Economía de Galápagos depende de un plan de vacunación

Más pelícanos que turistas en el mercado de pescado de Pelican Bay.

Más del 80 % de la actividad en el archipiélago se debe al turismo. La vacunación contra la Covid-19 es la esperanza para atraer de nuevo a los viajeros internacionales.

Por: Eric Samson, USFQ

Edición: Manuel Novik, USFQ

La camioneta de Luis Jiménez no salió mucho del garaje durante el 2020. Ese taxista de 39 años, oriundo de la provincia de Tungurahua y residente en Galápagos, no tuvo turistas que transportar, en particular durante los meses de cierre total del archipiélago.

En mayo de 2021 espera su segunda dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech. “Tenía un poco de miedo porque la gente decía que uno podía morirse uno o dos años después de vacunarse. Había comentarios de que se corría el riesgo de no poder tener hijos… Decidí no creerme cuentos, voy a vacunarme nomás”, afirma.

Para Jiménez, como la mayoría de la población del archipiélago, la vacunación representa la esperanza de un regreso a la vida normal.

El Estado ecuatoriano y el Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos (Cgreg) lograron un acuerdo con Pfizer, para inocular al 100% de la población mayor de 18 años de las islas.

Las vacunas que ya llegaron fueron un adelanto del acuerdo que había negociado el Estado con Pfizer para el Ecuador. “Esto nos permitirá ver el efecto de rebaño en una población vulnerable”, dijo Juan Ochoa, encargado de la Estrategia de Prevención y Control de Enfermedades en Galápagos para el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Norman Wray, presidente del Cgreg, recalca que “la población de Galápagos es más vulnerable. Nuestro sistema de salud no tenía unidades de cuidados intensivos (UCI) al inicio de la pandemia. Hoy tiene una capacidad de 12 camas y estamos al tope… No resistiría un brote agresivo del virus”.

Se espera que el 100% de la población adulta sea vacunada con dos dosis hasta junio de 2021.

Campaña de la mano de la academia

El laboratorio creador de las vacunas accedió a adelantar el envío de dosis a cambio de un estudio de impacto de la campaña de inoculación.

La Universidad San Francisco de Quito (USFQ) está desarrollando el proceso, para estudiar los efectos de la vacunación masiva en una población cautiva. Así como “el impacto de otras variantes del coronavirus en una población mayoritariamente vacunada”, según Michelle Grunauer, decana del Colegio de Ciencias de la Salud de la USFQ.

Adicionalmente, la universidad apoyará en una campaña de promoción de la vacunación. “Mientras haya dosis, vacunaremos sin parar. Aparte de vacunar, vamos también a convencer a la gente de la importancia de vacunarse, porque hay todavía demasiados mitos, miedos, ignorancia sobre el tema”, explica Jaime Ocampo, decano de la escuela de Salud Pública de la USFQ, que ha desplegado una docena de doctores en las islas para apoyar la campaña.

Con esto se busca reactivar la economía de las islas, que estuvieron en el 2020 más de tres meses cerradas. Durante ese tiempo, hasta 2.000 galapagueños que se encontraban fuera del archipiélago no pudieron regresar a su casa.

“Una decisión difícil, no siempre bien comprendida pero indispensable para controlar la pandemia”, indica Wray.

Los primeros turistas, esencialmente ecuatorianos, empezaron a llegar el verano pasado con pruebas PCR negativas en mano. Pero la recuperación es un proceso que toma su tiempo.

Wray confirma que «en el 2019 teníamos 250.000 turistas al año. En julio del 2020, logramos abrir la operación turística en Galápagos y llegaron solamente 46 personas».

Las cooperativas pesqueras y de lanchas turísticas se turnaron cada semana para trabajar durante la pandemia.

Vuelve el trueque

A falta de turismo, la población tuvo que optar por alternativas para subsistir. “Estamos trabajando en turnos con las demás cooperativas cada semana. Ahora hay más turistas nacionales, esperemos que con la vacuna la economía surja”, precisa Gabriel Zambrano, piloto de una lancha.

La comunidad también se organizó para paliar la crisis. “El pueblo dio una cuota para que los pescadores puedan ir a hacer sus faenas de pesca y traigan (pescado gratuitamente) a la gente», dijo Arturo Álvaro, quien trabaja en lanchas turísticas.

Más allá del trueque, la población local tuvo que dedicarse a otras actividades para sobrevivir. Tal es el caso de Luis Jiménez, taxista que se dedica normalmente al transporte turístico. “No hubo nada de trabajo. En la parte alta hicimos trueque con los finqueros. Por transporte nos daban guineo, naranjas, mandarinas o yuca”.

Otros sectores como el de la industria hotelera también se vieron afectados por la pandemia. “El hotel estaba abierto, pero sin vuelos tuvimos muy pocas reservas. Nos tocó sobrevivir con los ahorros que teníamos”, explica Juan Carlos Ayala, jefe de operaciones del hotel Posada del Mar. Confirma que los pocos turistas que hoy llegan son esencialmente nacionales y que la recuperación podría tomar “por lo menos un año más”.

Otro caso que ilustra la realidad económica del archipiélago es el de Richard Torres, camarero en un bote turístico. “Hace un año perdí mi empleo a raíz de la pandemia. Tuve que dedicarme a la construcción. Ahora (los dueños del bote) nos dijeron que cuando se reactive nos volverán a llamar”.

La recuperación será un proceso de largo plazo, tomando en cuenta que los gastos de mantenimiento continuaron durante la pandemia, por ejemplo de los botes de crucero, indica Eduardo Brito, jefe de operaciones de Metropolitan Touring.

La vacuna se ve entonces como la esperanza para el retorno del turismo a las islas.

Durante meses, pescadores, agricultores y ganaderos solo pudieron contar con la clientela local. “Con la pandemia, los restaurantes, hoteles o turistas ya no compraban. Vendíamos a la gente de acá, del pueblo. Cambiábamos el pescado por verde, yuca, naranja en forma de trueque”, recuerda Isabel Heras, quien vende pescado en Pelican Bay.

Ahí los vendedores tuvieron que bajar la libra de $3,75 a $2,50 y recién, con el regreso de pocos turistas, han podido elevar el precio a $3,00.

Vacuna para todos

Hasta inicios de mayo, 2.138 casos de Covid-19 han sido confirmados desde el inicio de la pandemia sobre una población de 33.000 habitantes.

Según los reportes, 2.096 personas se han recuperado y 23 han fallecido. Wray se felicita de que más del 40% de la población haya sido testeada gracias a la acreditación de laboratorios en las islas.

Sin embargo, advierte que la infraestructura de salud de Galápagos es “muy vulnerable” y no resistiría un rebrote como los observados en la región continental del país.

La vacunación a toda la población mayor de 18 años es un avance para ofrecer garantías de bioseguridad en el mercado turístico internacional.