Las tres confederaciones que integran la Conaie no formarán parte de la convocatoria de Leonidas Iza. Dicen respetarla, pero no compartirla.
La propuesta de Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) y candidato a la presidencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), de convocar a una movilización para el 11 de junio de 2021, pierde fuerza en las bases de la organización.
Al menos cuatro serían los motivos para esta convocatoria: solicitar la derogatoria del Decreto Ejecutivo 1158, que regula el precio de los combustibles a través de un sistema bandas móviles; moratoria de un año para el pago de créditos en bancos y cooperativas; derogatoria de la Ley de Defensa de la Dolarización; y, su inconformidad por una supuesta privatización de los bienes públicos.
Dirigentes indígenas se apartan del llamado
Tres son las organizaciones que conforman la Conaie: la Conaice (Costa); Ecuarunari (Sierra); y, Confenaie (Amazonía).
Gustavo Tenesaca, dirigente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari), menciona que las bases del movimiento indígena están en la capacidad de organizarse territorialmente, pero es el Consejo Ampliado de la CONAIE, quien decide si toman alguna medida de carácter nacional.
«No hay una manifestación unificada mayoritariamente de las federaciones provinciales», dijo. Además, indica que no «se responsabilizan de una convocatoria a nivel nacional ni regional». Aclaró que Iza no es dirigente regional ni nacional, por lo que «no tiene la autoridad para convocar a una movilización» de ese tipo.
Andrés Tapia, dirigente de comunicación de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confenaie), aclaró que «no decimos que no apoyamos esa movilización, se trata de una movilización territorial». Enfatizó que no existe un llamado a un paro nacional, sino que se trata de una medida de hecho en la provincia de Cotopaxi.
Este diario buscó vía telefónica conocer el pronunciamiento de Javier Aguavil, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Costa (Conaice) y candidato a la presidencia de la CONAIE, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Desde el legislativo son cautos
Rafael Lucero, jefe de la bancada legislativa de Pachakutik, aseguró desconocer la agenda que plantea Iza y si este lo hace como parte de la Conaie. «Como bloque Pachakutik hemos escuchado por los medios y las redes sociales que llaman a una movilización«, aseguró.
Dijo respetar esta convocatoria y que mientras no tengan una «propuesta documentada» el bloque de Pachakutik no se sentará a tratar el tema. «Esperemos que en los próximos días lo puedan hacer». Comentó que de lo que se ha enterado por medios no oficiales, son temas que están en la «agenda legislativa«.
La marcha está convocada para el 11 de junio. En primera instancia sería en Cotopaxi y no se ampliaría a otras provincias. (AS)
Del 25 al 27 de junio se realizará la elección de las nuevas autoridades de la Conaie.
El bastón de mando, un medio para conseguir cuotas de poder
Guillermo Lasso, en menos de 7 días, recibió dos bastones de mando por parte de comunidades indígenas de la serranía ecuatoriana. El primer acto se celebró en Tamboloma, provincia de Tungurahua; y, el segundo, en la Nación Puruhá, provincia de Chimborazo.
Rafael Lucero considera que la entrega del bastón de mando responde a «intereses personales de ciertos grupos de autoridades y dirigentes indígenas» que hacen de este acto ancestral una mercantilización para conseguir «cuotas de poder».
Aseguró que para Pachakutik y el movimiento indígena es un tema ancestral sagrado. «La entrega del bastón de mando se lo hace a una autoridad que se identifique con las demandas del pueblo ecuatoriano». Mencionó que quienes organizan estos actos están en libertad de hacerlo pero que lo «rechazan y no están de acuerdo».
Gustavo Tenesaca, comentó que algunos sectores y actores que son parte de los pueblos y nacionalidades, pero que no representan al movimiento indígena, son los que promueven este tipo de eventos.
Indicó que hay que hay una folklorización en doble vía, tanto de las autoridades de turno como de quienes la promueven. Los primeros buscan «legitimarse» frente a los pueblos indígenas y los segundos, quieren «congraciarse» con el gobernante.
Explicó que «hay que entender que las autoridades de elección popular representan a un régimen constitucional«, en cambio las autoridades indígenas representan a un régimen «comunitario de los pueblos y nacionalidades a nivel territorial».
Para el antropólogo político Jacques Ramírez, la entrega del bastón de mando es un elemento cultural que no sólo se circunscribe al territorio andino ecuatoriano sino a otros estados del continente. Su entrega normalmente se da al interior de las comunidades. Cada una con particularidades simbólicas propias.
Considera que dentro del actual Gobierno existe un desconocimiento de los significados. «No se trata de la entrega de buenas energías o poder, por lo general significa el deseo de un buen gobierno y del compromiso que este acepta de no olvidarse de la comunidad«.
Ramírez agrega que mucho de lo que está en juego cuando se entregan estos símbolos es «comprometerle (al Mandatario) como un aliado con los proyectos y necesidades, en el caso de Tamboloma, con canales de riego y precios justos» para productos agrícolas. (AS)