¿Cuál es la edad para empezar a hacer deporte?

CALIDAD. La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.
CALIDAD. La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.

Aunque debería existir una cultura de actividad física desde niños, hay un momento cuando el sedentarismo ya no puede ser una opción.

 Es más fácil inculcar desde la niñez hacer actividad física, así, en la adultez una persona tendrá un hábito adquirido. Sin embargo, nunca es tarde para empezar.

Aunque no existe un momento específico para iniciar a ejercitarse, a partir de los 30 años “ya sufrimos ciertos cambios en el cuerpo, como la pérdida de masa muscular (sarcopenia), las alteraciones a nivel de la piel y más fatiga”, dice María Augusta Terán, médico geriatra del Hospital San Juan de Dios.  Es por eso que, desde esa edad, el realizar actividad física ya no debe ser una opción.

Además, desde los 40, por cada 10 años cumplidos se disminuye la elasticidad, no solo del cuerpo, sino de células cardiacas.

Intensidad por etapas

El profesor de educación física Marco Morocho detalla que cuando se inicia a temprana edad en el deporte, lo más recomendable es realizar actividades al aire libre, en equipo y que no requieran demasiado uso de fuerza o resistencia.

En los adolescentes, el ejercicio se debe enfocar en el desarrollo de habilidades y capacidades motrices que se obtienen cuando se realizan actividades como nadar, correr, jugar fútbol u otros deportes en equipo que, además de generar un buen estado de salud, también aportan en los aspectos sociales, de liderazgo y psicomotrices.

Morocho dice que, en cambio, para ir al gimnasio o practicar otro tipo de ejercicios -como crossfit se recomienda que la persona haya culminado su etapa de desarrollo (pasados los 16 años).

“El gimnasio ofrece múltiples beneficios, sobre todo cuando se trabajan los ejercicios adecuados, adaptados a las necesidades de cada persona”, explica el docente.

Otra de las ventajas del gimnasio es que además de mantener el cuerpo y las mentes sanos, influyen en los cambios estéticos de las personas. “Incluso si alguien se opera, se hace liposucción, lo que se debe ir al gimnasio o ya es plata perdida”, destaca Morocho.

¿Y si lo hago desde casa con tutoriales? Morocho responde que es posible, pero que es recomendable que previamente un entrenados profesional genere una rutina. “Supongamos que usted tiene problemas en las rodillas y se dedica a saltar la cuerda, porque le dijeron que es bueno, pero puede lesionarse”

Impacto en la mente

 La sobrecarga de trabajo, la falta de pausas activas y la ausencia de actividad física provoca estrés y eso desencadena la ansiedad.

Por eso Terán indica que el ejercicio debe complementarse con una buena nutrición e hidratación.  “Cuando sufrimos de deshidratación, a largo plazo, esto nos produce alteraciones a nivel neurológico. Además, aumenta el cansancio y la fatiga”.

El ejercicio empodera y ayuda a romper barreras

 El psicólogo clínico Fabricio Ramírez explica que el ejercicio, más que un tema fisiológico, es una actividad que libera sustancias, como endorfinas y neurotransmisores, que causan una variación al equilibrio químico cerebral y eso genera un nivel más estable de serotonina y dopamina (sustancias que regulan las funciones del cerebro), lo que provoca placer y estabilidad.

Ramírez señala que el ejercicio supone una serie de pequeños retos ya que se debe realizar de forma estructurada. Superar y conseguir esas pequeñas metas generan solidez y confianza respecto a las habilidades de la persona. El experto dice que para muchas mujeres que han sido víctimas de violencia, el deporte es una terapia. “Cuando hacen ciertas actividades que suenan solo para profesionales, como subir una montaña o realizar una carrera, las personas se liberan”.

La actividad física -dice el experto- tiene una influencia indirecta sobre las mujeres, lo que puede provocar que eliminen aquellos factores que hacían que continúen en el círculo de violencia.  (AVV)

“La actividad física no solo permite tener una mejor calidad muscular, ósea y de piel, sino también, mejora la oxigenación de las células neuronales”. María Augusta Terán, geriatra del Hospital San Juan de Dios

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el deporte reduce el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, diabetes y depresión