Alternativas sostenibles: Jabones eco-friendly

Para Rosario Vasco es indispensable que un negocio sea amigable con el ambiente. Por eso creó una línea de baño que evita los envases de plásticos y usa un bajo porcentaje de agua.

INTRODUCCIÓN

La pandemia provocada por la Covid-19 no evitó que Rosario Vasco detenga su anhelo de tener una línea de productos de baño amigables con el ambiente.

En agosto de 2020, la mujer de 50 años dio vida a ‘Rumi Yaku’, champú sólido artesanal con ingredientes biodegradables y ambientalmente sostenibles: “todos los productos son naturales; a la cáscara de la mandarina, el romero, la manzanilla y la avena, los dejamos secar y los molemos”, comenta.

Al ser productos sólidos, utilizan menos del 5% de agua en su elaboración y también evitan el uso de envases plásticos, “que se demoran unos 500 años en degradarse”, agrega Vasco, quien considera que el Metro de Quito le permitirá hacer un mayor número de entregas, evitando ir en carro particular y así reducir significativamente la emisión de óxidos de nitrógeno, que afectan la calidad del aire.

Para ella, el Metro se convierte en la oportunidad de mostrarle a la gente que el transporte público puede ser un espacio ecológico.

Impulso laboral

Desde hace cinco meses Vasco se dedica a la fabricación de champú, acondicionadores y jabones que vende a través de redes sociales con entregas a domicilio. El emprendimiento ha crecido pese a las limitaciones de movilidad. “Yo vivo al sur y la mayoría de productos los entregamos en el norte y creo que con un transporte como el Metro de Quito, hacer las entregas será más rápido y me permitirá llegar a más clientes, por lo tanto vender más”.

La agilidad del transporte público es indispensable, dice, para la reactivación económica.

Cultura Metro y su huella ambiental

Vasco comenta que la cultura Metro es la oportunidad de cambiar la mentalidad de los quiteños en todos los aspectos. “No solo porque vamos a respetar los asientos y los espacios, sino porque habrá mayor conocimiento de separación de residuos y de no arrojar basura”.

Además, los buenos hábitos se trasladarán a otros sistemas y eso hará que la ciudadanía quiera usar el transporte público, reduciendo el uso de autos privados. “No solo es un ahorro de gasolina, sino que al haber menos carros en las calles disminuirá la contaminación del aire”, indica la emprendedora.

El Metro de Quito es el primer proyecto de transporte masivo de pasajeros que funcionará con energía verde.

Otro de los beneficios es que al usarse más los medios de transporte público, el tráfico disminuirá y con eso también habrá menos contaminación auditiva.

“Con el Metro no sólo se reactivará la economía, sino que también se generará un cambio a nivel del cuidado del planeta”, destaca Vasco.

Para ella, esta mega obra permitirá crear una economía circular, pues al tener la cultura de clasificar la basura se podrá colaborar con los recicladores cuya labor “es importante para la capital”.

Energía verde

El pasado 2 de diciembre, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps), firmó un convenio con el Metro de Quito para dotarlo de energía eléctrica.

“Agua de Quito moverá al Metro y Trolebús. Esto es una economía circular, que deja atrás emisiones de toneladas de dióxido de carbono que contamina y afecta la salud de los capitalinos”, dijo Jorge Yunda, alcalde de la ciudad.

El pasaje del Metro sería de 45 centavos y 60 centavos si se integra con otros medios (Trolebús, Buses Urbanos).

Esta energía natural representa un ahorro significativo para el Metro y para la ciudad, con una proyección de ahorro del 50% del valor previsto en el gasto del modelo económico: se había proyectado invertir $2 millones en electricidad, pero con la energía entregada por Agua Quito el valor se reduciría a la mitad.

Así, el Metro de Quito se convierte así en el primer proyecto de transporte masivo de pasajeros que funcionará con energía verde. (AVV)