El déficit fiscal podría cerrar en alrededor de $5.000 millones y los atrasos en $4.300 millones. Esto a pesar del aumento del IVA, las autorretenciones y otras medidas.
Hasta finales de 2024, el Gobierno de Daniel Noboa gastará un total de $29.340 millones a través del Presupuesto General del Estado (PGE). Casi el 72% será gasto corriente (sueldos, intereses de deuda, compras, etc); mientras que el 28% $8.324 millones se irá en gastos de capital e inversión.
Solo para pagar las amortizaciones o vencimientos de deuda pública se necesitarán $6,755 millones hasta el cierre de este año.
Los niveles históricos de recaudación de impuestos, que podría cerrar en un poco más de $16.500 millones ($2.000 millones más que en 2023), más los menos de $2.000 millones de ingresos petroleros y otros, sin embargo, no alcanzarán para cubrir todo ese gasto público.
En el mejor de los casos, según estimaciones de Fausto Ortiz, exministro de Economía, se llegará a unos ingresos totales de $25.000 millones.
Esto quiere decir que ni el IVA al 15%, ni las autorretenciones a las grandes empresas, ni la reducción del subsidio de las gasolinas extra y ecopaís evitarán que se registre un déficit de alrededor de $5.000 millones.
Todo el déficit que no se pueda cubrir con deuda se convertirá en atrasos de pago al final de 2024. El monto podría ser de hasta $4.300 millones de obligaciones que quedarían pendientes con proveedores privados, entidades públicas, entre otros.
¿Los proveedores volverán a pagar el déficit público?
Hasta mayo de 2024, el Gobierno redujo los atrasos que heredó desde 2023 en $1.400 millones, pero a la par acumuló $1.200 millones de nuevos atrasos.
“Una vieja receta. Paga lo anterior, aunque tengas que atrasarte con alguien diferente”, explicó Ortiz.
En otras palabras, el saldo de los atrasos solo se ha reducido en $200 en términos netos.
Al cierre de 2023, el monto de atrasos fue de $4.547 millones, es decir, que actualmente se mantienen alrededor de $4.300 millones por pagar. Ese nivel, en medio de los compromisos del Gobierno de hacer más obras y la crisis económica, no se podrá bajar más y mucha gente volverá a quedarse sin sus pagos a finales de 2024.
“El Gobierno de Noboa tendrá muy complicado cerrar los atrasos en un nivel menor al que recibió del Gobierno de Lasso. No va a alcanzar a conseguir suficiente deuda adicional (la ya concedida está comprometida en obras y otros gastos) para cubrir los valores pendientes de pago de años anteriores y los del presupuesto actual”, recalcó Carlos Rodríguez, economista y consultor empresarial.
En el anterior Gobierno más del 90% del déficit que se dejó en 2023 se financió con atrasos, es decir dejando de pagar obligaciones internas. Esto debido a que la muerte cruzada y la inestabilidad política cerraron las posibilidades de créditos adicionales.
El problema de fondo es que la estructura estatal cuesta más de lo que puede producir y generar un sector privado golpeado por factores como la inseguridad, el menor acceso al crédito y la caída de la demanda de los hogares.
Los créditos que ya han llegado, y llegarán, de multilaterales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sirven para evitar una mayor crisis de pago; pero no solucionan el mal desempeño de la economía.
Todo esto sin tomar en cuenta, según Rodríguez, el impacto que podría traer nuevos apagones a finales de septiembre o inicios de octubre de 2024. (JS)
¿Con quienes acumula más atrasos el Gobierno?
Según el análisis de Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, entre enero y julio de 2024 ya se habían acumulado $1.530 millones de nuevos atrasos en el presupuesto estatal.
De ese total, $284 millones fueron nuevos atrasos con proveedores privados; $578 millones eran con el IESS; $74 millones con el Isspol; $378 millones con gobiernos locales.
LA HORA ha pedido un detalle sobre los atrasos en temas como el desayuno escolar y otros de impacto social y económico; pero desde el Ministerio de Economía no hubo respuesta.
Autorretenciones impulsan la recaudación de impuestos
Según el Servicio de Rentas Internas (SRI), entre enero y julio de 2024 se recaudó un total bruto de $12.341 millones. Eso representó $1.451 millones más que los $10.890 millones de enero a julio de 2023.
Sin embargo, más que el IVA, lo que está detrás de ese aumento son las autorretenciones del impuesto a la renta de las grandes empresas. En los primeros siete meses de este año, esas autorretenciones sumaron $948,1 millones adicionales, es decir, más del 65% de los tributos adicionales.
Si se analiza los ingresos tributarios netos, es decir restando devoluciones y notas de crédito, lo que realmente llegó al Presupuesto General del Estado (PGE) hasta julio de 2024 fueron $9.869 millones. Eso representó que, durante los primeros siete meses de este año, el Gobierno de Noboa tuvo $1.026 millones adicionales por impuestos para gastar; y eso no alcanzó para reducir de manera significativa todos los pagos pendientes.