La dolarización es un medio para lograr crecimiento económico, empleo y estabilidad. Sin embargo, en Ecuador faltan reformas estructurales. Se advierte que, sin ajustes, el país puede enfrentar una crisis de liquidez que podría empezar con el sistema de pensiones.
Como ya analizó LA HORA, Ecuador se ha alejado de los fundamentos que hicieron exitosa a la dolarización de los primeros años (2000 a 2006).
En medio de la campaña electoral, entre discursos de “dolarización a la ecuatoriana” y populismo económico, economistas como el exvicepresidente de la República, Alberto Dahik, han enfatizado que Ecuador ha convertido la dolarización en una especie de «diosa intocable», sin entender que la verdadera meta es el crecimiento y la generación de empleo. «No se trata de si estamos dolarizados o no, sino de que el país haga la tarea», ha sentenciado.
Países como Chile, Uruguay o Panamá han crecido más que Ecuador, incluso sin dolarización. Mientras tanto, Ecuador y El Salvador, que sí tienen esta moneda, han crecido menos por malas decisiones económicas.
«Grecia e Irlanda estaban en el euro cuando tuvieron crisis en 2010. Hoy, Irlanda es uno de los países más ricos de Europa porque hizo la tarea. Grecia no, y sigue en crisis. No es la moneda, es la política económica.», ha recalcado Dahik.
Las reformas que necesita Ecuador para sostener la dolarización
Para Dahik, la dolarización no se cae sola, pero sí puede volverse inviable si el país sigue sin hacer cambios estructurales. Las principales reformas necesarias son:
1 Reforma del sistema de pensiones: «En 2026 no habrá plata para pagar pensiones.», ha alertado Dahik. La crisis del IESS es inminente y el Gobierno ha ignorado los estudios que advierten su quiebra. LA HORA ha analizado por qué la situación del IESS es una bomba de tiempo que no se quiere ver.
2 Flexibilización laboral: Ecuador tiene una de las legislaciones laborales más punitivas de Latinoamérica, lo que destruye empleo formal y obliga a la gente a la informalidad. La flexibilización laboral es parte de las reformas de fondo para que Ecuador tenga más libertad económica.
Los ecuatorianos ganan 2,5 veces menos al año que el 10% más pobre en los países con más libertad económica.
3 Eliminación del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD): «No puede haber dolarización con tasa de interés controlada y con un impuesto a la salida de divisas. Es una ridiculez.», ha explicado Dahik. Este punto de vista también es compartido por Julio José Prado, economista, exministro de Producción y expresidente de la Asobanca.
“El Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) y los aranceles no ayudan a la dolarización, la debilitan; encarecen productos, quitan competitividad y ahuyentan inversiones”, ha dicho Prado.
4 Corrección del déficit fiscal: Ecuador tiene atrasos por más de $4.000 millones y un servicio de deuda superior al gasto en educación y salud. El estado deficitario e ineficiente es uno de los mayores frenos a la producción y el empleo.
5 Freno a subsidios ineficientes: En los últimos 10 años, la deuda ecuatoriana subió en más de $50.000 millones. De acuerdo con Dahik, “el 84% del aumento de la deuda en la última década se fue en subsidios a combustibles». El país está hipotecado por no haber tomado decisiones responsables. Gran parte de ese subsidio se va en el diésel. La pregunta es si el próximo presidente, sea Daniel Noboa o Luisa González, enfrentará este problema y mantendrá el acuerdo con el FMI.
Dahik advierte que, sin reformas, Ecuador se dirige al colapso: «Si la Seguridad Social no puede pagar pensiones, si los atrasos siguen creciendo, ¿qué harán? ¿Entregarán papelitos, como en Zimbabwe?».
Si el correísmo vuelve al poder con ideas como los «ecuadólares» o el aumento de impuestos en lugar de reducir el gasto, Ecuador puede entrar en una crisis de liquidez. Sin dólares en la economía, no hay dolarización que valga.
La receta es clara: más inversión, trabajo flexible y disciplina fiscal. Si Ecuador no hace la tarea, la dolarización no resistirá la irresponsabilidad de la clase política. (JS)
La trampa de la «dolarización ecuatoriana» y el dinero sin respaldo
Durante el correísmo, el Banco Central emitió dólares sin respaldo, algo que solo puede hacer la Reserva Federal de EE.UU. Dahik lo califica como una «estafa», pues el Gobierno entregó bonos sin valor al Banco Central y este «acreditó dólares en las cuentas estatales como si los hubiera creado de la nada».
«En 2009 el Gobierno debía menos de $400 millones al Banco Central. Para 2017, la deuda superaba los $8.000 millones. No usaron la reserva, simplemente emitieron dólares falsos.», recordó.
El problema de la «dolarización a la ecuatoriana» que propone el correísmo con los «ecuadólares» es que volvería a este mismo esquema o se utilizaría una moneda digital paralela sin respaldo, creando una distorsión en la economía y provocando desconfianza en el sistema financiero.