Científicas ecuatorianas se abren camino en la investigación

Más mujeres optan por carreras relacionadas con la ciencia.

La brecha entre mujeres y hombres en el mundo de la ciencia se va acortando. Conozca las últimas cifras y los testimonios de mujeres que prefieren las profesiones duras. 

El mundo científico es cada vez más femenino. Un estudio realizado por la Unesco ha evaluado la presencia de las mujeres en el área investigativa en América Latina y en Ecuador (ver infografía).

En nuestro país se ha evidenciado un 41% de mujeres que ocupan roles de liderazgo en la ciencia, lo que promueve un cambio positivo en la diversidad de género en estas áreas.  

Según Unesco (2020), el 33,3% del total de investigadores existentes son mujeres. De ese porcentaje, un 45,8% representa a América Latina y el Caribe, considerando a las mujeres empleadas en el campo de la investigación. Además, este informe señala que la participación de las mujeres en el campo de la ciencia y tecnología sigue siendo menor a la de los hombres, con un rango del 20% al 28% en relación con al acceso masculino.

Participación de mujeres investigadores en algunos países de América Latina

Los prejuicios culturales aún se mantienen en el Ecuador al momento de elegir carreras científicas. “Influía la parte familiar y social porque los veían a las matemáticas como algo difícil y eso me atraía más”, cuenta Mariela Ramírez, estudiante de una Maestría en matemáticas, ganadora de una beca en México.

La estudiante, en México

Actualmente, en Ecuador, existe un 16% de acceso de mujeres a carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas). Según cifras gubernamentales, las mujeres siguen optando por carreras que se encuentran vinculadas al bienestar y al rol tradicional materno propuestos por la sociedad (educación, salud y servicios sociales, ciencias sociales).

Es por esto, por lo que se han creado iniciativas, como la beca WISE (mujeres en ciencia e ingeniería) que busca promover la presencia de la mujer en el desarrollo tecnológico del país, propuesta por la Universidad San Francisco de Quito. 

Aunque en la última década ha existido una brecha enorme en roles de género en el campo de la investigación, las mujeres cada vez están ganando más espacio en estas actividades.  Desde el 2013 se ha duplicado la cantidad de docentes mujeres según la Senescyt (ver infografía). 

A pesar de que existen varias becas que son ofertadas para la Senescyt, muy pocas se enfocan en el género. En el 2022 se realizó el “Seminario sobre el Desarrollo de la Mujer para América Latina, el Caribe y el Pacífico Sur”, iniciativa en línea enfocada solo para investigadoras.

Ramírez recuerda que también postuló para ser parte de este programa; sin embargo, “mi postulación fue rechazada, porque me faltaba un requisito y se demoraron mucho en procesarlo, por lo que la fecha venció y no se entendía bien todo el proceso”. Ella debía renunciar a su trabajo para aplicar, pero, al mismo tiempo necesitaba cumplir con dos años mínimo de experiencia que todavía no tenía.  

Según el catálogo de la Senescyt, no se han registrado becas exclusivas para mujeres científicas. Pamela Mosquera es estudiante de Maestría en microbiología en Ecuador. Ella aplicó y ganó a una beca en la competencia internacional de biología sintética en Boston. En el proceso de selección, le preguntaron sobre su  contexto social en el campo científico desde su rol de mujer viviendo en un país en vías de desarrollo.

La tendencia entre está brecha de género en el campo de la investigación se está reduciendo poco a poco. Sin embargo, Verónica Barragán, investigadora del Instituto de Microbiología de la USFQ, explica que es un proceso lento, pero hay cambios.

Por ejemplo, actualmente en su organización existe una cantidad casi igual entre la cantidad de mujeres y hombres trabajando allí. También explica que en el país no hay variedad de becas. “El programa de Johnson & Johnson reconoce a mujeres científicas para hacer investigación a nivel mundial y muchas empresas proponen presupuestos dirigidos para mujeres”, afirma Barragán. 

Las investigadoras coinciden en que están ganando terreno científico y están hablando y contando sus experiencias y desafíos en la investigación, lo que ayuda a crear conciencia sobre los problemas que enfrentan e inspiran a futuras generaciones de mujeres a ser parte de este campo. 

A continuación, escuche los testimonios de tres mujeres que se abren paso en el mundo científico:

Pamela Mosquera, estudiante de maestría en Microbiología

Mariela Ramírez, docente de matemáticas y estudiante de Maestría

Luvidka Villalobos, ganadora de la beca Wise en Ing. Química  

LA HORA LAB: Karen Moyano-USFQ

 

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