Con la pandemia, los estudiantes razonarán cada vez menos

CRISIS. La Covid-19 profundizó los problemas educativos y las brechas.
CRISIS. La Covid-19 profundizó los problemas educativos y las brechas.

El país se enfrenta a una situación en la que cada vez tiene más capital humano sin la preparación necesaria y con menores perspectivas de ingreso a futuro.

Según último informe del Banco Mundial (BM), publicado el 17 de marzo 2021, la propagación de la Covid-19 está produciendo un “verdadero desastre” en los sistemas educativos de América Latina, pero sobre todo en países que tenían problemas estructurales previos, como Ecuador. El cierre de las escuelas y los colegios, las limitaciones de la educación a distancia, entre otros factores, están socavando los pilares del desarrollo.

Así, uno de los principales impactos tiene que ver con el deterioro de los indicadores de formación y habilidades básicas entre los estudiantes de primaria y secundaria. El organismo multilateral establece que, en corto plazo, el nivel mínimo de rendimiento pasará del 50% (pre-pandemia) a más del 75%.

Al menos 7 de cada 10 niños y jóvenes ecuatorianos no serán capaces de identificar la idea central de un texto de longitud moderada, encontrar información siguiendo criterios explícitos -aunque a veces complejos- y reflexionar sobre el propósito y la forma de los textos cuando se les indica.

Retroceso en la niñez

Si solo se analiza a los que tienen hasta 10 años, se proyecta una escalada de al menos 10% en el índice de pobreza de aprendizaje, que mide solo la capacidad de leer y entender el sentido general de una lectura sencilla.

A nivel regional, en solo un año, más de 7,6 millones de niños adicionales engrosarán la categoría de pobres de aprendizajes, es decir, tendrán bajos niveles de educación y grandes lagunas en habilidades básicas.

Aumento de las brechas

No solo los niveles generales de educación se deterioran, sino que las brechas entre los diferentes sectores del país se hacen más grandes. De acuerdo con el BM, la pérdida de habilidades, destrezas y conocimientos será 12% mayor entre los más pobres con respecto a los de mayores ingresos.

Por ejemplo, en el primer ciclo de la secundaria, los estudiantes con entornos socioeconómicos más acomodados tendrán, en promedio, casi 3 años más de escolaridad que sus pares con menos recursos.

Esta situación, a criterio de María Andrea Jurado, investigadora y experta en desarrollo económico, provocará que se ahonden los problemas estructurales que impiden una reducción de la informalidad y el empleo precario. A su vez, Ecuador también profundizaría su rezago en temas como la alfabetización digital, que es uno de los pilares para el desarrollo social y productivo de los próximos años.}

Tarea a mediano y largo plazo

Paola Jácome, directora del área de Educación de Grupo FARO, explicó que los problemas educativos en el país han estado a la vista siempre, y mucho más con la pandemia, pero no se les ha dado la importancia y el tratamiento necesario.

En este contexto, uno de los puntos de partida, de un esfuerzo de mediano y largo plazo, es que, de la mano de la reciente aprobación del aumento del salario básico de los docentes, se fortalezca un sistema que les permita formarse de manera regular y permanente.

“Creemos que los profesores saben utilizar al revés y al derecho un computador, pero no es así. Tenemos que gestionar un diagnóstico sobre las falencias en la formación docente, con el fin de que puedan enseñar de mejor manera a niños y jóvenes”, comentó.

Jácome también resaltó que se debe dar un cambio cultural y de corresponsabilidad para que la educación no solo se deje en manos de las escuelas y colegios, sino también de la familia y otros espacios de formación informal.

Además, otro factor importante es mejorar la calidad del gasto, no solo en la enseñanza, sino también en la innovación y el acceso a la tecnología. (JS)

6 de cada 10 niños de hasta 10 años no tienen un nivel de compresión mínima de lo que leen.

Peor pagados

Según el Banco Mundial, la pérdida de aprendizaje, y los menores niveles de rendimiento, tienen consecuencias económicas. Así, en términos de ingresos a lo largo de la vida, el alumno promedio podría perder $23.628. En otras palabras, las menores habilidades y destrezas impedirán que cada año se reciban $1.313 adicionales, lo que significa un poder de compra más bajo, mayores dificultades para mejorar el nivel de vida y una caída drástica en las posibilidades de ascenso social.

Porcentaje de alumnos por debajo del nivel mínimo de rendimiento

                        Antes de la pandemia       Durnate la pandemia

Chile                           31%                                         49%
México                       44%                                         63%
Colombia                    49%                                        66%
Brasil                          50%                                         70%
Ecuador                     50%                                         75%
Perú                           54%                                          75%
Argentina                   52%                                         72%
Guatemala                70%                                          90%