Antes de la guerra entre Rusia y Ucrania, el ineficiente sistema de producción y la burocracia ya encarecían ese producto indispensable en la canasta básica.
Las secuelas de la pandemia, como los problemas logísticos y el aumento de los costos de importación, se han visto magnificados por la consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania sobre la inflación y el menor acceso a materias primas e insumos para la producción.
Y en parte por ello, el pan producido en Ecuador es uno de los más caros de la región; sin embargo, al alto costo se suma una serie de problemas estructurales. En el país se siembra y cosecha un porcentaje mínimo de trigo, que es la base de ese bien esencial en la canasta básica de las familias.
Además, bajo la lógica de proteger la producción nacional, desde hace más de una década se estableció un sistema de licencias de importación (junto con una maraña de tramitología y manipulación política) que hace que todo se encarezca más.
Así, no solo la industria panificadora, sino también la de balanceados o la agropecuaria, requieren más de 1,1 toneladas de trigo al año, pero ese sistema ineficiente hace que las compras en el exterior se retrasen y complique. El objetivo es mantener altos los precios de una producción nacional que no supera las 50.000 toneladas.
En este contexto, al que se suman otras ineficiencias en el aparto productivo ecuatoriano, el costo de un kilo de pan en Ecuador llega a $1,6. Ese valor solo es superado por los $2 que se registran en Panamá.
A pesar de subidas de entre 7% y 60%, solo en los primeros meses de 2022, los precios del pan son mucho más bajos en economías como las de Colombia y Chile. Los colombianos deben pagar $0,83 por kilo, mientras los chilenos asumen un costo de $1,07.
En el caso de otro vecino cercano como Perú, el kilo de pan cuesta $1,49, es decir, $0,11 menos que en Ecuador. Incluso, Costa Rica tiene un costo $0,07 por debajo que lo que ocurre en la realidad ecuatoriano.
Remigio Vinueza, economista, explicó que la economía del país siempre ha estado ligada al sistema mercantilista más que a uno de libre competencia.
«Muchos sectores productivos al lucrado de la cercanía al poder de turno para imponer restricciones a la competencia y asegurar incluso un mínimo de ingresos a través de controles de precios, permisos de importación. Esa es una de las razones de fondo de por qué es tan caro producir en el país», dijo.
El encarecimiento del trigo y su menor oferta mundial, a lo que se suma los costos mayores para aceites y otros insumos, han hecho que desde inicios del pasado mes de marzo de 2022 se reactivaran las protestas y pedidos de asociaciones de panificadores.
Esos pedidos abarcan temas como la flexibilización de la importación de materias primas; o que el Gobierno establezca un aumento de precios desde el poder, de $0,12 a 0,25 por unidad en el caso del pan popular.
Sin embargo, el Gobierno de turno tiene nada que ver con ese último tema. En Ecuador no hay un precio oficial para el pan popular, y cualquier panadero puede establecer el costo al público que más le convenga.