La joven fue secuestrada y asesinada por un pastor evangélico. Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana, dice que las labores de búsqueda continúan.
¿Qué es la justicia? se pregunta Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde, desaparecida el 7 de julio de 2012.
Rodíguez hace una pausa, toma aire y se contesta “justicia sería que me hubiesen devuelto a mi hija como se la llevaron”.
“Justicia – repite la madre- es que el caso de tu hija no deba pasar por 12 fiscales”.
El punto de búsqueda
En 2019, Jonathan Carrillo, pastor evangélico de la iglesia a la que asistía Juliana y su familia, fue sentenciado a 25 años de prisión por el delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte.
Pamela Chiriboga, asesora jurídica de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) y una de las abogadas del caso, explicó que lo trascendental de la sentencia es que el Tribunal dispuso que se continúe la búsqueda de los restos de Juliana.
“Mientras los restos no se encuentren, no se cierra el caso”, agregó Chiriboga.
Carillo, en una de sus versiones, indicó que había dejado el cuerpo de Campoverde en la quebrada de Bellavista. Pero luego se acogió al derecho al silencio y evitó dar detalles de la ubicación precisa, lo que dificulta la búsqueda que inició en abril de este año.
El 21 de mayo, a las 9:30, miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), personal de Emaseo y dos canes de rescate llegaron al lugar y, durante dos horas, hicieron la limpieza de tres puntos del lugar.
Las labores de búsqueda se retomarán el próximo miércoles 26 de mayo de 2021.
“En estas búsquedas más o menos se ve en qué sitios limpiar, pero aún no son búsquedas para cavar o ingresar maquinaria”, comenta Rodríguez.
Las indicaciones de los grupos fueron bajar al sitio realizando una limpieza de la maleza. En caso de hallar osamentas o cualquier tipo de resto hay que entregársela a al antropólogo forense que acompañó a los rescatistas en el descenso por la quebrada.
“Yo siempre pedí, peleando, en la Corte, que estas búsquedas indefinidas se reanuden. Lo que más quiero es encontrar a mi hija y que los equipos la busquen y no vengan aquí solo para decir que están trabajando”, resalta la madre de Juliana y detalla que los derechos de su familia fueron vulnerados, pues una docena de fiscales han pasado a manejar este caso, sin que hasta la fecha se encuentren los retos de esta joven, que tenía 18 años cuando desapareció.
“Después de 3.233 días de espera de una justicia digna, me indigna tener que volver nuevamente a este lugar (quebrada Bellavista) que es tan doloroso para mí como madre. No es justo después de tantos años”, dice Rodríguez.
‘Seré la sombra de los gobernantes’
Poco o nada se ha dicho sobre personas desaparecidas en la época electoral, mencionó Alexandra Córdova, madre de David Romo, quien desapareció el 16 de mayo de 2013.
Rodríguez coincide y dice que ella será “la sombra de cualquier gobernante que no tome en serio la lucha que nosotros hemos venidos haciendo, como todos los familiares de personas desaparecidas”.
La madre de Campoverde cuenta que espera que no pasen más años y que las diligencias se hagan con la celeridad que no ha habido en estos casi nueve años de búsqueda.
Rodríguez espera que la Fiscalía tenga ya una estrategia de búsqueda en caso de que la quebrada de Bellavista sea descartada.
“Dios permita que la encontremos y con más fuerza como familiares seguiremos luchando y exigiendo para que el Estado responda por todas las personas desaparecidas”, enfatiza la madre de Juliana Campoverde. (AVV)
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