Lo que el país necesita es gobernabilidad y estabilidad, tanto social como económica.
La Confederación de Pueblos y Nacionalidades Indígenas (Conaie) insiste en bajar los precios de los combustibles, pese al congelamiento oficializado por Guillermo Lasso. Además, tiene otras solicitudes, como la derogatoria de los decretos 1054, 1158 y 1183 (que liberaliza el precio de los combustibles) y 95 y 151 que permite la expansión de la frontera petrolera y minera. Por eso, como medida -junto a otros sectores- habrá paro nacional.
“Pedimos que se congele en $1,50 el diésel y, máximo, en $2,00 la gasolina”, dijo Leonidas Iza, presidente de la Conaie, y, a la vez, solicitó que, de manera inmediata, se trabaje en mesas técnicas para establecer subsidios con sectores de transporte pesado, público, taxistas, entre otros.
Hay expertos que dicen que los pedidos son inviables, pero otros creen que el Gobierno debería llegar a un nuevo acuerdo que beneficie al oficialismo y a los sectores sociales.
Perjuicio económico
Walter Spurrier, analista económico, dice que estas propuestas y demandas son inviables y destaca que el presidente de la Conaie Iza, quiere desestabilizar. “Lo que señala Iza es inaceptable, porque Ecuador tiene un enorme hueco fiscal”. Hasta septiembre esa cifra ascendía a los $2.000 millones y hasta final de año se espera que supere los $5.000 millones.
Con esta opinión también concuerda el economista Pablo Lucio Paredes, quien señala que la peor solución que se podría tomar para el país es bajar el precio de los combustibles, es decir, aumentar el subsidio.
Esto, no solo porque el subsidio actual no llega a los pobres, sino porque generaría contrabando, corrupción y contaminación ambiental. Por otra parte, Paredes también señala que, en la actualidad “se destina más dinero a pagar combustible del exterior y por eso hay menos recursos para educación, salud”.
La minería también está en la lupa
En cuanto a las exigencias mineras, que radican en la derogatoria de los decretos 95 y 151, Pablo Lucio Paredes destaca que los dueños de los recursos mineros y petroleros son los ciudadanos y, por eso, “estamos de acuerdo en que hay que preservar la naturaleza y a los grupos que viven en estos espacios. Pero también, la mayoría de los ecuatorianos, aprobamos el hacer minería y petróleo en esas zonas, tratando de tener el menor impacto posible en la naturaleza y en los grupos humanos”.
El camino es negociar
Para el politólogo y PhD en Políticas Públicas Beto Zamora, en el sector indígena hay dos liderazgos y vocerías que funcionan de formas distintas a la hora de hacer política. Por un lado, Pachakutik, que, como organización política busca negociar y trazar acuerdos de forma transparente y, por otro, la Conaie, que utiliza la confrontación y las calles.
“En este momento, estas organizaciones buscan volver a negociar los términos de la congelación de los combustibles y el Gobierno debería ceder”, recalcó Zamora, quien agrega que esta negociación sería una salida viable y a corto plazo que podría bajar las tensiones en las calles, debido a que los temas mineros y petroleros son puntos más duros que requieren de cambios de políticas públicas.
Pese a que hay opiniones divididas que respaldan al oficialismo y al sector social, el país atraviesa un momento en el que los acuerdos y las negociaciones deberían ser la vía para la gobernabilidad y la estabilidad social y económica.
Aunque la subida y el congelamiento al precio de los combustibles ha generado reacciones negativas, especialmente por parte de los sectores sociales e indígenas, aún existe subsidio de 0,45 centavos en el precio del galón del Diésel.
Sin embargo, esto no sería suficiente para el sector indígena que, desde el punto de vista de Andrés Campaña Remache, analista político, ha dado un paso positivo para llegar a un consenso planteando un precio intermedio sin mostrar posturas radicales.
Otras posibles soluciones
Pablo Lucio Paredes señala que la solución al tema de los combustibles es continuar con la eliminación del subsidio y focalizar un apoyo a la gente de menos recursos. “Esto compensaría el efecto que tiene para ellos el aumento de los combustibles, que puede ser una focalización a través del transporte público, entre otras modalidades”, argumenta.
Mientras que, para Andrés Campaña, las acciones del movimiento indígena son un llamado para que el gobierno de Guillermo Lasso apueste por un encuentro nacional en donde se negocien los precios de los combustibles y se converse sobre una política de focalización. (MFU)
“La Conaie tiene que entender que, en una sociedad democrática, los acuerdos no se consiguen bajo amenazas y violencia”. Pablo Lucio Paredes, economista.
Pachakutik y la Conaie en desacuerdo
Aunque dirigentes de la Conaie y Pachakutik han insistido en que no habría división al interior del movimiento indígena, los desacuerdos y contradicciones entre sus representantes han sido evidentes en los últimos días.
Beto Zamora, politólogo, señala que entre estas dos organizaciones hay una distancia ideológica real porque Pachakutik, al ser la segunda fuerza política de la Asamblea, tiene que negociar y ser aliada del gobierno en algunos temas; mientras que, la Conaie, al llevar su agenda de izquierda, “no puede ceder a estas acciones porque significaría perder por lo que siempre han luchado”, comenta.