Ecuador impone un 12% de arancel en promedio a los productos estadounidenses. Dese el sector exportador y economistas liberales plantean reducir esta carga para fomentar un acuerdo comercial y lograr que EE.UU. elimine el 10% de aranceles impuesto por Donald Trump a los productos ecuatorianos.
La reciente imposición, por parte del gobierno de Donald Trump, de un arancel del 10% a los productos ecuatorianos que llegan a Estados Unidos ha generado un intenso debate dentro del sector exportador nacional. La medida, que afectará a productos clave como el banano, el camarón, el cacao y las flores, ha sido recibida con preocupación por parte de los empresarios y gremios productivos del país.
Alejandro Martínez, presidente ejecutivo de Expoflores, ha propuesto una respuesta desde una perspectiva liberal: reducir los aranceles que Ecuador impone a las importaciones estadounidenses, con la expectativa de que el gobierno de EE.UU. adopte la misma medida de reciprocidad. Actualmente, Ecuador impone aranceles de en promedio un 12% y de has el 20 % a los productos estadounidenses, lo que representa un obstáculo para mejorar las relaciones comerciales entre ambas naciones.
“Si Ecuador baja sus aranceles, el Gobierno estadounidense podría aplicar el mismo principio y reducir el 10% que nos ha impuesto. Esto requiere una reforma interna y, en paralelo, redoblar esfuerzos para negociar un acuerdo comercial con EE.UU.”, señaló Martínez.
Cómo podría Ecuador reducir sus aranceles y compensar la pérdida de ingresos
El Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP) ha reiterado la necesidad de implementar reformas estructurales para fomentar una economía más abierta y competitiva. Su plan incluye bajar los aranceles de manera inmediata al 5% y luego irlos reduciendo 1% al año. Desde un punto de vista liberal, esto es posible dentro de un paquete de reformas para hacer más competitiva y abierta a la economía ecuatoriana:
- Reducción del gasto público improductivo: El Estado ecuatoriano debe priorizar seguridad, salud y educación, evitando el despilfarro y la corrupción. Esto permitiría disminuir la carga tributaria y liberar recursos para fortalecer la competitividad del país.
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Reforma laboral: Se plantea mayor flexibilidad de contratación, con opciones para salarios por debajo del mínimo en trabajadores sin experiencia durante su primer año. Además, propone fijar el salario mínimo según la productividad y facilitar la terminación de contratos en términos beneficiosos para ambas partes.
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Modernización del sistema de pensiones: La idea es que los ahorros sean propiedad real de cada persona y no de un sistema centralizado, garantizando sostenibilidad a largo plazo.
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Simplificación financiera y tributaria: Se busca eliminar restricciones al movimiento de capitales, reducir impuestos y permitir un acceso más fácil al crédito, con tasas de interés más bajas.
- Apertura comercial: Se propone reducir unilateralmente los aranceles a un 5% fijo, disminuyéndolos 1% cada año hasta eliminarlos en cinco años. Esto aumentaría la oferta de productos en Ecuador y fortalecería la competitividad de las exportaciones.
Según el IEEP, la reducción arancelaria podría compensarse con una mayor eficiencia estatal y el crecimiento económico derivado de una mayor inversión y comercio exterior.
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Sin un acuerdo comercial con EE.UU., los aranceles seguirán subiendo
El Gobierno de Daniel Noboa ha asegurado que continuará trabajando en el fortalecimiento de las relaciones comerciales con EE.UU. con miras a lograr condiciones más favorables para el comercio exterior ecuatoriano.
Sin embargo, expertos como el economista Jorge Jaramillo Ortiz advierten: “Ecuador no tiene Tratado de Libre Comercio, por eso cobramos un arancel promedio del 12% a EE.UU., así que Trump nos cobra 10%, que es barato si comparamos con el 25% que le toca a México. Si queremos aranceles cero, vamos por un TLC con EE.UU., es el camino. Noboa sí lo quiere, Luisa lo dudo. Sin TLC, ese arancel solo subirá. Por cierto, hasta Argentina marchó, es una estrategia para impulsar un TLC rápido”.
Desde la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) y la Cámara Ecuatoriano-Americana (AmCham) se ha manifestado que, si bien el arancel del 10% es el más bajo dentro del nuevo esquema impuesto por Trump, la falta de un acuerdo comercial con EE.UU. coloca a Ecuador en una situación de desventaja frente a competidores como Colombia y Perú. Ambas instituciones han activado canales diplomáticos y técnicos para mitigar el impacto de esta medida.
Mientras tanto, el sector exportador ecuatoriano se prepara para afrontar los desafíos que supone este nuevo escenario comercial, buscando estrategias para mantener su competitividad y ampliar sus mercados. (JS)