CUT y el Comité de Empresa de CNEL piden transparentar la facturación y los costos de las empresas públicas

HECHO. Richard Gómez es el actual presidente de la CUT y le dio la bienvenida al presidente Noboa a los directorios de las empresas públicas.

Los dos sindicatos de empleados públicos están de acuerdo con el decreto de Daniel Noboa que pone al presidente de la República como miembro directo en los directorios empresas públicas del sector petrolero y eléctrico. En este contexto, piden medidas concretas como la erradicación de las irregularidades en las planillas y la contratación de personal calificado para realizar lecturas precisas de medidores. Se busca transparentar la facturación y los costos.

La Central Unitaria de Trabajadores del Ecuador (CUT) y el Comité de Empresa de los Trabajadores de CNEL aseguraron que respaldan el Decreto 503, emitido el pasado 9 de enero por la Presidencia de la República, en el que se designa a Daniel Noboa como miembro permanente de los directorios de empresas públicas como Petroecuador, la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) y la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec).

Consideran que esta medida fortalecerá a las instituciones, permitiendo una mayor eficiencia administrativa y operativa.

Richard Gómez, presidente de la CUT, destacó la importancia de principios de buena gobernanza y transparencia en la gestión de las empresas públicas, enfatizando que las decisiones deben considerar a los trabajadores como actores fundamentales del desarrollo económico y social.

“Todos los Gobiernos han utilizado las empresas públicas como caja chica”: Richard Gómez

“Es indispensable que las gestiones sean lideradas por profesionales altamente calificados, con una visión a largo plazo, libres de presiones políticas y temas electorales”, señaló Gómez

En este contexto, la CUT y el Comité de Empresa de CNEL presentaron propuestas concretas para mejorar la gestión de las empresas públicas:

1. Repotenciación del sistema termoeléctrico: Soluciones a largo plazo para garantizar energía segura y continua, considerando que la crisis del sector eléctrico se ha generado por la falta de acción y el uso inadecuado de recursos públicos.

2. Revisión de la facturación: Erradicar irregularidades en las planillas y contratar personal calificado para realizar lecturas precisas de medidores, garantizando equidad en los costos para los usuarios.

Las empresas distribuidoras de electricidad generaron pérdidas récord en el último año y eso profundiza la crisis energética

3. Participación activa de los trabajadores: Implementar comités de gestión y mecanismos que integren las opiniones de los trabajadores en la toma de decisiones estratégicas.

4. Transparencia: Publicar información financiera y operativa de las empresas públicas de manera regular para prevenir la desinformación y preservar la reputación de los trabajadores.

5. Reconocimiento a los trabajadores: Destacar que los empleados de CNEL son honrados profesionales con salarios promedio entre $700 y 1.000 , quienes realizan trabajos de alto riesgo para garantizar el suministro eléctrico en todo el país.

La CUT enfatizó que la mayoría de los trabajadores cumplen con exigentes requisitos técnicos y profesionales, enfrentando peligros que han ocasionado accidentes y enfermedades profesionales.

Asimismo, subrayaron que los salarios elevados de algunos casos aislados se originaron bajo administraciones privadas y no pueden ser modificados por disposiciones legales.

Un ejemplo de la información equivocada sobre los sueldos es sobre el odontólogo que ganaba $12.000 cuando en realidad su sueldo es de $1.200, así también en Celec y en la Central Térmica Esmeraldas nadie gana $60.000.

“Que quede claro: no somos dorados, somos honrados,” afirmaron. “Damos la bienvenida al presidente Daniel Noboa y lo esperamos para trabajar juntos en el fortalecimiento de nuestras empresas estratégicas.”

Tres crisis simultáneas golpean al sistema eléctrico ecuatoriano

Crisis de distribución: Las empresas públicas «venden» energía, pero no cobran y las pérdidas se multiplican. Existe, según Fernando Salinas, Fernando Salinas, docente universitario y expresidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha (Cieepi), un manejo politizado e improvisado de esas empresas.

Las pérdidas del sistema (diferencia entre la energía que recibe la distribuidora y la que entrega a los consumidores finales) alcanzaron un récord histórico de 15%. Este indicador está en continuo deterioro desde 2019, según el reporte del Grupo Spurrier.

Las pérdidas no técnicas, es decir, las que se producen por ineficiencia, falta de gestión, facturación incorrecta y conexiones ilegales, son las que más han crecido. Además, se suma que las cuentas por cobrar aumentaron y la capacidad de cobro disminuyó. En 2018, se cobraba el 98,43% de lo facturado; pero actualmente el porcentaje cayó al 81,64%.

Crisis de generación: La demanda crece más que la oferta y los apagones son frecuentes. La solución parche, como ya se ha anunciado desde el Gobierno, es la contratación de energía adicional a través de una barcaza y generadores térmicos en tierra.

Según Acosta Burneo, el modelo estatista de inversión solo funcionó, entre 2006 y 2018, debido a la bonanza petrolera. En esos años, la potencia efectiva pública creció 7,9% en promedio anual.

Cuando terminó la bonanza, entre 2019 y 2023, subió en apenas 0,9% anual y el sistema ya no garantiza abastecimiento eléctrico.

Crisis de transmisión:  Insuficientes redes de transmisión. El camarón, que es el principal producto de exportación, se encuentra aislado de la red eléctrica.

“Esta realidad no es recogida en las estadísticas oficiales de déficit eléctrico. Si incluimos esta demanda insatisfecha valorada en 1.610 MW (Megavatios), el déficit eléctrico sería muy superior a los 1.000 MW que estima el gobierno para 2024”, recalca el estudio del Grupo Spurrier. (JS)