El ‘crowdfunding’ financia al 2% de emprendedores

Esta modalidad es poco conocida, pero puede ayudar a los micro y pequeños negocios

Desde hace más de un año, la Ley de Emprendimiento e Innovación legalizó esa modalidad, pero todavía es poco conocida en el país.

El financiamiento colaborativo o ‘crowdfunding’ es una modalidad todavía poco utilizada en América Latina. En promedio, el 13% de los emprendedores de la región recurren a él para impulsar su negocio.

En Ecuador, ese porcentaje llega apenas al 2%, lo que lo convierte en el país donde menos se aprovecha esa opción.

En concreto, el ‘crowdfunding’ permite levantar recursos, sobre todo para el inicio de un emprendimiento o el desarrollo de un nuevo producto o servicio, a través de una campaña en línea donde se piden contribuciones de $1 en adelante.

Esas contribuciones se pueden dar en la forma de donaciones o de aporte a cambio de una retribución como participación en las acciones de la empresa; ser los primeros en recibir el producto o servicio; tener el dinero de vuelta cuando el negocio comience a generar utilidad, entre otros sistemas.

En otras palabras, se obtiene financiamiento sin las rigideces de un préstamo bancario; y, además, sin comprometerse a pagar intereses durante los primeros pasos de un negocio. Eso reduce el riesgo de fracaso debido a asumir deudas financieras demasiado temprano en le desarrollo del emprendimiento.

Opción legal desde hace más de un año

Desde marzo 2020, la Ley de Emprendimiento e Innovación entró en vigor. Con esa normativa, se reconoce como una opción legal al ‘crowdfunding’. Asimismo, se establece que la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros es el ente regulador de las plataformas que ofrecen ese financiamiento colaborativo. El registro de estas debe ser público.

El límite de recaudación para un emprendimiento es de $ 400.000; y las contribuciones se pueden dar en forma de donación, recompensa, pre compra del bien o servicio, inversión en acciones y financiamiento reembolsable.

Ese límite se ajusta a la realidad del país, según Beatriz Burbano, economista y emprendedora, debido a que un pequeño y micronegocio necesita, en promedio al menos $3.000 para su impulso inicial (desarrollo y primera salida del producto o servicio).

De acuerdo con un análisis de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), alrededor del 33% de los emprendedores encaminan su iniciativa con un capital inicial de $1,000; mientras que 60% invierte entre $1.000 y $30.000. Apenas un 7% reporta que necesita más de $30.000 y hasta $400.000.

Dos plataformas nacionales está operando

Hace tres años, se llegó a tener hasta siete plataformas de micro financiación o ‘crowdfunding’ en Ecuador. Sin embargo, actualmente solo quedan operativas dos: Hazvaca y Greencrowds.

El mercado de esa modalidad de financiamiento inició en 2016 con Hazvaca. Poco tiempo después, se crearon iniciativas como Acolítame y Catapultados. Sin embargo, como consecuencia de la poca demanda de los emprendedores, tuvieron que cerrar sus puertas luego de un promedio de tres años.

Carmen de la Cerda, directora de BuenTrip Hub (una de las principales plataformas en el país para asesoría de emprendimientos tecnológicos), puntualizó que todavía no hay un entorno y un sistema robusto de financiamiento, lo que incluye capital de riesgo y los llamados inversionistas ángeles.

Los emprendedores ecuatorianos podrían beneficiarse del micro financiamiento siempre y cuando este mecanismo sea visto como parte de un proceso y no como una actividad aislada.

Ante la falta de opciones nacionales de ‘crowdfunding’, hay varias alternativas a nivel internacional. Una de las ventajas es que no hay límite para los montos que se puede conseguir fuera.

Uno de los más conocido y visitado a nivel mundial es Kickstarter; y, en el caso de América Latina, ese puesto lo ocupa Ideame.

 

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