El 16% de las mujeres jefas de hogar pueden tener una casa propia

INEQUIDAD. Las ecuatorianas se enfrentan a varias barreras para su autonomía.
INEQUIDAD. Las ecuatorianas se enfrentan a varias barreras para su autonomía.

En comparación, más del 48% de los hombres jefes de hogar acceden a crédito y una vivienda.

Desde 2014 hasta la fecha, el porcentaje de mujeres que accedieron a un crédito para vivienda pasó del 12% al 5%. Esto a pesar de que las ecuatorianas generan alrededor del 50% del ahorro en el sistema financiero formal.

Esta situación está directamente relacionada con la posibilidad de una casa propia. Así, en promedio, más del 48% de los hombres jefes de hogar lo consiguen; pero en el caso de ellas, el porcentaje llega al 16%, es decir menos de 2 de cada 10.

Según el estudio titulado ‘La brecha de género en el acceso al mercado hipotecario de Ecuador’, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ser propietaria es considerado uno de los mayores logros, “el sueño realizado”, la inversión más importante de la vida y el patrimonio que quedará para los hijos como garantía de su futuro.

“Para mí, en este momento es algo indispensable, necesario, de suma importancia porque soy una madre sola y no he podido hasta ahora en mis 50 años, adquirir una casa. Para mí sería la seguridad para mi hijo”, contó Lorena Domínguez.

Ingresos inestables, pero más horas de trabajo

El 75% de las mujeres que buscan un crédito para vivienda tienen ingresos de $600 al mes o menos. Uno de los principales problemas es que deben destinar mucho de su tiempo al llamado trabajo no remunerado del hogar, por lo que sus oportunidades de empleo formal disminuyen.

Así, a nivel nacional, ellas destinan más del 40% de sus horas a labores no remuneradas; mientras en el caso de los hombres llega al 14%.

Sin embargo, en total, las ecuatorianas tienen una carga de actividades, en todas sus facetas, de 79,39 horas; por su parte, ellos completan 59,57 horas.

“La sobrecarga de actividades de las mujeres limita su libertad para trabajar en el mercado y recibir una remuneración, lo cual acarrea importantes consecuencias en su percepción de ingresos y en su independencia económica”, dice el estudio del BID.

11 barreras a la hora de solicitar crédito

El 48% de las mujeres en la Población Económicamente Activa (PEA) están subempleadas o con cualquier otro tipo de trabajo precario. Pero, si se suma al empleo no remunerado, la cifra llega al 66%.

Por eso, la principal barrera de acceso al crédito es que no cumplen con los ingresos mínimos que establecen los bancos y cooperativas. Asimismo, por su condición de informalidad, tampoco tienen sustentos (facturas, recibos, etc) de esos ingresos ni poseen un Registro Único de Contribuyente (RUC) o de Régimen Impositivo Simplificado (RISE).

Además, se les exige un tiempo mínimo de trabajo en relación de dependencia o de actividad formal independiente.

“Me dijeron que debía tener un año con RUC. Me dijeron que debía tener un trabajo estable, pero en mi trabajo no es que voy a obtener cada mes un monto, no es estable, sino que yo recibo por semana y a veces diario. Es una microempresa. A veces hay clientes y a veces no hay”, apuntó Verónica Balseca, emprendedora.

Otras trabas son deudas pendientes anteriores, y estar calificadas como morosas en el Buró de Crédito. Sin embargo, de acuerdo con el BID, las mujeres son mejores pagadoras que los hombres. En promedio, 20% de la cartera vencida se debe a ellas y el 80% a ellos.

“Las mujeres son más responsables, la mayoría de los créditos en mora son de hombres, según la experiencia, las cabezas de crédito mujer son más responsables, al tener un estatus de media para abajo y aun así tienen una cultura de ahorro, aunque sea de $1 o $2”, puntualiza el estudio del organismo multilateral.

Por otro lado, una barrera importante es no tener garante, o que el que se tiene no cumpla con los requisitos. Además, al momento de concretar un contrato, se presentan trabas legales relacionadas con la sociedad conyugal; sobre todo con respecto a exigir la firma del cónyuge, a pesar de estar separada.

También juega en contra el hecho de no tener tiempo para los trámites o la falta de comprensión del proceso.

Finalmente, el acceso al financiamiento público más barato se corta por no contar con el mínimo de aportaciones para solicitar financiamiento del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess). (JS)

Un arriendo, en promedio, representa casi el 25% de los ingresos de una mujer jefa de hogar; en el caso del hombre llega al 15%.
La mayoría de propietarios de casa son hombres, de  entre 35 y 55 años.

 

 

 

Vivienda propia según ingreso y género

Jefe de hogar
Ingreso Hombres Mujeres
Hasta $500 43% 19%
De $501 a $750 45% 15%
De $751 a $980 46% 16%
De $981 a $1.360 48% 14%
Más de $1.361 59% 14%