Las vacaciones se pueden convertir en una carga. Tres de cada diez ecuatorianos comprometen más del 100% de su ingreso neto para pagarlas.
Si gana $600, pero sus gastos fijos (arriendo, educación, alimentación, etc.) llegan a $500 mensuales, debe estar consciente de que el fondo para imprevistos y gastos extra es de tan solo $100. Y sobre esa cantidad podrá planificar egresos como entretenimiento y viajes.
Sin embargo, tres de cada diez ecuatorianos comprometen más del 100% de ese ingreso neto (ingresos menos gastos) para financiar sus vacaciones. Así, según la fundación ‘Finanzas responsables’, alrededor de 1,32 millones de familias se endeuda para salir de paseo; pero el problema es que se comprometen a pagar cuotas mensuales que exceden entre 15% y 20% el dinero adicional que les queda cada mes.
Por ejemplo, si ese excedente es de $100, la carga de la deuda llega hasta $115 y $120. Rocío Almeida, economista y financiera, comentó que ese desfase se cubre, en la mayoría de los casos, con avances de efectivo de la tarjeta de crédito; es decir, con deuda sobre deuda.
“Se genera un círculo vicioso donde un hueco se tapa generando otro. Los avances de efectivo son un recurso de última instancia, solo en caso de emergencia, debido a que tiene una tasa alta. Al final se termina pagando más y restando recursos a temas necesarios y urgentes”, dice la experta.
No hay nada de malo en endeudarse, pero se lo debe hacer con base a la real capacidad de pago. María Belén Luzón, Jefe de Negocios de Cooperativa Andalucía, puntualizó que las cuotas de la deuda a pagar no deben superar entre el 35% y 40% del ingreso neto.
En otras palabras, si le quedan libres $100 al mes, esas cuotas no pueden ser mayores a los $40. Con eso, se mantiene un colchón para imprevistos y emergencias, e incluso se puede ir ahorrando algo.
La regla 50/30/20
Para determinar el presupuesto de vacaciones, se puede considerar la regla 50/30/20. En esta regla, se presupuesta que el 50% de los ingresos se destina a costos fijos, como hipoteca, servicios básicos, alimentos y cuidado de los niños.
El 30% se reserva para imprevistos y gastos discrecionales como las vacaciones y el 20% queda para un fondo de ahorros.
Una técnica útil para tener las cuentas al día es llevar una lista u hoja de cálculo en una libreta o en el teléfono móvil, y anotar todos los consumos que se realizan para tener una idea real de lo que se gasta y saber si se cumple con el presupuesto que se había planificado.
Si se aparta un porcentaje de los ingresos cada mes, se podrá ir construyendo poco a poco una reserva para ir de paseo en la época vacacional.
Es muy importante que una vez que se planifiquen las vacaciones familiares, se dedique un tiempo para comentar los detalles con todos los miembros de la familia. En ese contexto, una buena idea es asignar un monto de dinero para cada uno de los hijos, pues así se evitan discusiones y presiones durante el viaje.