La caricatura de Don Evaristo, personaje interpretado por el actor ecuatoriano Ernesto Albán, fue la principal herramienta comunicacional en la Alcaldía de Paz.
Educar cívicamente a los quiteños durante la Alcaldía de Rodrigo Paz Delgado, quien ocupó el cargo entre 1988 y 1992, fue la tarea encomendada a la caricatura de Don Evaristo, un personaje que encarnaba la «quiteñidad» y cuyo intérprete, el actor Ernesto Albán, había fallecido el 22 de julio de 1984.
El creador de la caricatura fue Édgar Cevallos Rosales. En un trabajo académico, publicado por Gabriela Zurita, Cevallos explica que la idea nació de sus recuerdos de infancia en donde realizaba dibujos «mediante figuras ovaladas, como «huevitos».
Recuerda que el personaje, el cual «era muy fácil dibujarlo», se convirtió en «un logro de diseño y de idea«. Una vez que le mostraron los primeros esbozos a Paz, el siguiente paso era darle vida a esta caricatura, una tarea nada sencilla en el Ecuador de finales de la década de los 80 e inicios de la década de los 90.
Los spots televisivos, cuya extensión era de 1 minuto en promedio, «involucraban un trabajo manual de dibujo». Un segundo equivalía a dibujar 30 cuadros para darle el movimiento que Don Evaristo necesitaba.
«Lo que me tomó tiempo era cómo darle voz y cómo moverlo (…). No había movido un personaje como huevito; es difícil de mover porque no tenía columna vertebral, apenas y podía mover extremidades y cabeza», acota Cevallos.
La voz estuvo a cargo de Hernán Cevallos, quien era la voz suplente de Don Evaristo Corral y Chancleta «cuando este no podía grabar audios.»
Estaba vestido con pantalones de rayas negras y blancas; camisa y guantes blancos; y una corbata roja. Su chaqueta era negra y tiene un sombrero negro con una línea blanca. Su zapatos son de charol y en la suelas tienen un hueco. Su tradicional bigote es blanco al igual que su cabello.
Un personaje cercano a la gente
Palabras como «guagua», «mi chulla», «pues» o «guambras» formaban parte del léxico de la caricatura que se mostraba cercana a la gente y que no necesariamente era partidario de Rodrigo Paz.
Enrique Proaño, quien fue director de comunicación en la administración de Rodrigo Paz, menciona, en el trabajo de Zurita, que «existe una mutación del personaje«, que nació como educador de la comunidad pero que también participaba como un fiscalizador de lo que hacía Paz. «Él no estaba a favor de Rodrigo Paz, tampoco de su administración, sino que estaba a favor de los habitantes de Quito», puntualizó.
El spot más recordado
Uno de los spots más recordados de la época es en el que Don Evaristo recrimina a las personas que orinan en las espacios públicos.
«¿Qué pasó pues mi chulla?, ¿haciendo pis en la pared?. Ahora sí este chulla me hizo tener iras. Si me dan ganas de darle un puntapié al final de la columna vertebral «, es parte del diálogo de la caricatura.
Este tipo de piezas audiovisuales fueron creadas para que los quiteños tomen conciencia del cuidado del espacio público y apliquen normas básicas de convivencia en una ciudad que se proyectaba hacía la modernidad. (AS)
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