El Gobierno gasta más en subsidio al combustible que en salud

El precio del combustible en Ecuador está sujeto al sistema de bandas.

No solo incluye las pérdidas en la comercialización interna y subsidios, sino también el mantenimiento de una producción nacional a la baja.

En medio del golpe inicial de la pandemia y la caída de los ingresos del Estado, el gasto en combustibles llegó a los $3.186 millones durante 2020. Ese monto, aunque menor al de 2019, debido a la caída en la demanda interna, representó 12 veces más que lo destinado a la red de protección y ayudas sociales o más del doble del presupuesto para salud pública.

Según un estudio del Colegio de Economistas de Pichincha (CEP), el sistema de importación y comercialización de gasolinas, y otros derivados de petróleo, es ineficiente y poco transparente en el país.

En promedio, cada año se pierden alrededor de $1.181 millones, debido a que el precio al que se compra los combustibles en el exterior es el doble del que se vende internamente.

Así, por ejemplo, cada barril de combustible costó $71, pero se comercializó en $48 durante 2019. El año pasado, el costo fue de $52 y para la venta estuvo en $43.

Evaluación al sistema de definición de precios

Santiago García, presidente del CEP y docente de la Universidad Central, explicó que, antes de establecer una política de subsidios a los combustibles, el Gobierno debe evaluar el sistema de definición de los precios, establecido a través de los Decretos 1054, 1158 y 1183.

Actualmente, hay grandes vacíos sobre los reales impactos en los precios finales a los consumidores y en los márgenes financieros que reciben los intermediarios. En otras palabras, aunque está en vigencia un sistema de bandas desde julio de 2020, las subidas mensuales de las gasolinas no llegan a compensar los costos. Eso significaría que los subsidios son mayores de lo que dicen las autoridades.

“No es razonable que el precio de referencia sea el precio internacional de los marcadores Crudo Oriente y WTI, dejando de lado otras variables, como costos de refinación, costos de transporte y refinación de los derivados, costos de comercialización y la utilidad respectiva”, dijo García.

Manejo fuera del presupuesto del Estado

El dinero que entra y sale por la importación y comercialización de combustibles no se registra en el Presupuesto General del Estado (PGE). Desde el Gobierno de Rafael Correa se creó una cuenta aparte que se maneja con poca transparencia y que se convierte en una zona oscura del manejo fiscal.

En esa cuenta, no solo se registran las pérdidas en la venta interna de gasolinas, sino también los pagos en crudo con empresas petroleras estatales de otros países; las compras locales de hidrocarburos y de productos o materias primas; los pagos de deudas con compañías privadas que explotan petróleo en el país.

En promedio, todos esos temas han costado casi $4.000 millones anuales. Sin embargo, la producción nacional sigue a la baja y la calidad de los combustibles está rezagada desde hace más de 20 años, según un estudio de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).

Roberto Rivera, ingeniero en petróleos, comentó que el Gobierno de Guillermo Lasso debe replantear completamente la política petrolera del país, debido a que ese sector será imprescindible para el crecimiento económico durante los próximos 4 años.

“Petroecuador recibe dinero a cuentagotas para invertir en producción y no hay claridad de cómo ir reduciendo las pérdidas en comercialización que, desde 2016, suman más de $5.200 millones”, acotó. (JS)

Desde 2016, la pérdida en la comercialización de combustibles ha promediado los $1.181 millones al año

Precios internacionales más altos complican al país

José David Rivera, analista Mercados Financieros de Libertex, explicó que el precio internacional del crudo podría llegar a los $80 hasta finales de julio de 2021. Aunque a primera vista suena como una buena noticia para el país, la realidad es que la mayoría de esos ingresos adicionales se diluyen en pago de deuda y la cobertura del sistema ineficiente de comercialización de combustibles.

Hasta mayo, con un precio de más de $60, es decir, $23 más que lo presupuestado por barril, solo ingresaron un poco más de $300 millones como ingresos petroleros. En seis meses más, esos ingresos no superarán los $1.000 millones, según Fausto Ortiz, ex ministro de Economía.

Una de las razones para ese escenario es que, en lo que va de 2021, la producción diaria de crudo se ha reducido en más de 17.000 barriles.

Pérdidas en comercialización de combustibles

Año  Importaciones Precio Costo importación Precio venta Ingreso Pérdida
2016 43,83 millones de barriles $53,20 $2.331.83 millones $38,88 $1.704,12 millones $627,71 millones
2017 44,68 millones de barriles $64,67 $2.889,28 millones $39,54 $1.766,7 millones $1.122,58 millones
2018 49,1 millones de barriles $80,02 $3.925,14 millones $40,89 $2.005,62 millones $1.919,52 millones
2019 53,91 millones de barriles $70,79 $3.816,1 millones $47,92 $2,583,29 millones $1,232,76 millones
2020 46,78 millones de barriles $51,85 $2.40193 millones $43,18 $2.012,75 millones $389,23 millones