El paro de Iza fue tóxico para el crecimiento económico quiteño

El 13 de junio iniciaron los bloqueos en Quito. En la imagen, el cierre del acceso norte.
El 13 de junio iniciaron los bloqueos en Quito. En la imagen, el cierre del acceso norte.

El golpe real al desarrollo de tres ciudades ya se evidencia en las cuentas oficiales. Pese a esto, parece que buscan un segundo round.

Los 10 Mandatos de la Conaie, que fueron la base para las protestas de junio pasado, según sus propios creadores, son pedidos para mejorar la vida de los ciudadanos. De todos.

Son exigencias que iban más allá del mundo indígena. Los dirigentes, apegados a una ideología de extrema izquierda atesorada por el máximo dirigente Leonidas Iza, aseguran que hablan en representación del pueblo, de todos los ciudadanos, de los más vulnerables. Claro, sin tener esa representatividad que no va más allá de sus propias declaraciones.

Entonces, el indocomunismo pregonado por el caudillo y sus colaboradores más cercanos se convierte en el motor para reclamos en favor de los más necesitados, de los vulnerables, de los excluidos, de los pobres, de los indígenas y todos. Quiteños, latacungueños, ambateños, ibarreños, galapagueños…

Así llevan ya más de un mes en las mesas de diálogo, donde el Gobierno se ha sentado para escuchar y tomar decisiones. No lo hace con el Parlamento. Lo hace con Iza y sus amigos.

Los líderes del movimiento indígena, incluso, esperan por los sectores privados para que hagan lo mismo. Y en declaraciones, bastante disgustados por cierto, reclaman por esa ausencia.

Lo que está fuera del radar, y que no le gusta a los indocomunistas, es que se les recuerde de su violencia (incluso con armas de fuego), de la asfixia en contra de Quito, del hartazgo de los capitalinos. De sus atentados en contra de ciudades enteras, que rayan en terrorismo, como pasó con Ambato, cuando contaminaron el agua potable. La Justicia no avanza en sus investigaciones.

Hasta el momento, ni siquiera transparentan las cuentas en la Conaie, y menos sus financistas, para así tapar la boca de los altos funcionarios de Inteligencia que ofrecieron esa información al presidente Guillermo Lasso. La del financiamiento por el narcotráfico y economías ilegales. Todo está pendiente.

Lo único real es la crisis económica

Lo único que está claro es que desde el 13 hasta el 30 de junio se produjo un frenazo de la economía que ha lastimado el crecimiento y la recuperación luego del inicio de la pandemia.

Es decir, en lugar de hacer fuerza para salir de la crisis económica que dejó a personas sin empleo, a emprendedores sin negocio, empresas cerradas, a sectores económicos muy golpeados… el paro hizo retroceder.

La Cámara de Comercio de Quito (CCQ), ya con cifras reales, advierte que en junio se profundizó la crisis por la falta de ventas. “Podemos observar que la variación interanual de las ventas a escala nacional ha sufrido una caída de -0,8%, mientras que la variación para la ciudad de Quito alcanza un valor de -6,1%. La paralización frenó la tendencia de recuperación que mostraba la capital”, dice un comunicado oficial de ese gremio.

Tres ciudades muy afectadas

Quito registra la caída más alta en ventas con $341 millones en pérdidas. Luego está Cuenca, dice la CCQ, una caída de  84 millones, con un valor de -10,3% en comparación con el mismo mes de 2021; y Ambato con menos $57 millones, que significa una caída del -14,7% con relación a 2021.

Eso no es todo. El análisis de los especialistas de la CCQ señala que, si se analizan las ventas de Quito por sector de junio, los más afectados fueron: el Comercio (-7,4%), la industria manufacturera (-16,2%), y actividades profesionales y científicas (18,1%).

Esto implica que las personas más golpeadas fueron las que prestan servicios profesionales, que no tiene relación de dependencia.

Pese a estas cifras, hay personas, analistas, políticos, que esperan, casi cruzando los dedos, que el paro se repita. Que la crisis política se encienda nuevamente. Hacen eco únicamente de las inconformidades de los dirigentes de la Conaie, que ya muestran descontento por el escaso avance de las mesas de diálogo.

Los resultados de una protesta de ese nivel, que asfixió Quito, están a la vista. Repetir junio, tal como advierten algunos analistas desde la semana pasada, sería solo dar más golpes a la economía.

Conseguir beneficios con un paro asfixiante para la capital simplemente es irreal. (JC)