El 29 de octubre de 2022 se realizará el partido en el puerto principal. Se proyectan ingresos adicionales por más de $30 millones y la llegada de aproximadamente 40.000 visitantes.
El sector turístico nacional todavía está lejos de recuperar los niveles de ventas y actividad económica previos a la pandemia. Los empresarios continúan con sus pedidos de mayor acceso a crédito barato, menos cargas burocráticas y de impuestos; además de mayor promoción internacional.
En este contexto, un empujón de corto plazo para el sector, y que puede reactivar la economía de negocios pequeños y grandes, viene de la mano de eventos internacionales. Un ejemplo de esto es la realización de la final de la Copa Libertadores de América en Guayaquil. Este evento, que se realizará el 29 de octubre de 2022, se proyecta como una oportunidades, según el presidente de la Federación de Cámaras de Turismo, Holbach Muñeton, para la llegada de al menos 40.000 visitantes y un movimiento económico de alrededor de $30 millones. Ese monto podría duplicarse si se suman otras actividades por fuera de lo restrictamente turístico.
La ocasión es calificada como una especie de «mini mundial» que no solo generará ese impacto inmediato, sino que puede desencadenar un mayor número de turistas en el futuro si todo se hace bien y se aprovecha para vender al país como destino para el turismo internacional.
Según el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, reconoció la oportunidad y el reto que representará el evento. » Efectivamente, yo dije que el día del partido Guayaquil debe ser la ciudad más segura del mundo. Ese es un momento en que el Ecuador y la ciudad van a estar en los ojos de todo el planeta. Esto supone una movilización de recursos de forma intensa», puntualizó.
Asimismo, el funcionario recalcó que las acciones comenzarán mucho antes del pitazo inicial y tendrán efectos mucho después de terminado el partido, debido a que se acelerarán una serie de procesos. Esos procesos incluyen asignación de recursos pendientes en temas como seguridad.
Una de las principales polémicas al respecto del evento es quien debe poner el dinero necesario para la adecuaciones que necesita el estadio monumental. El municipio de Guayaquil, durante una sesión extraordinaria de la semana pasada, aprobó una asignación de $2 millones. Sin embargo, varias voces conocedoras del ámbito futbolístico han cuestionado que el municipio o el Gobierno Central tengan que poner recursos para eso.
Según esas voces, como ha sucedido en otras finales, el dinero debería salir de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).