Luisa González y Rafael Correa lanzaron la tesis de un fraude electoral, argumentando falta de votos, pero sus propios coidearios más tarde reconocieron los resultados. El correísmo no ha presentado ningún recurso en el órgano competente.
La primera reacción de Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana (RC), tras la jornada de votaciones del 13 de abril de 2025 fue desconocer los resultados electorales del Consejo Nacional Electoral (CNE), que dan como ganador a Daniel Noboa, de ADN.
“Estamos enfrentando el peor y más grotesco fraude electoral de la República del Ecuador (…). ¿Cómo puede ser creíble que no se creció siquiera un voto?”, afirmó González en la noche del domingo.
Previamente, en la tarde, el expresidente Rafael Correa publicó en X resultados no oficiales que reflejaban el triunfo de González.
¿Incrementaron los votos de Luisa González?
“Hay un ligero crecimiento, sí. Pero ese ligero crecimiento responde a que hay, por supuesto, adhesiones a partir de lo que Leonidas Iza pudo haberle entregado en ciertos sectores, pero también hay pérdidas”, señala Caroline Ávila, experta en Comunicación Política.
“Creció muy poco. Creció comparado con la primera vuelta, Luisa González subió como 160.000 votos. El conteo todavía está. Y en algunos lugares efectivamente pierde votación con respecto a la primera vuelta”, refiere Javier Rodríguez Sandoval, analista de Opinión pública y Comportamiento electoral.
Hasta las 18:20 del 15 de abril, con el 99,41% de actas válidas procesadas, Noboa contabilizaba el 55,61% de votos y González el 44,39%.
En la primera vuelta del 9 de febrero, González alcanzó 4.510.860 votos (44%) en total y en la segunda vuelta, hasta el 15 de abril, registró 4.672.012 votos (44.39%). Es decir, incrementó en general 161.152 votos.
Noboa, en febrero, obtuvo 4.527.606 votos (44.7%) y en la segunda vuelta hasta el 15 de abril registró 5.851.730 votos (55.61%). Es decir, aumentó 1.324.124 votos más.
Por eso Ávila observa que hubo cambios entre la votación de la primera y segunda vuelta. “No representa lo que debió haber pasado en función de las adhesiones que recibió, creo que perdieron votos que antes, en primera vuelta, le dieron a Luisa González y que en segunda vuelta se fueron por Daniel Noboa. Tengo otras teorías que pueden explicar eso, no necesariamente con el fraude electoral”, indica.
Habla por ejemplo del contexto político electoral ocurrido durante los meses previos al sufragio de primera y segunda vuelta de 2025; y sucesos que no se generaron en la elección del 2023.
“La primera cosa, Donald Trump, (…), todo ecuatoriano tiene aunque sea un primo emigrante. Todos estos elementos hacen que la conversación sobre las relaciones entre Ecuador y Estados Unidos (EE.UU.) sea importante y el torbellino Trump se cruzó durante la campaña de inicio a fin”, resume la experta. Noboa presentó una foto con su homólogo, pero González no dio ninguna certeza sobre cuál iba a ser la relación con EE.UU., “fue muy crítica”.
“La segunda cosa son los audios de (Augusto) Verduga, de la Rana René y esa conversación alrededor de esos audios. El fantasma de la dolarización, el de Venezuela (…), escuchabas conversaciones que podrían ser falsas, pero que al final ratificaban el mito detrás de lo que hace el correísmo con el poder y a veces solamente el parecer es suficiente”, analizó Ávila.
A eso se sumó la propuesta de González de los gestores de paz cuando la principal preocupación de los ciudadanos es la seguridad, añade. Así, se genera “el miedo como principal causante de la decisión electoral del domingo 13 de abril. Por eso es que Noboa no puede estar confiado. Él tiene en este momento el apoyo de la voluntad popular, pero no es un cheque en blanco”, evalúa.
¿El supuesto fraude del correísmo, sin piso?
La RC difundió el 14 de abril un comunicado sobre las presuntas irregularidades, indicando que cuenta con “evidencia científica concluyente que demuestra la imposibilidad matemática” de los resultados oficiales.
Rodríguez estima que “si ellos producen evidencia, ahí podríamos evaluar sobre algo concreto, pero en este punto simplemente decir que tienen evidencia conclusiva, sin haberla visto es especular, el hecho de que haya un resultado inusual no significa que sea imposible”.
Además, el mismo 14 de abril varias autoridades locales, que pertenecen al correísmo, reconocieron los resultados. Incluso algunos presidentes de la región, alineados a la izquierda, felicitaron a Noboa. A excepción de Nicolás Maduro, que es calificado como dictador debido a la falta de transparencia en el proceso electoral en Venezuela, que cuestionó las votaciones de Ecuador.
La tarde del 15 de abril el CNE indicó que hasta ese momento no habían ingresado recursos en contra de los resultados numéricos.
“El fraude debería ser el último recurso, habría primero que agotar todas las otras explicaciones”, dice Rodríguez al insistir que los resultados son inusuales porque “el punto de partida es inusual”, respecto a la primera vuelta.
Tiene otra explicación para entender el mayor crecimiento de los votos de Noboa: los votos frágiles. “Son votos para los cuales los dos candidatos eran intercambiables, no eran votos polarizados, podían votar por el uno, intercambiablemente también podían votar por el otro. Y la evidencia que tenemos ahora muestra que sí, hubo una pequeña migración de votos entre la primera y la segunda vuelta de Luisa González a Daniel Noboa”. Las circunstancias daban para que ocurra esa migración y haya pérdida de votos, recalca.
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“Matemáticamente no hay otra forma de explicarlo. Hay gente que votó en la primera vuelta por la RC y en la segunda vuelta votó por Noboa porque eran opciones intercambiables, con tal de que les resuelvan”, reitera.
En Guayas, por ejemplo, González obtuvo 1.206.486 votos en febrero y en abril refleja 1.210.896 votos. Creció en apoyo, pero no para alcanzar a Noboa, que en esa provincia cuenta con 1.326.909 votos. Es decir, la supera con 116.013 votos.
Rodríguez indica que hay que esperar los resultados desagregados del CNE para entender mejor dónde, cómo gana Noboa o González y en dónde terminaron los votos de Iza. No obstante, Rodríguez anota: “De lo que hay evidencia en este punto es que entre (las elecciones de) 2021, 2023, seccionales del 2023 incluso y presidenciales de 2025 lo que hay es una erosión del músculo electoral de la RC. No significa que están eliminados del mapa. Al mismo tiempo hay evidencia de un fortalecimiento del músculo anticorreísta. Hace pensar que las chances del correísmo de ganar la Presidencia otra vez son difíciles”.
Alfredo Espinosa, analista electoral, cree que el poco crecimiento de González se debe a su cambio a partir del debate electoral de segunda vuelta. “Hay otra candidata beligerante, violenta, hay un correísmo amenazante que amenaza al CNE bajo la consigna de si yo gano está todo bien y si no, todo es fraude. Eso le ha hecho daño también a la RC”.
Dice que no reconocer los resultados pone en evidencia a González. “Sostener esta posición tozuda lo único que hace es demostrar que Luisa González mantiene un estrecho lazo de comunicación con Correa y que aquella imagen de aparente independencia, que estaba vendiendo en la campaña electoral, era algo falso, un maquillaje del marketing político, porque la realidad es esta”.
Por eso considera que el discurso del presunto fraude no va a trascender. “Correa habló de fraude y Luisa González siguió el compás de ese ritmo, no reconociendo los resultados. Esto no va a tener ningún peso ni nacional ni tampoco internacional”.
Duda que la RC presente alguna denuncia. “No tienen pruebas de que haya existido el fraude y si es así, eso daría cuenta de que sus veedores fueron incompetentes porque no hicieron su trabajo”. Advierte que el correísmo no está derrotado, aunque “si ha sufrido un duro golpe”. (KSQ)
En la primera vuelta de febrero de 2025 hubo 11.264.489 sufragantes y el ausentismo fue de 2.467.705. En la segunda vuelta, hasta las 18:20 del 15 de abril, hubo 11.362.110 sufragantes y un ausentismo de 2.304.802. Es decir, más sufragantes y menos ausentismo.