El negociado con el petróleo ecuatoriano pasa por China y Europa

COMERCIO. La estación marítima de Balao, en Esmeraldas, es el punto de salida de las exportaciones petroleras ecuatorianas.
COMERCIO. La estación marítima de Balao, en Esmeraldas, es el punto de salida de las exportaciones petroleras ecuatorianas.

Papeles en manos de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea muestran que el dinero de la deuda china por petróleo provenía, en realidad, de bancos europeos.

La historia tiene los ingredientes de una novela de suspenso con pinceladas de propaganda gubernamental, corrupción e intereses geopolíticos.

Por un lado, el gobierno de Rafael Correa busca desesperadamente fuentes de financiamiento para las obras de infraestructura que, en primer lugar, dinamizarán la economía del país (lo que ocurrió unos pocos años) y -a su juicio- harán que la inversión extranjera llegue a raudales al país (algo que aún no ocurre).

Busca financiamiento alternativo, en primer término, para sostener su discurso antisistema, que incluye críticas al Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y otras fuentes tradicionales; y, además, porque en la práctica esas llaves se le cerraron en 2009 tras calificar como ilegítimo un tramo de la deuda externa y dejar de pagarla.

Y por otro lado, está China, un país con mucho dinero y gran interés en reemplazar a Estados Unidos como socio principal de los países de América Latina.

La fórmula de este arreglo parecía simple: China nos prestaba alrededor de $18 mil millones para construir la infraestructura que necesitábamos y devolveríamos a la nación asiática los créditos en dinero, en una parte, y la otra a través de la entrega de 1.330 millones de barriles de petróleo hasta 2024; lo que se conoce como preventa petrolera.

Lo que el ecuatoriano común nunca notó en esta aparentemente sencilla ecuación fueron detalles como que los pagos en efectivo se acordaron al 8% de interés, alrededor del doble del promedio cobrado por los denostados préstamos del FMI.

Y en cuanto a las preventas petroleras, hemos entregado petróleo desde 2009 por debajo del precio de mercado, a razón de $3,6 menos por barril. Algunos cálculos señalan que Ecuador ha perdido $4.226.4 millones en este negocio. Y más ahora, cuando existe una recuperación del precio del crudo.

Una gran trama de corrupción

Estos no son los únicos problemas de las preventas petroleras. Varias investigaciones han mostrado que detrás del negocio se formó una red de intermediación que involucró a funcionarios públicos, lobbistas, intermediarios y empresas petroleras. El resumen de esto es que el petróleo con el que venimos pagando la deuda adquirida con China, nunca llegó a ese país sino que se revendía y esto enriqueció a muchos bolsillos.

Entre los exfuncionarios, cuyos nombres se mencionan como involucrados, están Rafael Correa y Jorge Glas; el exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador, Nielsen Arias; Marco Calvopiña y Pedro Merizalde, exgerentes de Petroecuador; y los exministros Wilson Pástor, Rafael Poveda y Pabel Muñoz.

Un reportaje de diario El Universo, publicado este 7 de febrero, recordaba que Raymond Kohut, directivo de la empresa rusa Gunvor, admitió ante tribunales de Estados Unidos que entregó alrededor de $70 millones entre 2012 y 2015 en sobornos y comisiones, para que se adjudicaran contratos a favor de las firmas que operaban como intermediarias en las transacciones de crudo ecuatoriano comprometido con China. Quiénes lo recibieron y en qué cantidades está por determinarse.

Participación europea

La novela de los negocios detrás de las preventas petroleras a China tiene otra arista, según el citado reportaje de El Universo: la participación de bancos europeos en la trama.

Según documentos en manos del presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio, entidades financieras como la sucursal en Ginebra del Banco ING Bélgica y los franceses Natixis y Société Générale de París actuaron como financistas de la intermediación petrolera. Así lo muestran decenas de endosos de conocimiento de embarques girados a nombre de esas entidades.

Luego, según la investigación, el petróleo de la deuda china era entregado mayoritariamente a las compañías Gunvor y Core Petroleum, las que, a su vez, lo revendían a Petroperú.

Esto muestra, según Villavicencio, que China no financió a Ecuador.

A cambio de esto, Gunvor, por ejemplo, según la versión de su directivo procesado en EE.UU. “ayudó a obtener financiamiento por aproximadamente $5.400 millones en préstamos respaldados con petróleo”.

En su reportaje, El Universo muestra el esquema con el que se movía el petróleo ecuatoriano prepagado. Generalmente el barco de nombre Kerala sacaba el crudo de Esmeraldas; el hidrocarburo se vendía a una empresa china, que la entregaba al banco Natixis (de Francia); este, a su vez, lo cedía a una firma intermediaria como Gunvor, la que terminaba el negocio revendiendo el producto a Petroperú.

Y en el caso de preventa petrolera arreglada con Petrotailandia (PTT), era el barco Commander el encargado de la exportación de crudo; la petrolera asiática negociaba el hidrocarburo con el Banco ING Bélgica, que lo pasaba a Gunvor y este a Petroperú. En ciertos casos, la intermediaria era Core Petroleum, pero el destino siempre era Petroperú.

Al final, el perjudicado resulta Ecuador, que vende petróleo barato, mientras decenas de personas se enriquecen mediante esta intermediación. (DLH)