinas tienen un mes y medio para cambiar el rumbo de la vacunación.

Los cambios de ministros, y las decisiones sin planificación, complican la inoculación lo que significaría más muertes y pérdidas económicas.

En apenas 42 días, desde el 26 de febrero de 2021, Ecuador ha tenido cuatro ministros de salud. En otras palabras, la cabeza del proceso de vacunación contra la Covid-19 ha cambiado, en promedio, cada 11 días.

Esta inestabilidad ha ido de la mano, según Ernesto Carrasco, exviceministro de atención integral en Salud y expresidente de la Federación Médica Ecuatoriana, del cometimiento de errores imperdonables.

Uno de esos errores, por ejemplo, y que le costó el cargo a Mauro Falconí fue el cambio de última hora, durante la madrugada del 7 de abril de 2021, de vacunas Pfizer a Astrazeneca en el proceso de vacunación de adultos mayores en Quito.

Esta decisión provocó retrasos de horas y largas filas de personas vulnerables en los centros de vacunación. Entre el exministro y la gerente de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), Martha Moncayo, se pasan la responsabilidad de esa decisión y se acusan de injerencia.

Además, Falconí también ha dirigido sus quejas, a pocas horas de dejar la cartera de salud, a influencias externas reñidas con “la técnica y la toma de decisiones en un ministerio de salud pública. Sin dar mayores explicaciones, se refirió como una de las principales de estas influencias a la vicepresidenta María Alejandra Muñoz.

Carrasco recalcó que son evidentes la falta de coordinación, manejo técnico de las decisiones en el ministerio de salud y el proceso de vacunación. Además, aseveró que altos funcionarios pueden influir, pero al final del día, el único que autoriza a quién se vacuna, a quién no y cómo se lo hace es el ministro.

“La mala gestión es responsabilidad del funcionario que estuvo al frente de la cartera de salud en cada momento. Eso le pasó al exministro Zeballos que tomó decisiones por su cuenta. Asimismo, el exministro Falconí decidió trabajar de la mano de CNT”, puntualizó el exviceministro.

Vacunación podría tardar hasta 2023

El médico epidemiólogo de la Secretaría de Salud del Municipio de Quito, Francisco Pérez, aseguró que el mal manejo, con una gran carga de influencias y decisiones políticas, podría causar, si no hay un cambio de timón radical, que el proceso de vacunación demore hasta 2023, lo que significaría más muertes y pérdidas económicas.

Además, el aparecimiento de nuevas variantes y una mayoría de población no inmunizada, provocaría que la efectividad de las vacunas se reduzca con el tiempo.

“La fase para inmunizar a la primera línea está incompleta. No hay claridad sobre cuántas vacunas llegarán y en qué fechas”, afirmó.

Coinciden los economistas entrevistados por La Hora que, en este sentido, antes que seguir dando palos de ciego, el nuevo ministro de salud, Camilo Salinas, debería parar el proceso, ver con qué realmente cuenta y tener un panorama global y real. A partir de eso, reiniciar todo de forma ordenada y sistemática con el apoyo de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD).

Inoculación local

El ministerio de salud está a la deriva y no tiene la suficiente capacidad operativa para hacer solo el proceso de vacunación. Los Gobiernos locales tienen mapas de calor de los sectores con más contagios y pueden implementar de mejor manera el proceso.

Sin embargo, la política tampoco permitió concretar los acercamientos que hizo el exministro Falconí.  Pérez lamentó que el acuerdo de vacunación se haya firmado con Guayaquil, pero se haya dejado fuera a última hora a Quito.

“Como municipio no tenemos idea de a cuántos quiteños se ha vacunado. Para levantar esta información se debe tener una plataforma digital operativa”, dijo.

Metas irreales de vacunación diaria

Desde el ministerio se hablan de metas de vacunación diaria sin sustento en la realidad operativa del país. El exministro Mauro Falconí aseguró que el plan que dejó establece 45.000 inmunizados cada día.

Sin embargo, el médico epidemiólogo de la Secretaría de Salud del Municipio de Quito, Francisco Pérez, puntualizó que solo Quito necesitaría una inversión de $11 millones y la contratación de casi 1.000 vacunadores para llegar a la cifra de 20.000 cada jornada.

“Lo que se necesita en Quito se debe replicar en todo el país. No es posible llegar a las metas del ministerio. Ni siquiera se ha podido articular pruebas masivas, solo hemos llegado recién al millón en una población de más de 17 millones”, recalcó

Cambios sin sustento en ministerio de salud

Otro factor que influyó en el poco tiempo de Mauro Falconí como ministro de salud fue que removió, casi inmediatamente después de su posesión, a coordinadores zonales, distritales y gerentes hospitalarios.

“Lo hecho por el exministro Falconí es impresentable. Se sacó a autoridades que llevaban un año o más en funciones, pero sin la revisión de los informes de gestión de cada área. Además, se comenzó a llevar los puestos con gente que no tenía la preparación para enfrentar la situación”, denunció Ernesto Carrasco, exviceministro de atención integral en Salud y ex presidente de la Federación Médica Ecuatoriana.

Ampliar las prioridades de vacunación

Roberto Viteri, médico epidemiólogo, dijo que está bien priorizar a adultos mayores, médicos, policía, fuerzas armadas, maestros, pero se debe ampliar la mira porque hay otro tipo de sectores de primera línea que están completamente desprotegidos.

“Se debe analizar quienes están en más riesgo de exposición dentro de la fuerza laboral y que luego se convierten en vectores de la enfermedad. Por ejemplo, empleados fábricas y de la producción alimenticia están en constante riesgo y si se enferman contagian a su círculo familiar”, acotó.

$11 millones y contratar a casi 1.000 vacunadores necesitaría Quito para inmunizar a 20.000 personas cada jornada.

El ministro Falconí cuando asumió dijo que no había plan de vacunas y que lo hizo en 72 horas. No entendemos cómo se lo hizo sin apoyo de la academia ni epidemiólogos”.

Francisco Pérez
Médico epidemiólogo de la Secretaría de Salud (MDQ)